Cap 8

Sebastián.

Voy a pasear con Anastasia es muy agradable, alegre y relajada creo que es asi cuando no está en el trabajando, le gustan mucho los libros, la cultura y el arte es una mujer muy culta.

Sé que esto que voy aser no está bien pero espero poder controlarlo esta vez. Me detengo enfrente de un bar, ella voltea y me mira raro.

-Quiero celebrar que has durado con nosotros.

La convencí y bajamos, al entrar está un ebrio cerca de la puerta, se le queda viendoa Anastasia de pies a cabeza pone una cara lujuriosa.

-Pero mira que nos ha traído el gato una linda ratoncita, bonito cuerpecito chiquita.

Anastasia solo se le queda viendo, no me gusta que se dirijan haci a las mujeres pongo mi mano en su espalda y la adentro más en el bar, quiero alejarla de ese tipo es repugnante. Al sentarnos en la mesa le hago una seña al mesero que nos traiga una botella, le sirvo a ella y me sirvo yo, doy el primer trago y se siente tan bien, volver a probar el vodka, no sé en qué momento pasó pero me acabé la botella, volteo a ver a Anastasia.

-Eres una mujer muy linda.

Empiezo a coquetearle, perdí la poca vergüenza que tengo, me ayudó a pararme de la silla y nos vamos me quedo dormido en su hombro.

Me renuevo en las cobijas de mi cama, siento que alguien está conmigo así que abro los ojos para mi sorpresa esta Anastasia y la estoy abrazando, ella está despierta y me está mirando tiene cara de aburrimiento y fastidio.

-Sebastián me puede soltar por favor.

-Así lo siento.

La suelto y me siento en la cama ella ase lo mismo se estira escucho como truena su espalda, alguien toca la puerta y los dos volteamos al instante es mi hijo Iván, esto no se ve nada bien para ninguno de los dos.

-Veo señorita Anastasia que la ha pasado muy bien la quiero ver en mi oficina en 5 minutos.

-Señor lo puedo explicar.

Alza una mano y la calla luego se dirige a mí, me habla en ruso para que Anastasia no entienda.

-Tú y yo hablaremos después.

Sale de la habitación, se va molesto miro como Anastasia mira sus pies pongo una mano en su hombro.

-Estás bien Anastasia.

Da un gran suspiro.

-Sí lo estoy, fue un placer conocerlo señor Sebastian.

Miro cómo se levanta y sale de la habitación creo que le arruine el trabajo. 

Anastasia.

Estoy cómodamente dormida entre las cobijas. Hoy es mi día libre así que mi alarma no suena, estoy tan calientita hasta que siento que alguien me rodea por la cintura y me apegan a su pecho se siente torneado y firme, qué sueño tan raro estoy teniendo pero siento la respiración de alguien más, abro los ojos de golpe y recuerdo donde estoy y con quién.

Sebastian está profundamente dormido miro sus rasgos nunca lo había visto de tan cerca su mentón fuerte, nariz bien definida tiene una pequeña cicatriz cerca de la ceja izquierda, tocó su pecho se nota que hace ejercicio a pesar de su edad. Anastasia con un carajo qué estás asiendo mujer, muévelo para que se despierte, lo muevo un poco no reacciona, hay que flojera con este hombre lo muevo más fuerte y abre los ojos.

Me mira y se sonroja me suelte enseguida y se sienta en la cama hago lo mismo y me estiró, mi cuerpo se siente un poco entumido arquíe mi espalda y escucho como truena,  tengo un poco de resaca, escucho que alguien habla y pongo mi atención en la puerta.

Virgencita de Guadalupe es mi jefe y estamos en una situación muy desfavorable m****a, me habla y me cita en su oficina, le dice algo más a su padre y se retira, genial todo mi esfuerzo y trabajo tirado a la b****a en una noche, hay Anastasia cuando aprenderás a no hacer estupideces, me sacan de mis pensamientos es Sebastian.

-Estás bien.

-Sí fue un placer conocerlo señor Sebastian.

Me levanto y me dirijo a mi habitación, me doy un baño y me lavo los dientes, ya se lo que se viene, Iván se a querido desaser de mí desde el primer día y hoy le acabo de dar la excusa perfecta.

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