Por Macarena

Esa noche extrañé mucho a Franco, me dormí casi angustiada, es que me sentía su mujer y quería dormir en sus brazos.

Al día siguiente, cuando mi novio me dejó en la casa de mi madre, estaba el auto de mi padre, le pregunté si quería pasar, pero él prefirió dejarme espacio para que yo tratara un poco más a mi padre y él iría a la casa de los suyos.

Mi padre se quedó a cenar, vi a mi madre muchísimo más arreglada que de costumbre, me alegré mucho, también estaba mi medio hermano, se llama igual que mi padre, Rubén, pero le decían Rudy, era un poco tímido o introvertido y claro, no nos conocía y Cele y yo, éramos adultas.

De todos modos, le hablé de los videojuegos que siempre jugaban Nico y Dante.

-¿Vos los jugás?

-No, pero tengo amigos que sí, uno es Dante, el hermano de mi novio, que es mi mejor amigo y otro es Nico, que es mi amigo y es el novio de Cele.

Miré a Cele, no sé si ya blanqueó su situación en casa, no me acordaba, estoy tan metida en mis cosas, que creo que te