Anastasia.

Sigo trabajando hasta que me percató de que ha empezado a bajar el sol, me levanto del asiento y me dirija al comedor, tengo hambre al llegar hesta el señor Sebastian sentado comiendo llegó y me siento.

-Disculpe la tardanza.

-Descuida supuse que seguías trabajando.

Llega Natacha y me pone un plato en frente le sonrío de nuevo y empiezó a comer.

-El señor Iván no ha vuelto.

-No él por lo general se toma muy enserio su  trabajo aveces no viene, o se encierra en su oficina y se olvida que tiene que alimentarse como un ser humano normal.

-Oh ya entiendo.

-Lo necesitabas para algo.

-No solo era curiosidad.

La cena transcurre normalmente el señor Sebastián se levanta y se despide yo termino de comer y vuelvo a mi oficina, sé que mi hora de salida es a las 4 solamente pero quiero terminar la mayor cantidad de trabajo posible.

Sigo trabajando miro mi reloj las 10 creo que esto será suficiente por hoy, me levanto y doi un estirón, me voy a mi habitación, me acerco a uno los ventanales que dar al jardín trasero, puedo ver en el jardín a alguien parado, es bastante alto creo que es el señor Sebastian, miro que habla con alguien más ha de ser de seguridad, me dirijo al clóset me pongo una pijama y me acuesto a dormir.

A la mañana siguiente me despiertas normalmente, me visto y bajo a desayunar nuevamente solo somos yo y Sebastián, esta vez no hay comunicación solo comemos tranquilamente, me voy a mi oficina las horas transcurren normalmente, escuchó que alguien toca la puerta.

-Adelante.

Al abrirse la puerta miro el señor Iván, entra y se sienta en una de las sillas, tiene una gran sonrisa en su rostro, creo que le ha ido muy bien en sus negocios o espera algo de mí.

-¿Y cómo le va con el trabajo señorita Anastasia?

Sonríe levemente.

-Muy bien señor ya le tengo todos estos papeles listos.

Señalo la pila que está a mi lado derecho.

-Están sellados y traducidos solo me quedan está pequeña pila.

Señaló los que están a mi izquierda, el borró su sonrisa de su rostro y parece sorprendido, se acerca y toma los papeles que ya tengo listos.

-Usted ha hecho todo esto sola o mi padre le ayudo.

-No señor yo lo he hecho sola, no necesito ayuda para hacer mi trabajo.

Lo miro a los ojos y le doy una sonrisa, veo molestia en sus ojos, eso me agrada.

-Quiere que le ayude a llevárselos a su oficina.

-No gracias yo lo puedo hacer solo viene ha informarle que la comida ya está lista.

-Gracias señor Iván en un momento iré.

Miro cómo se levanta y sale frustrado de la oficina, esto me pone tan feliz al demostrarle que no va a ser tan fácil desaserme de mí. Me levanto y camino alegremente por el pasillo llegar al comedor están ellos dos sentados Iván no se mira muy contento, el señor Sebastián se mira feliz.

-Caballeros cómo han estado. 

-Bien señorita Anastasia y usted cómo va con el trabajo.

-Voy muy bien señor Sebastian.

-Eso es muy agradable de escucharse no es así Ivan.

El señor Sebastián voltea a ver a su hijo él solo alza una ceja y asiente con la cabeza, así transcurren los días uno tras otro, trabajo, comida, oficina, en mis días de descanso a veces salgo dar una pequeña vuelta al jardín o a dar un paseo a la cuadra pero no me voy muy lejos ya que siempre me siguen dos guardias, es extraño caminar con dos gorilas detrás de mí de vez en cuando llamo a mi madre y a mi abuela para darles uniformes de como estoy, se preocupa mucho por mí a pesar de que ya soy un adulto en verdad los extraño mucho.