“Espero nos divirtamos este año juntos, te veo mañana” es lo último que le había dicho Cameron cuando se había ido con sus amigos a festejar a algún bar de la ciudad, seguido por las montañas de groupies que siempre se encontraban tras de él. En esos momentos su habitación se encontraba tan silenciosa que le preocupaba un poco la manera en que todo a su alrededor se encontraba tan quieto. Sus piernas se movieron repentinamente de un lado a otro en busca de algún movimiento o sonido.
Todo estaba tan silencioso que le incomodaba no tener a sus hermanos cerca pero sabía que haberlos mandado a ese internado les haría muy feliz, ellos siempre lo habían pedido y ahora que finalmente había logrado juntar el dinero suficiente para llevarlos se había terminado por arrepentir. Los extrañaba demasiado y sabía que extrañaría a su madre much&iacu
Kiara ni siquiera pronunció una palabra al escucharlo, guardó silencio por un momento, pensando con lentitud cada una de las palabras que él le acababa de decir. Había sonado tan sincero que le preocupaba tomarse aquellas palabras de manera incorrecta.—¡Chicos!—gritó Wendy, abriendo la puerta del auto cuando ella estuvo a punto de decir una palabra.— ¿Podemos ir con ustedes?— preguntó, señalando a Nancy.Cameron se mordió el labio por un micro segundo, volteando a ver a las chicas antes de asentir.—Claro, suban— soltó, tensando el musculo de su mandíbula. Tratando de ocultar la incomodidad que sentía en esos momentos. Nunca se había confesado y no podía creer que se había quedado sin respuesta. Quería voltear hacia ellas y gritarles que se largaran del auto pero hacer eso incomodaría a Kiara y lo menos
La aburrida música del supermercado la pusieron de mal humor desde que entro al lugar con Cameron a sus espaldas. Ambos habían tenido una seria charla sobre la lista de compras que tenían que hacer y aunque él había tratado de convencerla de permitirle comprar todo, ella había terminado peleando con él. Cameron lo sabía y Kiara no era una chica a la cual le gustara recibir cosas gratis por qué simplemente terminaba por malinterpretarlo. Aunque él no lo hiciera con intención de ofenderla, ella lo sentía como si la viera como una pobretona.Llevaban más de treinta minutos en silencio y él se moría por decir alguna estupidez. Algo que arreglaba un poco la situación incómoda en la que se encontraban. Algunas chicas que caminaban por el supermercado miraban a Cameron como si fuera el premio mayor mientras que él solo la miraba a ella, leyendo una y otra vez
Toda la mañana Cameron había notado que ella parecía estar en las nubes, le habían quitado los tapones de la nariz hace unas horas y desde que habían regresado a casa había permanecido en silencio como si estuviera pensando una y otra vez en lo mismo. Había tratado hablar con ella pero no había funcionado para nada, incluso se había atrevido a buscar en internet cada uno de los medicamentos que le habían dado con el fin de investigar si su comportamiento era por culpa de los medicamentos pero no había encontrado nada extraño en ellos así que al final había terminado concluyendo que ella se comportaba de esa manera por culpa del cansancio y debilidad que sentía en su cuerpo.Su madre le había dicho que cuidara de ella como si fuera una niña pequeña y él lo había hecho tanto como había podido pero ella parecía no tener inter&e
Las luces de la cabaña iluminaron la oscuridad del lugar cuando ellos bajaron de la camioneta en un pequeño brinco. La tormenta comenzaba a caer sobre ellos y las fuertes ráfagas de viento que los atacaba constantemente los hicieron correr hacia el interior del lugar en espera de poder refugiarse del frio. Kiara tomó sus cosas antes de correr al interior del lugar, encontrándose con una gran cantidad de personas. Cameron entró tras de ella, maldiciendo al ver a toda la familia reunida en aquel lugar.—No puede ser— susurró molesto, viendo a Julieta al fondo de la sala.—¡Cameron!—soltó uno de sus primos, soltando una gran sonrisa— ¡Qué gran sorpresa verte!Las risas de los chicos fueron ahogadas por completo al entrar a la cabaña y ver a Cameron con la mirada asesina que tanto temían ver.—Tu prometida estaba esperando por ti, la bo
El gran olor a café que había en la habitación la hizo despertar, moviéndose con lentitud en la cama, sintiendo como su cuerpo adolorido le gritaba que no se moviera demasiado rápido. Escenas fugaces de la noche anterior se proyectaron en su cabeza, recordándole que todo lo que ella había creído que había sido solo un sueño caliente había sido en realidad todo lo que ambos habían hecho para complacerse.Los pasos de Cameron eran silenciosos a su alrededor, vistiéndose en completo silencio. Tratando de no despertarla mientras bebía un poco de café como todas las mañanas. La puerta de la habitación se abrió cuando Nick entró de repente.—¿Qué mierda haces?—susurró Cameron, empujándolo hacia afuera de la habitación. Evitando que pudiera ver un poco de la piel desnuda de Kiara.— Kiara est&a
El delgado cuerpo de Kiara tembló de frio cuando se quitó el abrigo frente al estanque de aguas termales. Cruzando miradas con Cameron al entrar al agua, disfrutando de la deliciosa sensación que el agua caliente provocaba sobre su piel.Las suaves manos de Nancy se aferraron a la cadera de Kiara cuando tambaleó en el agua, sosteniéndose de ella para no caer sobre Nick. La mirada de Nick se clavó en el traje de baño de Nancy, estirando su mano para poder jalarla y sentarla en sus piernas.—Ven aquí— dijo Cameron, estirando sus brazos hacia ella. Ansioso por tocar la suave piel de Kiara, ella lo miró antes de acercarse con cuidado hacia él, sonriendo al sentir las traviesas manos de Cameron tocar su trasero bajo el agua.— te miras tan linda con este traje de baño— confesó, acariciando la piel de su trasero.—Eh, dijiste eso hace rato cuando estaba com
El pasillo del hospital se encontraba en completo silencio cuando Cameron se sentó a su lado con dos vasos de café, ella lo miró por un momento y sonrió antes de tomar el vaso de café que él acababa de traer para ella. Él solo la miró antes de regresarle la sonrisa, bebiendo un poco de su café antes soltar un gruñido que llamó la atención de ella.—Me quedó bastante fuerte—susurró él, tratando de mantener el silencio que había en el pasillo, de vez en cuando pequeños gestos de asco se formaban en su rostro por culpa del olor a cloro y lejía que había en el hospital.—¿Quieres el mío?—preguntó ella, extendiéndole el vaso de café— el mío está muy suave para mi gusto.—¡Nena me equivoqué de vasos!— soltó riendo— ¡
El examen que se encontraba frente a ella era exactamente el mismo que había reprobado la última vez. El profesor se encontraba en su escritorio, sentado en la típica silla de madera que había en la universidad. Frente a él había unos cuantos exámenes vacíos que no habían sido recogidos por los alumnos que tenían que presentarse a la recuperación del examen.Kiara pudo resolver con facilidad el examen, recordando como Cameron había pasado toda la noche con ella, ayudándola a aprender de química, explicándole ejercicios que probablemente vendrían en el examen. Él se había esforzado tanto ayudándola que no quería defraudarlo con una mala calificación, quería una buena calificación para demostrarle que en verdad todo el sacrificio que había hecho con ella al no dormir había valido la pena. Deseaba mos