GIANNAEl corazón se me fue a la boca y empecé a sudar frío, ¿cómo es que esto había terminado así?—Si vuelve a tocarme, llamaré a la policía para que se ocupen de los dos —advirtió Vik con mucha seriedad.—¡Pero qué demonios te pasa! —gritó mi padre.—¡Gianna, este hombre es un déspota, tienes que salir de aquí! —chilló mi madre mientras rodeaba el sofá y venía hacia mí.Le vi las intenciones en el acto; sin embargo, esta vez fue Thomas quien se metió en el medio.—Deténgase, por favor.Pero ella se le tiró encima y empezó a manotear.—¡Déjame pasar, tú no eres nadie, empleaducho de mi.erda!—¡Mamá, ya cálmate! —clamé, pero no me escuchó.Siguió tratando de pasar de Tom, pero este no la dejó.—¡Quítate!Ella empujó a Tom y se zafó un poco, por lo que se me tiró encima y tuve que poner mis manos para evitar que me pegara en la cara. Me agarró por los hombros y comenzó a zarandearme.—¡Tienes que irte con nosotros de aquí, ¿es que no lo entiendes?!Dios mío, ¿por qué mis padres perdie
JACOBLos padres de Gianna Adelaide habían venido a Hiraeth, eso sí que no me lo esperaba. ¿A quién demonios se le ocurrió que sería bueno que ese par de bastardos vinieran hasta aquí?—No fue cosa mía —dijo un hombre con acento curioso a través del celular—. No sé en qué estaban pensando esos dos, pero lo están poniendo todo en riesgo con sus tonterías.Resoplé con fuerza. Me encontraba en mi despacho mientras observaba unos documentos relacionados con unos terrenos a los que pedí que se les hicieran estudios.—No los necesito aquí.—Bueno, sabes que no tengo esas influencias. En Hiraeth mis movimientos son limitados, y los hilos que tengo para mover no es que sean los mejores.Chasqué con la lengua. En estos momentos tampoco podía pasarme de lanza y actuar de manera impulsiva, no después de años de dedicación y un tramado casi perfecto, solo empañado porque el maldito de Cameron no terminaba de mo.rirse.—No importa… encontraré la manera de encargarme de eso. —Entonces, sonó un piti
GIANNANo dormí mucho esa noche, y en la mañana recibí un llamado de parte de la policía donde me decían que mis padres fueron liberados a plenas seis de la mañana, y escoltados al hotel del que les notifiqué.Quería ir a verlos para darles los documentos, pasaporte y su equipaje lo antes posible, pero pasé el día ocupada con el trabajo, así que no fue sino como hasta las cuatro que pude ir, y de qué manera fui.Iba en una camioneta y rodeada por los cuatro costados, literalmente. Tom y Mark conmigo delante, y en un auto Tyler y Joseph, otros de los Guardias del Palacio. Los autos no llevaban las banderitas de siempre, pero por las placas se podía saber su asignación, lo que no era del todo bueno.Al llegar frente al hotel, Mark y Tom sacaron las maletas, en tanto Joseph y Tyler tomaron sus papeles como guardias de la calzada.Entré con los dos primeros y fuimos directo hasta la recepción.—Buenas tardes —saludó la recepcionista en perfecto neerlandés.—Buenas tardes. Busco la habitac
CAMERONApenas escuchar las palabras de Gianna mi mundo se detuvo por un momento, pero fueron las de Tom las que me estrellaron contra el frío piso de la realidad.En ese momento actué por instinto. Yo solía ser un tipo calculador, por algo seguía vivo, pero cuando se trataba de Gianna siempre perdía los papeles de la razón. Me levanté de sopetón de mi silla y miré a Don, quien tragó entero quizás porque su servidor no tenía muy buena cara en este momento.—Comparto la opinión de Thomas de que no es seguro que usted se dirija al ojo del huracán, señor —instó con voz oscura, muy serio—. Sé bien que nunca le han gustado los protocolos rígidos de la realeza; sin embargo, es mi deber advertirle que debe comenzar a considerarlos más, no solo por su bien, sino también por el de la señorita.Respiré hondo y fruncí el cejo. ¿Para qué demonios me decía eso ahora, si sabía que me lo iba a pasar por el forro y no le haría caso?Pero Don, como Tom, siempre velaban por mi bienestar, así que no pod
