Mi mente queda en blanco al no tener la más remota idea de lo que podría realizar con el hombre a mi lado. Porque es que hablando seriamente, ni siquiera yo sé que es lo que me gusta.
— Oh, lo siento. No tengo planes para nosotros.— No te preocupes. Podemos hacer todo lo que tenías planeado con Carolina. Yo me adapto fácilmente a todo. Bueno, menos a perderte. — dice Edmond y yo me ruborizo.— Bueno, ninguno de los planes de los que estuvimos hablando está relacionado a algo que podría realizarse con un hombre.— ¿A qué te refieres?— Yo no fui la que escogí los planes y como podrás notar, tu querida cuñada es un poco… ella. Por lo que, los planes eran ir de compras sin escoltas, depilarnos, hacernos las uñas, arreglarnos del cabello, ir a yoga y otras cositas más.No parece procesar todo lo que le estoy diciendo,Al día siguienteEn el olvido quedó la posibilidad de dormir sola, porque anoche bebimos tanto que no recuerdo en qué momento regresamos a la habitación. Por lo que, lógicamente, Edmond aprovechó el momento en el que no era consciente de mí para compartir la cama conmigo.— Ya ha amanecido, ¿Verdad?— ¿Ah? — pregunto aturdida.— Dijiste que tenías muchos planes que hacer y necesitamos despertar temprano para poder hacer todo ello. — dice Edmond.Aturdida por lo que acaba de decirme, me giro en busca del hombre perfectamente vestido, pero, lo que encuentro es a Edmond completamente desnudo, observándome como si fuera lo más maravilloso del mundo.Su mano sirve como soporte de su cabeza y sus ojos me observan con tanto deseo que pareciera que fueran reflectores en forma de corazón.‘Si sigue mirándome así me va
Evidentemente él parece muy interesado en causarme molestias con las mismas cursilerías y yo debo mostrarle que no puede ir a los extremos. Pero, eso es algo que él no va a entender fácilmente, por lo que, me toca recurrir a medidas desesperadas.¿Y qué mejor medida desesperada que la depilación en cera? Lógicamente no le diré cuál va a ser mi plan, pero sin duda, todo ese cabello en sus piernas, brazos y rostro, desaparecerán antes de que salga con una tontería.‘Sin duda, esa estrategia va a hacer que no quiera salir conmigo a hacer otra cosa de mujeres.’ Me digo mentalmente.— Está bien, dúchate tan rápido como puedas que vamos a salir al spa y necesitamos estar limpios.— ¿Me ayudas a ducharme, amor? — pregunta Edmond sonriente.— Deja de decir tonterías.— Aún no te has terminado de
No tengo la más remota idea si existe en alguna parte del mundo alguna mujer que disfrute de este tipo de cosas con su esposo. Pero en mi caso, a pesar de que estoy sintiendo algo muy fuerte por él, no quiero realizar esto cuando sé sus intenciones oscuras.Es por ello, que estoy buscando la manera más salvaje de decirle que no haga parte de esto. Porque sé que su única intención de pasar mucho tiempo conmigo es tener mayor posibilidad para tener sexo.‘Edmond solo piensa en sexo y por ello, se esfuerza en que estemos bien.’ me digo mentalmente.— ¿Qué cosas divertidas tienes pensado mostrarme? — pregunta Edmond curioso.— Siendo sincera contigo, no hemos empezado porque te estoy dando la oportunidad de que te marches ahora mismo.— ¿Acaso no me quieres aquí porque las batas que dan no son para mí y están mostrando lo que te pertenec
