Lo que sucedió segundos después fue un caos, el ruso dio una señal y sus hombres comenzaron a disparar, acabando primeramente con el sujeto de la boca llena de baba y los que estaban a su alrededor, pero pronto tuvieron compañía y eran muchos. Estos entraron y eliminaron a los primeros que vieron. No se habían equivocado al pensar que habían muchos, era una emboscada y los tenían rodeados, pero eso no cambiaba el hecho de que Andrei era una máquina de matar.—Que empiece el show —dijo Lucas, empezando a disparar a todos los que veía. Pasaron muchos minutos entre disparos cuando ya se estaban acercando a su objetivo: la habitación donde se suponía que estaba Elisa, pero cuando llegaron allí, estaba completamente vacío el lugar, a no ser por los matones que los estaban esperando, y Andrei supo que tenía un traidor entre sus hombres.—¡Maldita sea, ¿quién es el puto traidor?! —gritó con cólera.De pronto otras puertas más grandes se abrieron, dejando salir un ejército de hombres que s
Habían pasado dos meses desde que Elisa volvió a su país natal, pero a pesar del tiempo, la castaña no había podido lograr olvidar lo que había vivido en Rusia ni mucho menos al hombre que amaba.Este no abandonaba sus pensamientos ni un momento.Su madre estaba preocupada porque la terapia no funcionaba, nadie la entendía y no encontraba consuelo en nada. La mala experiencia había sido tan fácil de olvidar, pero la buena le era insoportablemente difícil.El amor y el dolor se quedaron dentro de su ser, el ardor y el dulzor que Andrei Borisov le había hecho sentir aún estaba inyectado en su piel.Su vida casi había vuelto a la monotonía de antes pero se le habían medido algo extra que la convertían en una pesadilla. Siempre creí oír su voz cuando dormía o mejor dicho, cuando intentaba hacerlo, aún se reproducía como una nota de diaria que creaba en su mente, añadiendo un "amo", al final de la frase, por lo cual Andrei le correspondía sus sentimientosIncluso podía sentir cómo se le p
—¿Encontraron su foto? —dijo ella, asombrada.—No fue fácil, algunos coinciden con los cuerpos, pero necesitamos que nos confirme cuál es él, para buscar el cuerpo a quién le pertenece y así garantizar que él ya no esté —dijo y la castaña miró el piso, triste—. Esto podría salvar muchas vidas, señorita Morrison.—Le aseguro… que él ya no estaba —expresó cabizbaja y suspiró, para mirarlo de nuevo—. Si identifico la foto y ustedes usan para identificar los cuerpos que tienen, ¿podrán enterrarlo y dejarme en paz? —dijo hastiada.— Le aseguro de que no nos volveremos a ver, pero usted es la única persona que afirma haber estado cautiva por el mafioso más violento y peligroso de Rusia; la sobreviviente y la que le vio el rostro no tenemos a nadie más —dijo y ella asintió.—Bien —aceptó con una mueca, aunque sentía que quizás iba a derrumbarse en esos momentos."Después de esto, juro que te dejaré ir, Andrei", pensó Elisa decidida.Fueron a la agencia, donde se veían ese tipo de casos inter
Elisa estaba cansada, despertó con un dolor muy grande de cabeza porque había llorado toda la noche sin parar. El pensar en que Andrei pudiera estar vivo era una auto tortura completamente opuesta a la realidad. La chica tenía miedo de encontrar consuelo en esas noticias y que su corazón se volviera a destrozar al volver a la realidad.Se levantó de la cama con nulas ganas de ir a la universidad, pero tenía que ir, así que se alistó.—Buenos días, hija —dijo su madre cuando la vio bajar por las escaleras, pero solo salió de la casa. Se sentía un poco culpable por su comportamiento, su madre y hermana habían sido muy comprensivos y le habían tenido mucha paciencia, pero esto la superaba.De pronto frunció el ceño al ver una camioneta negra parada en la calle de enfrente. La miró unos segundos sólo por curiosidad, ya que sus vecinos no tenían semejante camioneta tan lujosa, no vivía en un vecindario de ricos, eran de clase media y no solía ver ese tipo de vehículos en la zona.Decidi