GIANNAOí a Vik, claro que sí, pero mi cuerpo tardó en responder. Una parte mía sufría por ellos, por mis padres, pero otra poco a poco comenzaba a considerar el escenario y las posibilidades.Me levanté a tiendas y fui muy obediente hasta el auto. No les hice casos, pero escuché a periodistas a lo lejos que reportaban la noticia, también a personas cuchichear, y tampoco vi por la ventana en todo el camino mientras estuvimos ahí. Los cuatro autos salieron y solo nos encaminamos al lugar dicho por el policía para hacer tan desagradable e indeseable tarea.Cuando salimos del ojo de la gente, fruncí el cejo y me fijé en mis manos. La zurda se encontraba sobre mi muslo, la diestra también, pero esta era sostenida con cuidado por un Vik que no decía nada, pero estaba presente, quería que me diera cuenta de que se encontraba ahí aún si no existía un intercambio de palabras, y esa certeza regó una cierta calidez a mi interior.Respiré hondo y solo me quedé en silencio, porque no deseaba habl
CAMERON—¡Schatje, schatje!Un fuerte grito me sobresaltó de repente, haciéndome saltar en la cama y mirar al costado con terror.Después de que Gianna se durmió, me di un baño y piqué algo, pues no tenía hambre, tomé mi portátil y me puse a trabajar en un proyecto que se me encomendó desde hacía un par de semanas, relacionado con un dos estrellas en el espacio profundo.Sin darme cuenta, se hicieron las dos de la madrugada, pero seguía teniendo ganas de trabajar, así que decidí quedarme un poco más. Probablemente mis labores como monarca se agudizarían en los próximos días con el tema del Bicentenario, todo sumado a la muerte de los padres de Gianna, lo que de seguro abriría un flanco nuevo, no solo con la prensa, sino también con mi madre y el resto de mi familia.Sin poder evitarlo, me encontré pensando en eso, en mi familia, en mi padre y mi madre, incluso en mis hermanas y la nula relación que tenía con el resto de la familia. ¿Por qué me había quedado así de solo? ¿Acaso estaba
GIANNAMi estado de ánimo se estabilizó mucho con el correr de los días. La policía determinó que mis padres fueron ase.sinados por dos hombres altos a los que le abrieron la puerta de la habitación como si nada, y que no se tenía pista de ellos porque ingresaron en el cambio de turno. Lo único claro era que conocían el funcionamiento del hotel.Ellos salieron unos veinte minutos más tarde y solo se fueron como si nada, subieron a un autobús y luego a un auto del que se perdió la pista. ¿Qué demo.nios?Después de una semana, las autoridades entregaron los cuerpos, y Vik decidió que serían sepultados en el cementerio de su familia por cuestiones de seguridad. Ahí estuvieron él, Lau, Zoe, algunos escoltas y empleados, y la señora Laila.Pero, lejos del desconsuelo inicial, me sentía más tranquila, como si mi dolor no fuese tan profundo como al principio. Para ser franca, era más como una sensación de vacío e incomodidad.Tras eso, los días se fueron acumulando con una sensación serena.
GIANNAEn un segundo se podía cortar la tensión con un dedo; sin embargo, mis ojos seguían entre un Vik aparentemente calmo, pero incisivo a más no poder, y una Melania que barajaba cuál respuesta sería la correcta en su cabeza.—Al parecer el trono se te ha subido a la cabeza, Cameron. A veces siento asco de que lleves el mismo nombre de tu padre.¡Auch! Eso me dolió y no fue conmigo. Volteé a ver a Vikram, cuyos orbes se oscurecieron un poco, y le sonrió con simpatía después de encogerse de hombros.—En cambio, yo soy muy feliz de llevar un pedacito de papá cada día conmigo, cosa que nadie más puede decir, ¿no lo cree, Alteza?Sentí un frío apretarme los pies, y supe que, de matar las miradas, Vik habría fallecido en ese mismo instante a causa de un ataque fulminante de parte de su propia madre, esa que parecía querer lanzársele encima cual felina enloquecida.—Respecto a Gianna, como dije, no aceptaré ningún comentario en su contra. Hiraeth no es Reino Unido. No sacrificaré a la pe