Mabel no sabe perder

Por Franco

Llamé a Mariana y le dije que a la mañana siguiente íbamos a ir con Dante hasta la empresa.

Apenas llegamos a la empresa, el portero me saludó con cordialidad, fui a mi antigua oficina, sé que nadie la ocupa y está estratégicamente ubicada, para vigilar toda la planta desde allí.

Luego me paseé con Dante explicándole cómo funciona cada sector, muchos de los obreros me conocían de la época en que yo trabajaba allí, a muchos no les caía bien, porque entré jovencito a trabajar y con un cargo superior al de los capataces, pero eso se debía a mis estudios y a la función que iba a desempeñar, también había varios obreros a los cuales no conocía.

Dante tomó fotos de todos los sectores y de la puerta de calle cada vez que llegaba un obrero, sobre la puerta había un reloj, así tuve el horario de llegada de cada empleado, más allá de la trajet con su horario de entrada, pero de esa manera era más fácil identificar cada nombre con una cara.

Mi hermano también hizo algunas filmaciones,
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