GIANNAOí a Vik, claro que sí, pero mi cuerpo tardó en responder. Una parte mía sufría por ellos, por mis padres, pero otra poco a poco comenzaba a considerar el escenario y las posibilidades.Me levanté a tiendas y fui muy obediente hasta el auto. No les hice casos, pero escuché a periodistas a lo lejos que reportaban la noticia, también a personas cuchichear, y tampoco vi por la ventana en todo el camino mientras estuvimos ahí. Los cuatro autos salieron y solo nos encaminamos al lugar dicho por el policía para hacer tan desagradable e indeseable tarea.Cuando salimos del ojo de la gente, fruncí el cejo y me fijé en mis manos. La zurda se encontraba sobre mi muslo, la diestra también, pero esta era sostenida con cuidado por un Vik que no decía nada, pero estaba presente, quería que me diera cuenta de que se encontraba ahí aún si no existía un intercambio de palabras, y esa certeza regó una cierta calidez a mi interior.Respiré hondo y solo me quedé en silencio, porque no deseaba habl
CAMERON—¡Schatje, schatje!Un fuerte grito me sobresaltó de repente, haciéndome saltar en la cama y mirar al costado con terror.Después de que Gianna se durmió, me di un baño y piqué algo, pues no tenía hambre, tomé mi portátil y me puse a trabajar en un proyecto que se me encomendó desde hacía un par de semanas, relacionado con un dos estrellas en el espacio profundo.Sin darme cuenta, se hicieron las dos de la madrugada, pero seguía teniendo ganas de trabajar, así que decidí quedarme un poco más. Probablemente mis labores como monarca se agudizarían en los próximos días con el tema del Bicentenario, todo sumado a la muerte de los padres de Gianna, lo que de seguro abriría un flanco nuevo, no solo con la prensa, sino también con mi madre y el resto de mi familia.Sin poder evitarlo, me encontré pensando en eso, en mi familia, en mi padre y mi madre, incluso en mis hermanas y la nula relación que tenía con el resto de la familia. ¿Por qué me había quedado así de solo? ¿Acaso estaba
GIANNAMi estado de ánimo se estabilizó mucho con el correr de los días. La policía determinó que mis padres fueron ase.sinados por dos hombres altos a los que le abrieron la puerta de la habitación como si nada, y que no se tenía pista de ellos porque ingresaron en el cambio de turno. Lo único claro era que conocían el funcionamiento del hotel.Ellos salieron unos veinte minutos más tarde y solo se fueron como si nada, subieron a un autobús y luego a un auto del que se perdió la pista. ¿Qué demo.nios?Después de una semana, las autoridades entregaron los cuerpos, y Vik decidió que serían sepultados en el cementerio de su familia por cuestiones de seguridad. Ahí estuvieron él, Lau, Zoe, algunos escoltas y empleados, y la señora Laila.Pero, lejos del desconsuelo inicial, me sentía más tranquila, como si mi dolor no fuese tan profundo como al principio. Para ser franca, era más como una sensación de vacío e incomodidad.Tras eso, los días se fueron acumulando con una sensación serena.
