Por Franco

Apenas cerré la puerta, la apoyé contra la pared y la besé con ansias, con desesperación, es increíble todo lo que siento por ella.

Un simple roce y ya estoy listo para la acción, juro que la quería hacer un poco más larga, pero la penetré ahí parados, ella me rodeó la cintura con sus piernas, caminé hacia la cama, no hubo ni siquier demasiados besos, pero necesita sentirla, estar dentro suyo, mis movimientos eran casi salvajes.

Tal vez eran los celos que sentí por ese idiota que casi agarro a trompadas y mi hermano terminó echando, pero moría sino la penetraba, detodos modos ella tuvo un orgasmo intenso y cuando estoy a punto de llegar, me di cuenta que otra vez, no me había puesto un preservativo, soy un idiota, mierda y remil mierda, la saqué en forma inmediata y busqué en mi mesita de luz, me lo puse en un segundo, la volví a penetrar, mientras mi boca jugaba con su pecho y una de mis mamos le acariciaba el clítoris, cuando ella tuvo su segundo orgasmo, yo me fui inmedi