Sebastián.

Ayudó a bajar las bolsas y las colocó en la mesa, miro como Julio que por fin se va, no me agrada mucho cómo se lleva con Anastasia, miro la sala y no se mira a mi hijo por ningún lado, no creo que se haya quedado dormido, me acerco a las señoras que están platicando en la mesa.

-Disculpen dónde está mi hijo Iván.

-Está afuera con Armando, le está ayudando a cortar leña.

No puedo creer mi hijo Iván cortando leña si él no está acostumbrado al exfuerzo físico, está sano y se mantiene en forma pero nunca ha hecho un trabajo tan pesado cómo cortar leña.

-Muchas gracias señoras y disculpen.

-Adiós guapote.

La abuela Anastasia me cae muy bien, le sonrío y doy la vuelta me dirijo al jardín trasero, al llegar no puedo creer lo que ven mis ojos está Iván todo sudado, intentando tomar aire recargado en una hacha, el señor Armando está sentado en un tronco fumándose un cigarro. Iván parece que en cualquier momento va a colapsar, me acerco un