Maite retrocede al mismo tiempo en que él empieza a avanzar hacia ella, sintiendo su corazón latir con fuerza.—Así que un recuerdo no, dime una cosa ¿quién es el hombre que está en ese recuerdo? —aprieta los dientes con fuerza, encerrándola entre sus brazos para que no pueda escapar.Maite traiga grueso, ve a los lados en busca del escolta, se supone que no la dejaría sola con ese hombre.—Lo he dejado afuera, así que solo somos tú y yo, ahora responde —le exige con impaciencia.—No tengo por qué darte explicaciones de nada, además ¿qué piensas hacer? ¿Acaso vas a ir a matarlo, lo vas a secuestrar? —sus palabras salen mucho antes de poder analizar lo que dice. Lamentándolo después.—¿Tanto te importa ese hombre que temes lo que yo le pueda hacer? —Ángelo ríe viéndola con burla, con rabia y con deseo de poder dominarla, tenerla bajo su control— el que lo secuestre y lo mate será la menor de tus preocupaciones, pero tranquila, cuando lo tenga bajo mi poder, te dejaré estar presente y e
Maite sale tomada de la mano con su mamá, encontrándose de frente con Marcus no esperaba que él estuviera allí, por lo que sería voltea a ver a su madre haciéndole aquella pregunta silenciosa.—Pensé que te gustaría verlo sin necesidad de esperar hasta mañana, ve a saludarlo, que yo lo distraigo —se suelta del agarre de su hija e intenta volver atrás.—¿Mamá te estás volviendo loca? ¿Cómo hace este tipo de cosas? Es un viejo, no deberías…—Prefiero a este viejo —señala con disimulo a Marcus— que aquel.Mía vuelve a dentro interceptando a su esposo y a Ángelo.Con mucho cuidado Maite se quita el anillo, por nada del mundo quiere que él lo vea, aunque no entiende exactamente porque siente esa necesidad de ocultarle aquello a él, al fin y al cabo no son nada.—Gorila —se detiene un par de pasos.—Mocosa —le responde de vuelta.Ambos intentan ocultar una sonrisa.Mía intenta interceptar a Ángelo, pero este simplemente sigue su camino ignorándola.Ángelo está por cruzar las puertas doble c
Capítulo 26—Si no me detienes en este instante, no habrá vuelta atrás —su respiración es entrecortada.—No deseo que te detengas.Maite relame sus labios deseando seguir, llegar lejos sin importarle que luego se arrepentirá de ello.—Te vas a quemar, te voy a marcar y luego me odiaras tanto que no podrás cerrar los ojos por la noche.Le advierte, aunque por dentro muera por tenerla debajo de él.—No me importa, si es en tus brazos.Maite lo agarra de la corbata atrayéndolo a ella, uniendo sus labios nuevamente, sin permitirle escapar, profundizando más el beso hasta que de golpe Marcus la aleja, caminando lejos, poniendo más distancia entre los dos.—Esto es una locura, no soy la persona que crees. Yo… no puedo.Maite se baja del escritorio acomodándose la ropa caminando hacia él, necesita entender qué sucede.—¿Si me lo explicas? quizás pueda entender.Le pide deteniéndose frente a él.—No, no puedo arrastrarte a mi dolor, a mi pesadilla, no puedo ponerte en medio, no puedo hacer qu
Maite sale dispara en busca de Katia, esta vez no la dejaría salirse con la suya y burlarse de ella como lo hizo en el pasado, esta vez la haría pagar.Entra al ascensor, pese a que Mery la llama, intenta darle alcance, pero las puertas se cierran antes de poder evitarlo.Maite respira profundo repetidas veces, cuenta hasta cien y vuelve a dar otra respiración profunda, pero su ira no se disipa.Mery se va inmediatamente a la oficina de su jefe informándole que ya Maite se ha enterado, Marcus y Gerard salen a toda prisa.—Buenos días señorita Walker —la saluda Clarisa en cuanto la ve entrar.Maite sigue de largo, ignorándola por completo.—¿A ocurrido otro problema? Le juro que he revisado personalmente cada documento que ha salido de este departamento —la sigue nerviosa al no obtener respuesta de su parte.—Si hay un problema y uno bien grande —Maite se detiene de golpe—, el año anterior cuando estuve a su cargo, recuerdo que no nos dejabas respirar, nos exigías al máximo, no dejabas
