A pesar de que sigo teniendo mucho dolor por todo el desgaste físico que tuve teniendo relaciones sexuales con Edmond, ahora me siento menos adolorida gracias al vino que ha entrado en mi sistema.

Por lo que, veo la vida mucho más pintoresca y disfruto riéndome de las ocurrencias de Carolina. Una mujer que parece no tener resistencia al alcohol porque ya arrastra las palabras.

— Y entonces le dije a Mike, ¿Qué tanto es tanto? — pregunta Carolina, riéndose de sus propios chistes, que solamente ella comprende.

— ¿Qué has dicho? — preguntó confundida, y ella solamente se ríe como una completa loca.

Las personas a nuestro alrededor nos observan curiosamente y sonríen al ver como Carolina se ríe de forma escandalosa por cosas que no generan risa. Pero, yo dejo que sea feliz. Porque incluso con tantos inconvenientes que he tenido hasta el momento, soy capaz de se