—¿Qué imágenes puedes ver? —dijo la terapeuta y ella miró al piso algo tímida—. Bien, ¿a qué crees que se deban estas nuevas pesadillas? La doctora estaba atenta y Elisa suspiró, bajando la cabeza para poder hablar consigo misma en voz alta y poder decir todo.—No puedo escapar del pasado, intento con todas mis fuerzas, pero me siento atrapada —sollozó y tomó un suspiro para calmar su tensión—. Una parte de mí lo piensa cada día y la otra quiere olvidarlo, doy todas mis fuerzas para solo recordar mis momentos favoritos con él y sentirlo cerca, pero se nublan —dijo conteniendo sus lágrimas, mientras miraba el piso.—¿Momentos favoritos? ¿Estás hablando de Andrei Borisov? —dijo y ella asintió sin mirarla, algo apenada—. ¿Tú sentías algo por él, no es así? —preguntó curiosa.—Sí —dijo ella cerrando muy fuerte sus ojos, dejando salir las lágrimas que estaba conteniendo desde hace rato—. Y antes de que lo diga, no tengo estocolmo —habló estresada.—No te estoy juzgando, Elisa, quisiera qu
Elisa despertó algo confundida mirando a su alrededor, preguntándose dónde estaba.Hizo un enorme esfuerzo para girar su cabeza, mientras su vista se aclaraba y veía a Igor en el otro asiento.—Espero puedas quedarte tranquila —dijo el chico rubio y ella se dio cuenta de que estaba en un avión—. No quiero tener que amarrarte.Ella se sorprendió por su actitud, él mismo la había ayudado a escapar y ahora actuaba de manera seria e indiferente, como si fuera el primer día que la viera, como era antes con ella; cuando acaba de ocurrir lo de Kirill. Sentía un amargo sabor de boca, porque no sabía si había sido castigado por su culpa, por haber escapado y ahora la odiaba con todo su ser.—No soy un animal —aclaró dolida, pero no lo demostró en el exterior—. Y te aviso de una vez que me quiero ir, así que aterricen —dijo la chica, aguantando las lágrimas que se aproximaban.—Estamos en la nada, Elisa, dormiste por horas. No lo hagas más difícil —dijo tranquilo, mirando una revista.Ella mir
—Yo… —Elisa sentía su garganta apretada a más no poder, sobre todo por la forma que él tuvo de mirarla—. ¿Cómo… cómo es que estás vivo?Lo último lo dijo un susurro, como si le doliera hablar con él, quizás porque pensaba que su subconsciente podía jugarle una mala pasada y toda esa escena no era más que el producto de un sueño en el que su amado mafioso estaba con vida.Andrei no le respondió de inmediato, simplemente se limitó a acariciar su mejilla con parsimonia, como si quisiera grabar sus facciones con sus dedos, haciendo que la bailarina soltara un suspiro y cerrara los ojos, disfrutando de las caricias que le estaba dando él.No podían encontrar un escenario más idílico que ese, no luego de que ella escapara y que él tuviera que ir detrás para encontrarse de frente con la muerte, la que casi se lo lleva sin contemplación alguna.—Estuve a punto de morir… —dijo el hombre con voz ronca, contenida—, pero no podía partir de este mundo… sin verte aunque fuera una vez más. Aunque s
Ella estaba en shock, no había imaginado que luego de traicionar su confianza, él le diera la oportunidad de recuperarla de una manera más normal, sin sentirse atada de ninguna manera o que tuviera la intención de dejarla salir.De hecho, había sido una de sus preocupaciones cuando se vio nuevamente dentro de la mansión del líder mafioso.—¿Te comió la lengua un gato? —dijo y ella sonrió un poco, viendo que estaba relajado a pesar de todo—. Sé que es algo que no esperabas, pero no quiero cometer los mismos errores, Elisa, yo… no soportaría… perderte de nuevo.—¿Qué hay de… lo que pasó con Kirill? —tragó saliva, mirándolo algo temerosa, preparada para lo que fuera.Andrei soltó un suspiro y aunque sabía que no podía cambiar el pasado, la muerte de su mejor amigo le había hecho conocer a la única mujer capaz de incentivarlo a cambiar, cosa que no había ocurrido nunca antes con ninguna mujer.—Eso ya pasó y alguien pagó por ello, incluso tú con tu sufrimiento lo hiciste, así que ya no ha