Al parecer, lo que evidentemente organicé para poder burlarme de Edmond durante algún tiempo ha llegado a su fin mucho antes de comenzar y la verdad es que no siento ninguna culpa porque yo debo defender lo que es mío y mi esposo lo es.‘¿Vas a negar que estás celosa, Antonella?’ Pregunta mi mente y yo no respondo.— Lamento mucho el inconveniente que acaba de suceder. Le prometo que no volverá a pasar.— Trae a un hombre. Quiero que quien le haga el masaje a mi esposo sea un hombre. — digo y esta vez es Edmond quien libera las feromonas con fuerzas.— ¡Por supuesto que no! — dice Edmond de inmediato.Edmond no habló, sino que gritó con tanta fuerza que nos asustó a ambas. De inmediato, puedo notar que mi malestar ha pasado a Edmond porque sus ojos incluso se ven rojos del enojo.‘Si no lo calmó, ahora va a transformarse.’ Me
Realmente no tengo la más remota idea, si es que yo soy terrible vengándome o es que Edmond me conoce tanto que anticipa cada una de mis movimientos. Pero de lo que sí estoy segura es que no voy a retroceder.‘Él no lo hizo aunque lo sabía, así que, que no me culpe si grita demasiado.’ Me digo mentalmente.Edmond acaricia suavemente mi cuerpo utilizando solamente dos dedos y es esa la estimulación suficiente para hacer que mis piernas se debiliten y yo deba aferrarme a sus músculos para no caer.‘A veces es tan molesto que tenga tanto poder sobre mí.’ Me quejo mentalmente.— Entonces, querida esposa, ¿Quieres matarme primero de placer y después del sufrimiento o cómo hacemos? — pregunta Edmond liberando todas tus feromonas que me sorprende no estar tosiendo en estos momentos.— Edmond, estamos en un spa. — le recuerdo.&mda
Es aquí cuando me pregunto, ¿En dónde quedó mi venganza por él ser tan lujurioso? Pero además de eso, ¿Cómo puedo vengarme de alguien lujurioso si pareciera que yo estuviera en el mismo nivel que él?Porque sí, quien comenzó con sus pensamientos lujuriosos al punto de estar erecto durante todo este tiempo fue él, pero, yo también estoy tocándome en estos momentos y disfrutando del hecho que él me observe haciéndolo.‘Unos completos pervertidos, eso es lo que somos.’ Me digo mentalmente.— No sé qué piensas tú al respecto, pero siendo sincero, a mí no me interesa el lugar en el que nos encontremos, sino las ganas con la que deseamos comernos y de esas sobran. Así que, ven, querida, si tu mano no es suficiente, aquí estoy.— No lo haré.— Oh, has caído en negaci&oac
Se supone que no debería estar haciendo esto, pero, me llevo más allá del límite y por eso, termino casi muriéndome, por lo que, Edmond entra en pánico y me aleja de él liberando tantas feromonas que pierdo mi fuerza de voluntad tanto física como mental.— ¡Antonella!— Estoy bien. No te preocupes, estoy bien. — digo tosiendo.— Casi te me mueres. — dice Edmond con sus ojos nublados por las lágrimas.— Edmond no llores, ni siquiera me estaba muriendo.Edmond de inmediato me revisa la boca como si algo terrible hubiese sucedido y después me abraza casi asfixiándome.— Oh, por la diosa Luna, si te hubiese pasado algo, me habría cortado mi polla por mucho que me gustara tenerla para complacerte.— ¿Entonces con que me ibas a complacer? — pregunto aun tosiendo.— Algo me inventaba, pero no pod
Quiero gritar porque el muy desgraciado se atreve a caminar por el pasillo completamente desnudo. Pero mi voz no sale y por eso termino moviéndome asustada para bajarme de su cuerpo.— No te preocupes, solamente tú podrás mirarme.— ¡Edmond! — digo con voz ronca.— Le he pedido a mi gente que desocupe el spa. Así que no te preocupes, seguramente ya todos se han marchado.— Sigo… oliendo.— No te preocupes, todo esto apesta a humanos, pero eso no quiere decir que todavía estén aquí.— No…Ya he llegado a un punto donde puedo diferenciar perfectamente cuándo alguien está cerca y cuándo no, por lo que, aunque no percibo el calor de los humanos aquí, puedo sentir que están muy cerca.— Edmond…— Un momento, tú no eres de las que se equivoca con su olfato.— Aj&aa