Definitivamente no he salido de un problema cuando ya estoy en otro, porque de todos los lobos que este hombre pudo ser, es el mismísimo rey de los alfas, presidente de la asociación unánime y el despiadado alfa que somete incluso a hombres como Robert.
— Quiero pedir disculpas, señor Waldorf, esta mujer está completamente loca, por eso, hace cosas inapropiadas como estás. — dice el alfa Robert tomándome del brazo para alejarme del rey alfa. ‘Finalmente hace algo que le agradezco, alfa.’ le digo mentalmente. Pero, el esfuerzo por alejarme de un hombre tan peligroso no da los resultados que esperaba, ya que, el rey alfa se aferra a mi cuerpo de tal manera que no puedo alejarme siquiera un centímetro de él. — Parece que tu manada requiere de varias clases de modales o quizás, no sabe de lo que soy capaz y por eso, son tan osados, ¿no es así, querida? — pregunta el rey alfa suavizando sus palabras para mí, pero, yo siento que es más una amenaza que cumplirá por mi atrevimiento. — Mis disculpas por ofenderlo, señor. Solo esperaba que entendiera que cualquier cosa que ha hecho esta mujer y lo ha ofendido, no es respaldado por la manada, así que, espero que no nos castigue por los errores de esta dañada mujer. — ¿Dañada? — pregunta el rey alfa y yo comienzo a llorar, porque ahora si estoy muerta. Si las heridas de alfas comunes me dejan en cama por dos semanas, si este hombre me lastima, moriré. Aun no sé cómo me recuperé tan rápido de un rechazo. Pero, dudo que vuelva a suceder un milagro de la misma forma para la misma persona. ‘Parece que te gusta surfear en el mar de la muerte con la parca como compañera, Antonella.’ Me quejo mentalmente. — Sí, esta mujer no tiene su loba y por ello, solo es una humana con leves beneficios como mujer lobo. — Entiendo, puedes marcharte. — dice el rey alfa al alfa Robert. — ¿Eh? — ¿Tienes un problema cognitivo que te impida entender que es lo que quiero decirte cuando evidentemente fui claro? — pregunta el rey alfa liberando su aura que incluso a un alfa tan fuerte como el alfa Robert le hace daño. — Me marcharé. — dice el alfa Robert huyendo mientras yo me esfuerzo por respirar. — Ya se ha ido, ahora si podemos hablar. — dice él girándose hacia mí mientras yo me aferro a un poco de oxígeno sin sus feromonas. Él de inmediato, deja de liberar sus feromonas y yo puedo inhalar para aliviar el dolor que siento en mis pulmones por no poder respirar bien. — Oh, lo siento, no recordé que no eres inmune a mi aura. — dice él y un hombre nos observa sorprendido. — Señor… — Jason, cancela todas mis reuniones, estaré ocupado. — ordena el rey alfa cargándome, porque no soy capaz de mantenerme siquiera en pie. Mi corazón late frenéticamente y quiero llorar del miedo que siento, pero, su aroma parece inhibir mi cuerpo, porque no soy capaz de ordenarle algo y que este obedezca. Es como si desconectara mi comunicación con él. — Ahora estaremos solos aquí, por lo que, espero que me expliques que es lo que está sucediendo. — dice el hombre dejándome sobre un sofá del gran salón en el que nos encontramos. — Lo siento mucho. — ¿Qué sientes exactamente, Antonella? — pregunta él. Yo siento que mi corazón se acelera sin saber porque lo hace, porque exactamente debería estar huyendo lejos de este hombre o implorando perdón en vez de estar aturdida con el corazón a punto de salirse de mi pecho. — ¿Qué debería hacer contigo? ¿Necesito sacarte las palabras de la boca? — pregunta él. — Rey alfa… — Edmond, mi nombre es Edmond. — S-señor Edmond. — ¿Por qué dejas que te traten así, Antonella? — ¿Tengo otra opción? Soy una loba sin familia y con fallas. — ¿Por eso eres mi mate y el de él? — pregunta él cruzándose de brazos y yo me limito a asentir. El hombre con cuerpo musculoso, mirada penetrante, barba bien cuidada y muchos tatuajes en su brazo izquierdo, se gira para colocar sus manos sobre su escritorio, dándome la vista perfecta de su trasero tan abultado y bien distribuido. — Entonces, tengo una mate que tiene a su alfa y a mí como parejas destinadas. — dice él. — No, señor. El señor Robert me ha rechazado, ayer cuando volvió a verme y estaba muriendo, fue porque recibí su rechazo. — digo y él asiente lentamente. — Me parece bien. — dice él abriendo los puños de su camisa. — ¿Qué quiere decir? — Ahora es momento de definir lo nuestro. — dice él y yo trago duro. ‘Va a rechazarme. Entonces, Antonella, ¿Cómo podrás sobrevivir a dos rechazos en menos de veinticuatro horas?’ me pregunto mentalmente. Sentí morir al aceptar el rechazo del alfa Robert, así que, ¿Cómo será todo cuando el rechazo viene de alguien más fuerte y poderoso? No, lo que debe preocuparme es recibir dos rechazos, varias lobas han muerto debido a un rechazo y las que han sobrevivido, parecen cuerpos sin alma, por lo que, si yo recibo dos rechazos, será todo peor. ‘No le des vuelta a esto, Antonella. Acepta tu destino, después de todo, morir ahora es mejor que regresar a una manada donde seré maltratada hasta el final de mis días o divagar sin hogar.’ Me digo mentalmente. — Estoy lista, rey alfa. — ¿En serio? — pregunta él con una ceja levantada. — Sí, estoy lista. — digo limpiando mis mejillas húmedas por mi llanto. — Entonces, ¿Por qué estás llorando ahora? — pregunta el rey alfa. ‘No me diga que es tan cruel para impedirme llorar cuando tanto lo necesito.’ Me digo mentalmente. — ¿No se me permite llorar antes de morir? — ¿Morir, Antonella? ¿De qué hablas exactamente? — Del rechazo, estoy lista para su rechazo. — digo con mi mirada en el suelo. — ¿Cuál rechazo? ‘¿Acaso piensa jugar conmigo? ¿Va a hacerme sentir esperanzada, para después rechazarme?’ me pregunto mentalmente. — El suyo, va a rechazarme, lo sé. Así que, dígalo, le aseguro que no me aferraré a usted por mucho que quiera vivir. — ¿De qué tonterías hablas? Yo no voy a rechazarte. — dice él y yo levanto mi mirada hacia el hombre sin camisa. — Rey alfa, no le entiendo. — Lo haré simple para que me entiendas: ¿te quitas la ropa o te la arranco? Sellemos esta unión marcándonos. — dice él acercándose peligrosamente a mí. ‘¡¿Qué dijo él?!’ me grito mentalmente. — Entonces, será arrancada. — dice él arrancando mi blusa para acercar su boca a mi pecho.Intento procesar que es lo que está sucediendo, porque no me parece lógico que un hombre tan poderoso se conforme con una mujer lobo defectuosa, pero, él no está jugando, ya que, se pega a uno de mis pechos con tanta violencia que no puedo evitar gemir.Mi espalda se arquea, mis manos se aferran a él y yo soy cargada por él rumbo a una pared que se abre antes que la toque con mi espalda. Sus manos, se aferran a mi ropa y en pocos segundos soy despojada de esta, causando que reaccione por el calor que mi cuerpo siente y él parece provocar.— ¡Espera un momento! — digo alejándome de él solo para tropezar con la cama que me hace rebotar cuando caigo sobre ella.— Si estabas cansada de la posición, pudiste decirme, querida. Pero, no te regañaré, ver tu pecho rebotar es una vista hermosa.— ¡Rey alfa! — exclamo avergonzada, cubriendo mi pecho son mis brazos.— ¿Por qué te cubres? Anoche lamí cada parte de tu cuerpo para sanarte, así que, no hay un solo centímetro de tu piel que no conozca.
El dolor me invade y yo me aferro al cuerpo de este hombre desconocido, que solamente he visto pocas veces y la mayoría de estas han sido para causarme miedo. Ya que colocando en una balanza lo que conozco y tengo en comparación a lo desconocido que él me proporciona, el rey alfa es la mejor opción.‘Dijo que te sacaría de esa manada y eso es lo que necesitamos.’ Me digo mentalmente.Mis manos se aferran a su cuerpo arañando su piel, pero eso a él no le importa porque está concentrado con sus manos aferradas a cada lado de mi cadera para poder presionar o levantar levemente mi pelvis y así comenzar con una fricción que aumenta mi dolor.Sus gemidos se escuchan claramente porque su boca está cerca de mi oído y aunque parezca increíble, ese sonido causa que mi cuerpo se sienta tan caliente que me sorprende, porque no debería reaccionar de esta manera ante alguien que apenas he visto.‘Respira profundo Antonella porque esto tardará mucho tiempo.’ digo mientras él deja caer su cabeza sobr
‘Vaya, lo dice como si fuera motivo de orgullo, cuando fácilmente podría llamarlo el rey de los precoces. No conozco la enfermedades de los hombres, pero, seguramente ese tiempo lo hace clasificar como el flash precoz.’ Me digo mentalmente.Con esto, realmente me preocupa que todas las lobas estén experimentando la misma frustración, por lo que me hace pensar: ¿Cómo es posible que sigan naciendo niños cuando estos hombres ni siquiera han preparado bien lo que van a soltar cuando ya lo soltaron?‘A este paso estaremos en vía de extinción.’ Me quejo mentalmente.— No voy a hacerte daño, así que, permite que pueda tratar tu herida. Te prometo que después de haberte ayudado no sentirás dolor. — dice el rey alfa.Lo observó confundida porque realmente me sorprenda que pueda notar que estuve sangrando un poco y que además de ello, no comprenda que es algo normal en una mujer que acaba de perder su virginidad.— ¿Cómo lo sabes?— Percibí un leve olor de sangre en ti. — dice él.— Entonces, d
