Capítulo 5: El rey alfa

Definitivamente no he salido de un problema cuando ya estoy en otro, porque de todos los lobos que este hombre pudo ser, es el mismísimo rey de los alfas, presidente de la asociación unánime y el despiadado alfa que somete incluso a hombres como Robert.

— Quiero pedir disculpas, señor Waldorf, esta mujer está completamente loca, por eso, hace cosas inapropiadas como estás. — dice el alfa Robert tomándome del brazo para alejarme del rey alfa.

‘Finalmente hace algo que le agradezco, alfa.’ le digo mentalmente.

Pero, el esfuerzo por alejarme de un hombre tan peligroso no da los resultados que esperaba, ya que, el rey alfa se aferra a mi cuerpo de tal manera que no puedo alejarme siquiera un centímetro de él.

— Parece que tu manada requiere de varias clases de modales o quizás, no sabe de lo que soy capaz y por eso, son tan osados, ¿no es así, querida? — pregunta el rey alfa suavizando sus palabras para mí, pero, yo siento que es más una amenaza que cumplirá por mi atrevimiento.

— Mis disculpas por ofenderlo, señor. Solo esperaba que entendiera que cualquier cosa que ha hecho esta mujer y lo ha ofendido, no es respaldado por la manada, así que, espero que no nos castigue por los errores de esta dañada mujer.

— ¿Dañada? — pregunta el rey alfa y yo comienzo a llorar, porque ahora si estoy muerta.

Si las heridas de alfas comunes me dejan en cama por dos semanas, si este hombre me lastima, moriré. Aun no sé cómo me recuperé tan rápido de un rechazo. Pero, dudo que vuelva a suceder un milagro de la misma forma para la misma persona.

‘Parece que te gusta surfear en el mar de la muerte con la parca como compañera, Antonella.’ Me quejo mentalmente.

— Sí, esta mujer no tiene su loba y por ello, solo es una humana con leves beneficios como mujer lobo.

— Entiendo, puedes marcharte. — dice el rey alfa al alfa Robert.

— ¿Eh?

— ¿Tienes un problema cognitivo que te impida entender que es lo que quiero decirte cuando evidentemente fui claro? — pregunta el rey alfa liberando su aura que incluso a un alfa tan fuerte como el alfa Robert le hace daño.

— Me marcharé. — dice el alfa Robert huyendo mientras yo me esfuerzo por respirar.

— Ya se ha ido, ahora si podemos hablar. — dice él girándose hacia mí mientras yo me aferro a un poco de oxígeno sin sus feromonas.

Él de inmediato, deja de liberar sus feromonas y yo puedo inhalar para aliviar el dolor que siento en mis pulmones por no poder respirar bien.

— Oh, lo siento, no recordé que no eres inmune a mi aura. — dice él y un hombre nos observa sorprendido.

— Señor…

— Jason, cancela todas mis reuniones, estaré ocupado. — ordena el rey alfa cargándome, porque no soy capaz de mantenerme siquiera en pie.

Mi corazón late frenéticamente y quiero llorar del miedo que siento, pero, su aroma parece inhibir mi cuerpo, porque no soy capaz de ordenarle algo y que este obedezca. Es como si desconectara mi comunicación con él.

— Ahora estaremos solos aquí, por lo que, espero que me expliques que es lo que está sucediendo. — dice el hombre dejándome sobre un sofá del gran salón en el que nos encontramos.

— Lo siento mucho.

— ¿Qué sientes exactamente, Antonella? — pregunta él.

Yo siento que mi corazón se acelera sin saber porque lo hace, porque exactamente debería estar huyendo lejos de este hombre o implorando perdón en vez de estar aturdida con el corazón a punto de salirse de mi pecho.

— ¿Qué debería hacer contigo? ¿Necesito sacarte las palabras de la boca? — pregunta él.

— Rey alfa…

— Edmond, mi nombre es Edmond.

— S-señor Edmond.

— ¿Por qué dejas que te traten así, Antonella?

— ¿Tengo otra opción? Soy una loba sin familia y con fallas.

— ¿Por eso eres mi mate y el de él? — pregunta él cruzándose de brazos y yo me limito a asentir.

El hombre con cuerpo musculoso, mirada penetrante, barba bien cuidada y muchos tatuajes en su brazo izquierdo, se gira para colocar sus manos sobre su escritorio, dándome la vista perfecta de su trasero tan abultado y bien distribuido.

— Entonces, tengo una mate que tiene a su alfa y a mí como parejas destinadas. — dice él.

— No, señor. El señor Robert me ha rechazado, ayer cuando volvió a verme y estaba muriendo, fue porque recibí su rechazo. — digo y él asiente lentamente.

— Me parece bien. — dice él abriendo los puños de su camisa.

— ¿Qué quiere decir?

— Ahora es momento de definir lo nuestro. — dice él y yo trago duro.

‘Va a rechazarme. Entonces, Antonella, ¿Cómo podrás sobrevivir a dos rechazos en menos de veinticuatro horas?’ me pregunto mentalmente.

Sentí morir al aceptar el rechazo del alfa Robert, así que, ¿Cómo será todo cuando el rechazo viene de alguien más fuerte y poderoso? No, lo que debe preocuparme es recibir dos rechazos, varias lobas han muerto debido a un rechazo y las que han sobrevivido, parecen cuerpos sin alma, por lo que, si yo recibo dos rechazos, será todo peor.

‘No le des vuelta a esto, Antonella. Acepta tu destino, después de todo, morir ahora es mejor que regresar a una manada donde seré maltratada hasta el final de mis días o divagar sin hogar.’ Me digo mentalmente.

— Estoy lista, rey alfa.

— ¿En serio? — pregunta él con una ceja levantada.

— Sí, estoy lista. — digo limpiando mis mejillas húmedas por mi llanto.

— Entonces, ¿Por qué estás llorando ahora? — pregunta el rey alfa.

‘No me diga que es tan cruel para impedirme llorar cuando tanto lo necesito.’ Me digo mentalmente.

— ¿No se me permite llorar antes de morir?

— ¿Morir, Antonella? ¿De qué hablas exactamente?

— Del rechazo, estoy lista para su rechazo. — digo con mi mirada en el suelo.

— ¿Cuál rechazo?

‘¿Acaso piensa jugar conmigo? ¿Va a hacerme sentir esperanzada, para después rechazarme?’ me pregunto mentalmente.

— El suyo, va a rechazarme, lo sé. Así que, dígalo, le aseguro que no me aferraré a usted por mucho que quiera vivir.

— ¿De qué tonterías hablas? Yo no voy a rechazarte. — dice él y yo levanto mi mirada hacia el hombre sin camisa.

— Rey alfa, no le entiendo.

— Lo haré simple para que me entiendas: ¿te quitas la ropa o te la arranco? Sellemos esta unión marcándonos. — dice él acercándose peligrosamente a mí.

‘¡¿Qué dijo él?!’ me grito mentalmente.

— Entonces, será arrancada. — dice él arrancando mi blusa para acercar su boca a mi pecho.

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