La tensión en el ambiente es palpable. Gerard ve la desesperación en Diego y las ganas de Maite de huir, por lo que decide hacer algo para acabar con ello.—Nosotros nos vamos para que ustedes puedan conversar —Gerard agarra a Mía sacándola de allí.Maite busca la forma en que su madre no la deje, realmente no quiere enfrentar a Diego ahora, no después de lo que ha pasado.—Lo siento Diego, pero no es un buen momento, ven mañana si es tan importante.Maite da media vuelta para dirigirse a las escaleras, cuando siente que alguien la agarrada por el brazo impidiendo que dé un paso más.—No me evites, de verdad quiero arreglar las cosas entre nosotros —le pide con ojos suplicantes.—No hay nada que arreglar Diego, tan solo fue un malentendido, seguido siendo amigos —concluye con la esperanza de que deje las cosas como están.—Maite, por favor, solo dame una oportunidad —se acerca un poco más a ella agarrando sus manos— permíteme demostrarte que podemos ser más que solo amigos, que esto v
Maite se levanta de la cama agarrando valor para salir y enfrentarlo, no es la primera persona que le saca a la luz un secreto y tenga que enfrentarse a las consecuencias.En cuanto abre la puerta de su habitación, ve a su hermano parado del otro lado a punto de tocar la puerta.—Papá no deja de hacer escándalo, pero no te preocupes, ya tengo todo resuelto, sé quién fue la persona que filtró la información, todos los comentarios y publicaciones que se hicieron sobre el tema. Están siendo eliminados de la red, en cuestión de una hora, no quedará ni rastro.Le cuenta a su hermana para que esté más tranquila, sabiendo lo mucho que la afectan este tipo de cosas.—¿Quién fue? —aunque se hace una ligera idea, quiere cerciorarse de quien pudo haber sido.—Katia, aunque intentó hacerlo de forma anónima, pude rastrear su IP y , le he dejado un traguito amargo —sonríe, imaginando el gran problema que tendrá que enfrentarse.—¿Qué le hiciste? —achina los ojos al ver la cara que pone su hermano.
Maite sale de casa temprano a la oficina, por las siguientes semanas, Gerard ha decidido que se encargara de las reuniones tanto dentro como fuera de la empresa, de ese modo evitarle un trago amargo a su hija.—¿Lista para enfrentar al mundo? —Marcus abre la puerta para ella con una leve sonrisa en los labios.—Lista para verlo arder si es necesario —sube al carro colocándose el cinturón de seguridad.—Ante situaciones como estas es mejor trabajar desde la sombras, que el enemigo nunca sospeche el ataque, solo así vencerás —le guiña el aojo y emprende la marcha.Maite piensa lo que ha dicho Marcus, pero no sabe hasta qué punto sea conveniente para ella. Siempre ha ido de frente, imponiéndose a sus deseos.Al entrar al edificio, todas las miradas se posan en ella, pero nadie es capaz de omitir comentario ni siquiera respirar. Gerard se encargó de hacerles saber a todos las consecuencias por la que están pasando Cristian y Katia.—Buenos días señorita Maite, que gusto tenerla de vuelta
A primera hora de la mañana, Gerard y Mía se van al encuentro con Darrent, no sin antes pedirle a Yaret que se una a la reunión.—Sabes que no es necesario que vayas conmigo —trata de persuadirla, no le gusta que vaya a ese lugar.—No empieces, ya lo hablamos —Mía revisa su correo mientras están de camino, ignorando las constantes protestas de Gerard.—Prométeme que no te vas a separar de mí en ningún momento —agarra su mano dejando un beso en ella.—Lo prometo —voltea a verlo un tanto cansada, ya ha perdido la cuenta de cuantas veces le ha pedido que se lo prometa.El carro se estaciona y Yaret se acerca para recibirlos.—Hace mucho que no nos veíamos, ¿acaso ya te casaste y tu toxica no te deja visitarnos? —Mía le da un fuerte abrazo.Gerard frunce el ceño al ver la forma tan efusiva en que su esposa lo abraza.—Gerard, amigo, veo que sigues siendo sobreprotector con Mía, ¿acaso no te das cuenta que ella solo respira por ti? —Yaret se burla de Gerard al verlo molesto.—Como sea, vam