Soy consciente que yo misma escogí quedarme con este hombre al no querer marcharme con el alfa Robert. Pero, no pensé que él utilizaría otro tipo de tortura donde perdería algo diferente a lo que acostumbro.‘En la manada Luna Plateada perdía dignidad, orgullo y otras cosas más, pero, no la virginidad. Solo bastaron unas pocas horas cerca de él y ya la había perdido.’ Me digo mentalmente.— Quiero marcarte, Antonella. ¿Puedo hacerlo? — pregunta el rey Alfa y yo trago duro con evidente preocupación.— Señor… rey… Edmond…— Parece que mi pregunta a causado que no puedas pensar correctamente. — dice él caminando con mucha tranquilidad.‘¿Acaso él piensa que marcarse es algo simple? ¿Existe la posibilidad de que haya un hombre lobo en el mundo que tome como algo simple ser marcado?&rs
Salgo del castillo y lo primero que hago es tropezar con alguien que parece más una pared de acero. Por lo que, si no es porque sus brazos me impiden caer, estaría en el suelo sufriendo el dolor de la caída.— ¿Estás bien, mujer de mi hermano mayor? — pregunta un hombre extraño.— ¿Q-qué…?— Oh, hueles tanto a él que si no es por tu cuerpo débil, diría que era él quien vendría hacia mí.— Tú… no, usted, ¿Quién es? — pregunto al observar que es un alfa.El hombre con sus ojos rojos, bonita sonrisa y rasgos faciales parecidos al rey alfa, me observa como si mi situación le causara mucha diversión, cuando posiblemente muera si me quedo durante más tiempo.— Necesito hablar con tu compañero, cuñada. Pero, el mal hermano me ha dejado esperándolo
No tengo la más remota idea de lo que está sucediendo, pero debo reconocer que mi corazón se acelera un poco al pensar que es para mí este mensaje de felicitaciones. Por lo que, sonrío sintiéndome feliz porque al menos una persona se acordó de mi cumpleaños.— Realmente está sucediendo. — susurro al ver las letras con mi nombre.Soy consciente que en el mundo existe muchas Antonella, pero dudo que haya alguna con ese apellido, el cuál únicamente está relacionado a la familia del rey alfa. Además, me he dado cuenta de que ese hombre no es normal, por lo que, sería capaz de anunciar mi relación con él sin realmente haber hablado de cómo sería nuestra relación.— ¿Es posible que este hombre sea mi respuesta? ¿Con quién debería quedarme yo? Vivir en la manada Luna Plateada es un tormento para m&i
Las palabras que he dicho, parecen ser ilógicas para él porque me observa confundido y de cierta manera molesto.‘Si vas a terminar con todo esto hazlo de la mejor manera posible para que él no te castigue por haberlo ofendido, recuerda que es el rey alfa, Antonella y tú eres solo una mujer lobo defectuosa.’ Me regaño mentalmente.— ¿De qué locura estás hablando, Antonella? ¿Acaso no te das cuenta que mi destino eres tú? — pregunta él, con molestia.Lo reconozco, mi corazón se acelera frenéticamente ante sus palabras, pero no pudo simplemente dejarme llevar por una felicidad efímera cuando mi vida es tan complicada. Hacerlo solamente pospondría mi dolor solo para sentirse más fuerte en el futuro.— Lo mejor es que nos rechacemos, señor. Así la diosa luna le da una mejor pareja. No asuma la responsabilidad que
Enamorarme es lo que menos debería hacer, y es por ello, que rápidamente me alejo de su cuerpo sabiendo que teniéndolo cerca peligro mucho porque mi razón queda en el olvido y solamente son mis feromonas las que actúan.— Por favor…— Está bien, no hablemos de cosas tristes en estos momentos y mejor vayamos a celebrar tu cumpleaños.— ¿Qué dice? — preguntó confundida, él toma mi mano y me hace subir a otro auto con él.— Entiendo que sea una persona que requiera mucha atención, pero eso no quiere decir que por tenerme cerca se te haya olvidado tu cumpleaños.— Por supuesto que no. Por favor, Edmond, no seas tan narcisista.— Debo reconocer que me gusta cuando me regañas. — dice el rey alfa y el conductor tose mientras sus mejillas se tornan rojas.Realmente quiero morirme en estos momentos p
No decimos algo más y aunque sus feromonas todavía me están afectando grandemente, es algo que medianamente puedo controlar gracias al aire que entra por las ventanas y me ayudan a alejar su aroma de mí.El recorrido ocurre rápidamente y por ello, cuando llegamos a nuestro destino él rodea el auto, abre la puerta y me extiende la mano para poder ayudarme a bajar del auto y caminar hacia uno de mis lugares favoritos; el acuario.— ¿Está todo solo? — preguntó confundida.— Lo reservé nada más para nosotros.La respuesta era obvia, porque en temporadas altas como ésta, el acuario cierra casi a las 9:00 de la noche y apenas son las 8:00.— No debió realizarlo. Yo…— Puedes decirme todas tus excusas después que terminemos de disfrutar el acuario. El tiempo corre, tenemos otros lugares a los que ir. — dice é
Lo reconozco, no hay manera en que esto lo vea como algo malo o que no debería merecerlo. Porque esta vez, prefiero ser egoísta y decir que soy la mujer que más merece este tipo de trato, para estar a la altura de este hermoso momento donde todo es perfecto.‘Nada que pude imaginar se compara a esto.’ me digo mentalmente.Por eso, disfruto cada plato en compañía de un hombre que jamás pensé tener a mi lado, pero, me alegra tener ahora conmigo, porque él no es un hombre que me desprecia, me ha maltratado o me hace sentir menos.— Todo es muy hermoso.— Disfrútalo, Antonella. Fue hecho para ti. Lo mereces, pequeña. Tarde en darte buenos momentos, pero, poco a poco te recompensaré. — dice el hombre que tiene menos tiempo en mi vida llena de sufrimiento.— No necesitas recompensarme por algo que tú nunca causaste.— Yo no lo caus&eac
Sus labios se unen a los míos en un beso salvaje que me roba el aliento y me debilita completamente, porque es como si este beso rompiera las barreras del inhibidor y por ello, fuera capaz de reactivar las sensaciones de su periodo en celo que lo hace romperme la ropa y besar cada parte de mi cuerpo, mientras yo observo la hermosa vista del acuario.— No deberíamos hacer esto aquí.— Es tu lugar favorito y lo será más al hacerte mía aquí. — dice Edmond besando mi intimidad, al punto que pierdo la fuerza en mis piernas.Ni siquiera me atrevo a apartarlo, porque esta vez sus feromonas se perciben con tanta fuerza que doblegan mi razón y someten mi voluntad a lo que él desea. Por eso, sin importarme que alguien nos vea o que debí alejarlo, tengo sexo con él de una forma menos salvaje y más íntima… más cálida.El suelo es nuestra cama, el