GIANNAEn un segundo se podía cortar la tensión con un dedo; sin embargo, mis ojos seguían entre un Vik aparentemente calmo, pero incisivo a más no poder, y una Melania que barajaba cuál respuesta sería la correcta en su cabeza.—Al parecer el trono se te ha subido a la cabeza, Cameron. A veces siento asco de que lleves el mismo nombre de tu padre.¡Auch! Eso me dolió y no fue conmigo. Volteé a ver a Vikram, cuyos orbes se oscurecieron un poco, y le sonrió con simpatía después de encogerse de hombros.—En cambio, yo soy muy feliz de llevar un pedacito de papá cada día conmigo, cosa que nadie más puede decir, ¿no lo cree, Alteza?Sentí un frío apretarme los pies, y supe que, de matar las miradas, Vik habría fallecido en ese mismo instante a causa de un ataque fulminante de parte de su propia madre, esa que parecía querer lanzársele encima cual felina enloquecida.—Respecto a Gianna, como dije, no aceptaré ningún comentario en su contra. Hiraeth no es Reino Unido. No sacrificaré a la pe
LAURICEMe daba mucho gusto que mamá y Lid estuvieran aquí después de un tiempo. Sí, mamá y yo no estábamos en los mejores términos del mundo, pero pensaba que no era nada que no tuviera arreglo; sin embargo, me quedó una gran amargura después de esa simple cena.—Entonces, ¿te estás quedando en los departamentos principales del Palacio? —me preguntó Lidwien.Ella estaba más pálida de lo que la recordaba, pero es que vivía sola desde hacía un tiempo y no nos veíamos mucho, también llevaba el pelo recogido y una expresión mucho más madura, como si fuera una mujer mayor, cosa que no dejaba de llamarme la atención. Las dos nos encontrábamos en la sala de estar del ala principal de visitantes.—Sí. Le pedí permiso a Cam para quedarme ahí porque quería pasar más tiempo con él. Ha sido muy divertido.—Me pareció que te llevas bien con su nueva novia. ¿De verdad estás de acuerdo con que sea una plebeya tan corriente, Laurice?Fruncí el cejo sin poder evitarlo; sin embargo, me relajé al insta
GIANNAEn el momento en el que llegamos a una avenida despejada, los escoltas de dos autos delante de nosotros estacionaron y bajaron para rodear el auto, y Donovan y Thomas hicieron lo mismo, ellos posicionándose al centro en cada lateral. Era la escolta.Delante vi oficiales a caballo, y una cierta ilusión detonó en mi cabeza.—Dios mío, ¿esto es real? —pregunté por lo bajo—. ¿De verdad está bien que yo esté aquí así?Escuché una risilla a mi lado y luego un suspiro.—No te preocupes por eso, Gia. Es como debe ser; después de todo no somos un capricho para el otro, ¿verdad?«Esto es en serio», quería decir básicamente «Algún día serás la Reina, no tiene nada de malo que estés aquí desde ahora», y eso añadió una carga más de nerviosismo a mi sistema; sin embargo, también me sentí halagada y feliz, como si hubiera estado esperando mucho tiempo para esto.¿Esa era la Abby en mi interior?Entonces, los caballos comenzaron a marchar alrededor nuestro, y pude escuchar aplausos de parte de
LAURICELlegó la noche, y a pesar de que todo iba bien, me parecía que el ambiente se hallaba un poco enrarecido, como si se estuviera esperando a que algo pasara. ¿De verdad estaríamos bien?La vigilancia por estos actos aumentó el triple desde que Cam y Gia fueron atacados, y las listas de invitados fueron estrictas, aunque siempre se tenía que dar la entrada a la integración. Esta noche, en el Gran Salón del Palacio de las Cortes Reales, ubicado al sur de la ciudad, las pompas estaban a la orden del día, mas yo me sentía extraña.Al bajar del auto en compañía de Lid, ambas de punta en blanco y con las tiaras que nos identificaban como princesas, me di cuenta de que semblante se enserió apenas ver a mi madre y a Henry, que sonreían mientras posaban para la cámara, y no pude evitar preguntarme si es que ambas habían tenido alguna clase de pelea.—Oye, ¿te sientes bien? —le pregunté por lo bajo, evitando las cámaras de los fotógrafos.Ella volteó y me dijo con ojos inexpresivos:—Sí.
GIANNA—¿Cameron? —insistía la muchacha ante un indiferente Vikram que apenas se dio la vuelta la miró con desprecio.—¿Qué haces tú aquí? —espetó él.Sí, era Rosemarie Orleans.—Vine como acompañante de Morgan, el hijo mayor del tío Jacob. Hace mucho que no nos vemos.Ella hablaba como si nada, como si todo lo que hizo fuese una ilusión, como si no recordásemos lo ponzoñosa y estúpida que fue en el pasado.—Sí, como sea… —Vik la ignoró y, en cuanto nuestros ojos se encontraron, caminó en mi dirección—. ¿Estás bien? ¿Pasó algo? —preguntó con ojos curiosos.—No… solo me encontré con una mosca —murmuré y resoplé—, ¿y tú? —Tiré la vista a un costado, donde una burbujeante Rosemarie me fulminó con su asquerosa mirada—. No parece que le apetezca que la rechaces.—Me importa en lo más mínimo —contestó el pelinegro y se encogió de hombros.En el salón sonaba una balada relajante por boca de otro de los invitados a la velada, y algunos de los presentes bailaban con calma, pues este no era un