La operación de Aarón fue un éxito, solo con la mala noticia que no despierta, Sara está a la expectativa de lo que el doctor está diciendo, su condición física se ve estable, pero tiene ese problema que no sale del coma. —¿Qué significa eso, doctor? —ella indagó. —Que, si no despierta, nos tocará desconectarlo, no tiene sentido mantenerlo mucho tiempo conectado. —Sara se retira a su habitación, no quiere que los demás la miren preocupada. «Eres un idiota, porque te abalanzaste de esa manera, mírate ahora cómo estás, tienes que despertar, aún no me he vengado de ti, no te libraras de mi desagravio tan fácilmente». Ella camina de un lado a otro en la habitación, buscando una forma para que él regrese de dondequiera que este, se asomó que todos hayan despejado el pasillo, al ver que ya no hay nadie, sigilosamente se introdujo en la habitación donde está él, cierra la puerta con seguro. Se le acerca y lo mira todo indefenso. «¿Dónde está el hombre que me humillaba, que se creía ser u
Charlie sabe que su sobrina tiene que sanar, lo mejor es que esté lejos de él, porque el plan podría venirse abajo, sabe que con la bipolaridad que padece Aarón todo podría ser un desastre. —Dígame señora. —Nos vamos, Lucía. —Entendido. —la joven, sin indagar nada, tomo las cosas que Sara le extendió y la siguió. —¿Qué pasa aquí? —dijo con enfado Albert al ver a las mujeres con maletas en mano, bajar las escaleras, en la planta baja las aborda. —Es que no os veis, nos vamos, así que con permiso. —Ella no va a ningún lado. —señalo a Lucía— Tú te quedas. —Lo siento, yo estoy donde está la señora. —La escuchaste, hasta a un lado. —Dije que tú no vas a ningún lado. —los hombres de Albert se colocaron tras de él. —Ella no te pertenece, no seas iluso, hazte a un lado ¡¡Joder!! —¿Qué está pasando? —Charlie, al oír el escándalo, interviene. —Aquí que a la amazona le ha dado por llevarse a mi mujer, eso no lo voy a permitir. —¿Acaso eres algún tipo de dictador? Solamente esto nos f
La charla le pareció muy extraña, Charlie sabe que Aarón está tramando algo, pero aún no lo ha descifrado, tiene que mantenerse en alerta, esta vez no permitirá que dañe a su sobrina. —Quiero que me hagas un favor. —¿Cuál? —No le digas nada de esta conversación y menos a ella. —No puedo ocultarle cosas a mi sobrina, es un código que tenemos. —eso molesta a Aarón, que sean tan cercanos, la verdad no sabe si son familia o simplemente fingen. —¿Desde cuándo, eres su familia? —Desde que mi hermana murió, ahora ella es mi protegida. —Entiendo, solo no me hagas sentir más idiota de lo que soy. —a Charlie le causa risa. —Eso será imposible, pero te deseo toda la suerte del mundo, para que intentes acercarte a mi sobrina. —Ella tiene que ser únicamente mía. Charlie observó el interés y firmeza de sus palabras, lamento que su sobrina sufriera mucho por un hombre tan cambiante como lo es Aarón, no es que lo considera una mala persona, sino que su sobrina no se merecía un tipo de su nat
Sara con su indiferencia se marchó del lugar, dejando a Aarón mirándola cómo se alejaba, en eso uno de sus hombres se acercó y le entrego el celular que encontró en el suelo, Aarón grito “retirada”, todos se marcharon del lugar. Llego al hotel, está por llamar a Josh para saber si ya se acomodaron cuando saca el celular que su subordinado le entrego. Lo abre y mira que no tiene clave, revisa las llamadas recientes, y es ahí donde nota que es el celular de ella, lo comienza a registrar, cuando abre la galería del celular su corazón se le hizo chiquito. Vio uno a uno los videos de su hijo, sus lágrimas corrían por sus mejillas al escucharlo, decir papá, lo miraba una y otra vez, videos de sus primeros pasos, su primera palabra, como si lo llamara. «Mi hijo, mi bebé, que hermoso estas, soy tu padre». Su corazón palpitaba como nunca, no dejaba de reproducir uno a uno cada video que le mostraba el crecimiento de su hijo, se limpiaba sus ojos para poder ver con claridad a su primogénito,
