Sara y Aarón llegan a la mansión, ella se baja apresuradamente. Era una tortura venir junto a él y no golpearlo. Su mirada lascivia la molestaba, pero lo que más le preocupa es la situación de Fabricio y Paolo. Casi al mismo tiempo llega el auto de Charlie, quien mostraba una expresión de inquietud. —¿Dónde están? ¿Tú estás bien? ¿Cómo fue que paso ese ataque? —Charlie revisa Sara. —¡Ella está bien, no exageres! —Aarón pasa en medio de ellos, separándolos, con un poco de molestia. —¡Tú siempre con tu mal humor! ¿Dónde está Fabricio? —Ha de estar siendo atendido por el médico, aún no sé su estado. —Él miró a Sara para que avanzara, ella solo le da una mirada asesina, no se va a doblegar con él. —Vamos tío, quiero ver a Paolo, para que me cuente qué le pasó a Lucía. Ellos entraron a la mansión, Aarón solamente volteo los ojos, y los siguió, enseguida buscaron a los heridos, uno de los trabajadores les indico la habitación de cada uno, Sara le dijo a Charlie que iría primero con Pao
Aarón se fue muy pensativo después de la reacción de la mujer, algo en ella le hizo recordar a Sara, pero se sacude la cabeza, porque ellas son muy diferentes de cuerpo y carácter, no tienen nada en común, se estaba volviendo loco de siquiera imaginárselo.—¡¡Con su permiso!! Me mando a llamar, patrón.—Ten esta llave, abre la habitación para la mujer que está con Charlie.—No comprendo, usted tiene prohibido la entrada a esa habitación, y ahora se la quiere dar a esa mujer.—Te he dado una orden, obedece.—¡¡Disculpe!! Haré lo que ordena. —la empleada salió de su despacho, dejándolo viendo hacia el ventanal, perdido en sus pensamientos.«No creo haber escuchado mal, dijo que no volvería a ser mi mujer, pero qué demonios está pasando, esa mujer hasta hace poco la conozco, y la única que reconocí como mi mujer fue a Sara».En eso escuchó pasos en el pasillo, se apresuró hacia la puerta para asomarse, sus miradas se toparon sin ni siquiera darse cuenta, él está confundido, porque esta mu
Ella subió la camioneta de mala gana, él no le dice nada, simplemente se sienta a la par de ella y da la orden para avanzar. Llevó un mapa en el que Charlie le reveló que se refugiaba Albert. Mientras el auto avanza, él examinó el terreno mirando detenidamente el mapa. —¿Conoces el terreno al que vamos?—Sí, aunque escalarlo está difícil.—¿Tenemos que escalar? ¡¡Demonios!! Nunca he escalado nada.—Te conviene quedarte en el auto. Deja esto a los hombres.—A mí no me dejas atrás, yo voy contigo.—¿De dónde sacas tanto coraje, mujer?—Si te lo dijera, eres hombre muerto. Mejor dejemos las cosas quietas.—Me intrigas mujer. —Aarón sonríe sarcásticamente—Una recomendación, no te apartes de mi lado, Albert tiene varios, francotiradores y te aseguro que no se detendrá para usarlos, mis hombres saben su forma de hacer las cosas.—No te preocupas si algo aprendí es a cuidarme sola. —él entre más cerca la tiene, más es atraído a ella, no es por su belleza, ni su cuerpo, sino algo más que lo t
Entro a la habitación, tomo su ropa y se vistió, entro al baño, tomo por sorpresa a Lucía suspendiéndola en brazos y la deposito en la cama. —Vístete, cariño, tenemos visita. —¿Qué visitas? —Creo que la amazona viene por ti. —en ese momento ella se puso a llorar— ¿Qué pasa? —Albert se sentó a la par de ella cubriéndola con la tolla. —Le he fallado a ella. Está mal lo que he hecho y sentirme bien. —¿Qué dices, mujer? —Me siento mal, ella arriesgándose por mí y yo aquí disfrutando lo que usted me ha hecho, me siento miserable… —¡Disfrutando! Me alegra escuchar eso de ti. —ella asiente con la cabeza, la vergüenza la envuelve— Me alagas, lamento que las cosas se dieran de esta manera, pero no pienso entregarte a ella, ahora eres mi mujer. Ella abrió los ojos y lo miró fijamente, no hay mentira en ellos, pero ella no se puede quedar con él, tienen una madre enferma por quien velar, además la vida que él lleva, ella no la conoce, ni siquiera lo conoce a él, son tantas interrogantes q
