Con las otras chicas no me importa si las lastimó un poco, ninguna hace que quiera repetir, repito con algunas por mi, no porque de verdad me haya gustado. Me encanta ser salvaje y duro, pero con Sam quiero hacerlo duro y suave, de todo.No sé cómo explicarlo, pero sé que no es amor, es simple, no voy a hacer algo que a ella no le guste, porque si para ella no es placentero, entonces para mí tampoco.Cuando ambos estamos cómodos y de acuerdo hay una excitación increíble. Además ella es mi motivación, si a ella no le excita algo, a mi tampoco.Sam termina de mamármelo y la ayudo a levanta, la volteo y que se incline un poco apoyándose en el mesón, saco un condón de mi pantalón, lo abro y forro mi pene, lo sujeto con mi mano y busco su entrada. Me introduzco en ella y me la follo lento, luego voy aumentando y lo hago duro. Ella comienza a gemir y eso me excita mucho.—Gime más para mí, putita rica —gruño.—Aah.—Di mi nombre —ordeno.—¡Oh, Alessandro! ¡Dame más papi! —dice agitad
Sam se despega de mi y casi se va, seguramente piensa que es una más, pero sujeto su mano entrelazándola con mi mano, ella sigue siendo prioridad para mí.—¿Quién es ella? —Sam me pregunta a Alessandro intrigada y le presto atención.No, esto no, no quiero esto, mi puta y mi ex, estoy confundido, ambas son muy especiales para mí, aunque María fue primero, me hizo daño por lo que ha perdido su encanto, Sam no me haría eso o no lo sé, María es la prueba de que no creo en las mujeres.—Te contaré luego, ¿si? —le digo y ella asiente. Ella me planta un de sus ricos besos y luego se despaga haciendo que extrañe su calor de inmediato.—Ya vengo, voy al baño —me dice ella muy segura y yo asiento, le doy un beso corto y la dejo irse. María se acerca a mí de brazos cruzados.—Así que tienes novia... —tiene un tono celoso.—Es complicado... Y no es de tu incumbencia, no quiero que le hables ni nada —le advierto.—Regrese por ti —me recuerda enojada.—Eso dices, pero eso no significa que
—¿Y aún la amas? —Ella me toma por sorpresa y me ve esperando una respuesta.—No lo sé —Agacho mi rostro y suspiro—, estoy confundido.—¿Confundido por qué?Su curiosa me pone inquieto.—Porque… estás tú —Alzo la mirada para verla y detallo sus ojos, no me cansaría de hacerlo.Espera… ¿Qué dije? Parece que necesito hacer un reinicio de sistema, mis palabras y acciones no están acordé a mis pensamientos.—No entiendo Ale, si solo somos amigos con derechos —se ríe nerviosamente.Yo tampoco entiendo porque lo dije, pero solo encuentro una lógica.—Es que si vuelvo a tener novia, te perderé como amiga con derecho y sos lo mejor que me ha pasado hasta ahora, jamás me sentí tan libre como esto. No es que ante no lo fuera, solo que creo que estoy cómodo sin tener algo serio —me explico y ella me sonríe.Me da un beso y siento un cosquilleo por mi cuerpo.—Está bien —se separa de mis labios—, pero debes confías en mí, ¿Vale? Siempre estaré para apoyarte como buenos amigos que somos.