Voy a enloquecer, realmente perderé la razón ante lo que estoy sintiendo, porque a diferencia de antes, la invasión se siente placentera y poco dolorosa. Estar en un suelo firme, me ayuda a sentirme segura y ni hablar de lo agradable que se siente su cuerpo presionando el mío desde arriba.Mentalmente, cuento para contabilizar los tres minutos, pero, antes de llegar al número cien, él sale de mi interior, para observarme atormentado. Confundida, levanto mi espalda del suelo, pero, antes de poder hacerlo completamente, él me ha girado y limpiando mi trasero con su mano, me invade nuevamente cortándome la respiración.La invasión es la misma, pero, desde una postura diferente, se siente mucho más, por lo que, me aferro a la arena que aprieto en mis manos, mientras intento recuperar el aliento liberado por la invasión que sin comprender que sea peor, me han hecho experimentar.— Antonella… creo que voy a enloquecer. — dice él entrando tan profundamente en mí, que siento que va a partirme
Algo que comprendí en estas horas que he estado junto a este hombre precoz al principio e insaciable después, es que no tenemos la misma percepción del tiempo. Por eso, en un principio tres minutos fueron mucho para él y poco para mí, y ahora tantas horas es poco para él y demasiado para mí.— Si continúa así, podrás causarme mucho daño.— No te preocupes si resulta herida, mi lengua te va a sanar. Intentaré entrar muy profundo en ti para poder sanar cada centímetro que mi polla ha lastimado en tu interior. — dice él y mi cuerpo responde calentándose más.— ¡N-no digas esas cosas vergonzosas!— Parece que te gusta porque me estás apretando mucho más. — dice él y yo lo alejo de mí.He leído muchos libros y realmente me parece imposible que en un segundo él fuera precoz y al segundo siguiente el señor sea todo lo opuesto a eso, por lo que, busco en su cuerpo algo que me diga que está utilizando algún tipo de herramienta para poder durar más tiempo.Nunca lo he visto, pero he leído de ap
Soy consciente que yo misma escogí quedarme con este hombre al no querer marcharme con el alfa Robert. Pero, no pensé que él utilizaría otro tipo de tortura donde perdería algo diferente a lo que acostumbro.‘En la manada Luna Plateada perdía dignidad, orgullo y otras cosas más, pero, no la virginidad. Solo bastaron unas pocas horas cerca de él y ya la había perdido.’ Me digo mentalmente.— Quiero marcarte, Antonella. ¿Puedo hacerlo? — pregunta el rey Alfa y yo trago duro con evidente preocupación.— Señor… rey… Edmond…— Parece que mi pregunta a causado que no puedas pensar correctamente. — dice él caminando con mucha tranquilidad.‘¿Acaso él piensa que marcarse es algo simple? ¿Existe la posibilidad de que haya un hombre lobo en el mundo que tome como algo simple ser marcado?&rs
Salgo del castillo y lo primero que hago es tropezar con alguien que parece más una pared de acero. Por lo que, si no es porque sus brazos me impiden caer, estaría en el suelo sufriendo el dolor de la caída.— ¿Estás bien, mujer de mi hermano mayor? — pregunta un hombre extraño.— ¿Q-qué…?— Oh, hueles tanto a él que si no es por tu cuerpo débil, diría que era él quien vendría hacia mí.— Tú… no, usted, ¿Quién es? — pregunto al observar que es un alfa.El hombre con sus ojos rojos, bonita sonrisa y rasgos faciales parecidos al rey alfa, me observa como si mi situación le causara mucha diversión, cuando posiblemente muera si me quedo durante más tiempo.— Necesito hablar con tu compañero, cuñada. Pero, el mal hermano me ha dejado esperándolo
No tengo la más remota idea de lo que está sucediendo, pero debo reconocer que mi corazón se acelera un poco al pensar que es para mí este mensaje de felicitaciones. Por lo que, sonrío sintiéndome feliz porque al menos una persona se acordó de mi cumpleaños.— Realmente está sucediendo. — susurro al ver las letras con mi nombre.Soy consciente que en el mundo existe muchas Antonella, pero dudo que haya alguna con ese apellido, el cuál únicamente está relacionado a la familia del rey alfa. Además, me he dado cuenta de que ese hombre no es normal, por lo que, sería capaz de anunciar mi relación con él sin realmente haber hablado de cómo sería nuestra relación.— ¿Es posible que este hombre sea mi respuesta? ¿Con quién debería quedarme yo? Vivir en la manada Luna Plateada es un tormento para m&i