—¡¡Despertaste!! Me alegra tanto —Charlie no puso cuidado a sus palabras, solamente le importaba que al fin despertó, así que lo abrazo, aunque el joven le rechazo. —¡¡Aléjate de mí, ¿no sé qué haces aquí?!! —¿Qué sucede contigo? —Vete con tu hermosa familia y déjame en paz. —¡¡Ah!! Comprendo, ¿Eso es lo que quieres? Que te deje en paz y me olvide de ti. —Sí, eso quiero, lárgate de una buena vez. No te soporto ver. —Está bien, me iré si tú me dices que no sientes nada por mí, te prometo que jamás me cruzaré en tu camino, te dejaré en paz. —el joven lo quedo viendo, no podía decir eso, porque se estaba muriendo por él— Muchacho tonto. —al ver que Fabricio no pudo decirle eso, le tomo de la barbilla y lo beso, con mucho sentimiento, para que el joven entendiera que él a quien quiere es a él. **** La herida de Aarón no deja de sangrar, Sara la aprieta fuertemente a modo que la sangre se estanque, el médico le inyecta para que resista al menos hasta llegar donde está el equipo, Lu
La operación de Aarón fue un éxito, solo con la mala noticia que no despierta, Sara está a la expectativa de lo que el doctor está diciendo, su condición física se ve estable, pero tiene ese problema que no sale del coma. —¿Qué significa eso, doctor? —ella indagó. —Que, si no despierta, nos tocará desconectarlo, no tiene sentido mantenerlo mucho tiempo conectado. —Sara se retira a su habitación, no quiere que los demás la miren preocupada. «Eres un idiota, porque te abalanzaste de esa manera, mírate ahora cómo estás, tienes que despertar, aún no me he vengado de ti, no te libraras de mi desagravio tan fácilmente». Ella camina de un lado a otro en la habitación, buscando una forma para que él regrese de dondequiera que este, se asomó que todos hayan despejado el pasillo, al ver que ya no hay nadie, sigilosamente se introdujo en la habitación donde está él, cierra la puerta con seguro. Se le acerca y lo mira todo indefenso. «¿Dónde está el hombre que me humillaba, que se creía ser u
Charlie sabe que su sobrina tiene que sanar, lo mejor es que esté lejos de él, porque el plan podría venirse abajo, sabe que con la bipolaridad que padece Aarón todo podría ser un desastre. —Dígame señora. —Nos vamos, Lucía. —Entendido. —la joven, sin indagar nada, tomo las cosas que Sara le extendió y la siguió. —¿Qué pasa aquí? —dijo con enfado Albert al ver a las mujeres con maletas en mano, bajar las escaleras, en la planta baja las aborda. —Es que no os veis, nos vamos, así que con permiso. —Ella no va a ningún lado. —señalo a Lucía— Tú te quedas. —Lo siento, yo estoy donde está la señora. —La escuchaste, hasta a un lado. —Dije que tú no vas a ningún lado. —los hombres de Albert se colocaron tras de él. —Ella no te pertenece, no seas iluso, hazte a un lado ¡¡Joder!! —¿Qué está pasando? —Charlie, al oír el escándalo, interviene. —Aquí que a la amazona le ha dado por llevarse a mi mujer, eso no lo voy a permitir. —¿Acaso eres algún tipo de dictador? Solamente esto nos f
La charla le pareció muy extraña, Charlie sabe que Aarón está tramando algo, pero aún no lo ha descifrado, tiene que mantenerse en alerta, esta vez no permitirá que dañe a su sobrina. —Quiero que me hagas un favor. —¿Cuál? —No le digas nada de esta conversación y menos a ella. —No puedo ocultarle cosas a mi sobrina, es un código que tenemos. —eso molesta a Aarón, que sean tan cercanos, la verdad no sabe si son familia o simplemente fingen. —¿Desde cuándo, eres su familia? —Desde que mi hermana murió, ahora ella es mi protegida. —Entiendo, solo no me hagas sentir más idiota de lo que soy. —a Charlie le causa risa. —Eso será imposible, pero te deseo toda la suerte del mundo, para que intentes acercarte a mi sobrina. —Ella tiene que ser únicamente mía. Charlie observó el interés y firmeza de sus palabras, lamento que su sobrina sufriera mucho por un hombre tan cambiante como lo es Aarón, no es que lo considera una mala persona, sino que su sobrina no se merecía un tipo de su nat