Las cosas para Fabricio y Charlie van subiendo de tono, el ambiente se torna romántico para ellos y esa oportunidad Charlie no la va a desperdiciar. El joven se da la vuelta y comienza a besarlo a él, es un beso con mucho sentimiento, se besan por unos minutos, mientras Fabricio pasa sus manos por el cuerpo de él, eso le indica que el joven quiere proseguir. Charlie toma el control, lo besa por todo su cuerpo, trata de no hacer nada que dañe al joven, así que le habla al oído todo el tiempo que lo está tocando y besando, quiere que se sienta seguro con él. —Me encantas Fabricio —eso hace que el joven reaccione. Fabricio se subió encima de él quedando arriba, le sonríe cuando se le acerca para besar sus labios, Charlie le encanta lo que joven hace, él toca su trasero y observa al joven a ver qué reacción tiene. —Quiero entrar aquí. —él asiente, Charlie le da la vuelta. Busca un bote de lubricante que trajo, unta uno de sus dedos, coloca a Fabricio boca abajo con su trasero en alto,
Aarón Tiene todo listo, así que decide regresar a casa, al llegar Fabricio lo pone al tanto de todo, mando a Josh con algunos videos para ver si da con su hijo, le recomendó que si lo encuentra que le avise y que solo los vigile y no se deje ver de Francisca, ya que ella lo reconocería. Se bañó y se cambió con una camisa oscura, manga tres cuartos y un jean azul, con zapatos de vestir, reviso en su bolsillo si lleva el celular de ella, tomo uno de sus autos y se dirigió a casa de Sara, su plan conquista comienza. —¡¡Señora, el señor Aarón está aquí!! —corrió Lucía avisarle a Sara, quien estaba en su despacho. —¿Qué quiere? ¿Qué hace ese demonio en mi casa? —No lo sé, en este momento está entrando. ¿Qué hago, señora? —¡¡Recíbelo!! Tu tranquila, ya veremos qué es lo que busca aquí. Lucía bajo a la sala, Aarón está sentado, al ver a Lucía bajar sola, se quiso molestar, porque Sara se está portando bien infantil, desea gritarle que él ya sabe su identidad, nada más, que no quiere arr
Ambos quedaron abrazados, agitados por lo feroz del acto sexual que ambos han tenido, hasta que un toque en la puerta los hizo ponerse en alerta. Él se vistió lo más rápido que pudo, beso a Lucía. —Es hora de irme, volveré por ti, pronto —ella quiere decirle que ella no puede abandonar a su señora— Déjamelo todo a mí, preciosa. Así como entro salió de ahí, tan sigiloso como pudo, sabe que la única forma de que ella tome valor para venirse con él es embarazándola, y el encantado porque la quiere como la madre de sus hijos. Dos de los hombres que sirven a Aarón fueron por las chicas al hotel, el recorrido es largo hasta la casa de Sara, pero ambas mujeres venían alegres porque pensaban que iban directo a la casa de él, así estarían más cerca de su romeo y poderlo conquistar, pero los hombres las escoltaron hasta la casa de su nueva patrona. Ellas se bajaron de la camioneta como grandes divas, quitaron sus anteojos de sol al ver la enorme casa, se miraron de forma pícara, ordenaron a l
En tanto, Sara procedió a levantar a sus primas a las cinco de la mañana, donde ellas alegaron que para ser hermosas, deben dormir más, lo que Sara les amenazó con descalificarla para ocupar el puesto de modelos de la marca de Aarón. De inmediato, se levantaron y, a la media hora, salieron como todas las damas bien arregladas y con unos tacones de gran tamaño. —Señora, sus familiares son insoportables. —Lucía está perdiendo la paciencia. —Lo sé, me irritan a mí también. Quiero que las pongas a limpiar cada maldito vidrio que haya en la casa y si te brincan tú diles que se pueden ir. —Como ordene, creo que me divertiré este día con ellas. Sara se fue al despacho, no sabe si son sus primas las que se están vengando porque la frustrada es ella, esas mujeres la vuelven loca. Lucía no evitó reírse cuando las ve bajar todas elegantes de las escaleras, si supieran lo que van a hacer, como les harán para lavar las ventanas con esas ropas y tacones. —Hey sirvienta, ven acá, —Lucía se les a