POV’SamanthaCómo puedo, me deshago de Esteban, aunque Ale me vea como algo sexual, quiero estar con él, no quiero romper la promesa que le hice.Busca a Ale y no lo encuentro, tampoco pregunto a los demás porque no quiero hacer algún show, pero cuando dirijo al baño para si estaba ahí, me encuentro con Agustín y le doy media sonrisa, con él puedo hablar si crear rumor entre sus amigos.—¿Has visto a Ale? —pregunto. Él suspira y rueda sus ojos.—Se fue a su apartamento —responde con odiosidad.¿Y a este que le pasa?—No traje mi billetera, así que por favor préstame algo de dinero para irme en taxi, yo te lo pago mañana seguro, de verdad —junto mis manos y se lo pido con mucha pena.Tal vez Ale se haya molestado por la llegada de Esteban, pero él y yo no estábamos haciendo nada, así que no entiendo porque se fue sin mí. No entiendo el comportamiento de Ale, si solo somos amigos con derecho.Él es el que me echa en cara que solo amigos con derechos y es el primero que se molest
Doy un suspiro y me limito a responderle.—Esteban llegó y estuvo con Sam en la cocina, y me enojé, sentí que estaba repitiendo lo mismo que María, a Esteban le encanta quitarme lo que es mío —me enfurezco de solo pensarlo.—María nunca fue, ni será tuya Ale —me soba el hombro y aprieta sus labios, lamentándolo.Yo quedo pensativo ante sus palabras y él sigue hablando.—Así es, piénsalo bien, primero que nada, nadie es de nadie, puede ser para ti, no es tuya. Si realmente ella fuese para ti, no habría pasado lo que pasó, nadie te la quitó, ella te quiso dejar yéndose con otros, todo fue consciente Ale, no seas idiota, ¿O Esteban la secuestro, la amenazó?Niego con la cabeza sintiéndome un nene regañado.—Entonces no digas que te la quitaron, además de que nada eso fue tu culpa, tú diste lo mejor de ti y ella no lo valoró… y ahora tienes a Sam.—Solo es mi amiga con derecho, Agus.—Una amiga con derecho a quien celas, una amiga con derecho con quién sientes emociones extremadam
Mi madre me toma del brazo y me lleva a la sala para estar alejados de Sam.—¿Cómo se ocurre hablarle así? —me reclama enojada.—Solo no quiero mal entendidos —respondo con firmeza.Ella se calla y me examina, para luego soltar en un suspiro.—Está bien.Sé que cuesta entender, pero se supone que respeta mis decisiones, ¿no?Veo a Sam y aunque al verla me hace sonreír, me mantendré distante.—¡Sam, ve a cambiarte! Nos vamos a la playa ya —dije seco y ella asiente.Estoy amargado, me parece que necesito que sus labios me mojen y calmen mi humor… no, joder.¿Acaso debí tratarla mal para que nadie piense que me encanta? No me gusta tratarla mal, ella mi todo, si se enoja, no tendré sexo.Voy a la habitación y cierro la puerta, me quita la ropa y me tapo mi pito con una almohada cuando escucho la puerta abrirse, joder, no le puse seguro.¿De verdad mi madre desea insistir con el tema? Me giro y me doy cuenta que no es ella, es Sam. Ella cierra la puerta y se desnuda mientras ca
Su agarre y su forma de hablarme me hace sincerarme un poco, como si ella fuera la mujer maravilla y todo de ella fuese la soga de la verdad.Ella esboza una sonrisa y me hace sentir seguro.—Te esperaré el tiempo que sea necesario Ale —me dice y me impulsa a darle un beso.—Por eso te escogí, eres perfecta, me entiendes, me aceptas como soy, me obedeces, eres paciente y no me siento obligado a nada —digo mientras sigo dándole piquitos.—Lo que sea por mi papi —sujeta mis labios y mantiene el beso.Sus palabras me hacen sentir bien, pero ella no me ama, dijo que me tiene cariño, el mismo cariño que yo le tengo a ella.Aunque me niegue algunas veces, me gusta cuando se preocupa por mí… y ahora recuerdo cuando ella se me declaró y yo desaparecí por un tiempo de su vida.Admito que no hice lo correcto, pero tuve miedo, ¿Ok? No quería que el amor dañara lo que tenemos, pero creo que yo lo arruine, de igual forma, el amor también tiene la culpa.Pero sé que ella no me ama, porque c
Me levanto, un poco mareada, casi me caigo, pero Ale me sujeta, me volteo a verlo y le sonrío. Ale tiene buenos reflejos como para estar al tanto de su conversación y sostenerme a tiempo. No soy amiga del alcohol, me embriagó rápido.—¿Estás bien? —me pregunta, parece preocupado.Llevamos rato bebiendo y que tomo los tragos como si fuese agua, claro que no estoy bien.—Sí —respondo con una ligera risa.Me incorporo y me quito el vestido, siento la mirada de Ale comerme que me dieron ganas de follar, sin embargo, no seré fácil.Lou se levanta y también se quita su atuendo, caminamos al agua y al tocar mis pies la siento fría, aún así, me adentro en ella hasta que me llegue al pecho. El mar está tranquilo por el rompe olas y hasta el agua se ve clara.—Que linda está el agua —dije logrando ver mis manos.—Es verdad —me apoya.—Hola —se aproximan dos chicos a saludar.—Hola —Lourdes se pone amable.—¡Que guapos son! —se me sale el halago gracias a los poderes del alcohol.—Gra