~~~Ana.―Pero ¿es que no lo entienden? ―les digo exasperada―debo saber qué ocurrió con Levy allá abajo en el abismo―le pido muy angustiada― ¿Y Levan? ¿En dónde está mi Levan? ―les recuerdo toda alterada, y Cinthia intenta tomarme por los hombros, pero la esquivo.―Trata de calmarte o te pondrás en peligro tú misma―me pide, pero es que parece que no me entiende, y de pronto, me siento débil― ¿ves de qué te hablo? ―me señala, pero esto me altera aún más.―Yo no importo, sino ellos, quienes están allá afuera y en peligro―le recuerdo.―Tuvimos suerte de escapar y por los pelos―me dice ahora Peyton, quien se nota que está tratando de controlarse―Levan sigue con Amadeo y estamos tratando de que nos lo devuelva y pronto, pero él asegura que el niño está bien.― ¡No estará bien, hasta que vuelva a estar conmigo! ―le digo toda alterada, sin poder evitar que las lágrimas salgan por mis mejillas―quizás él pueda acceder, si se da cuenta de que soy yo quien le está pidiendo que vuelva―les comento
~~~Ana.De pronto, veo que alguien se acerca mucho a Leandra, quien lo mira interesada.― ¿Eso es cierto? ― le responde ella a la persona, uno de sus guardias privados, quien sigue susurrándole al oído― ¡esas son excelentes noticias! ― le responde y de inmediato quita su pie de mi espalda― tienes suerte de que aún tenga esperanza de volver a ver a mi primo, de lo contrario, te mataría aquí y ahora― me espeta y le da la orden a sus hombres para retirarse.Pero no pierdo el tiempo y la sigo, aunque me siento débil y pronto pierdo las fuerzas para ir a su paso.“No, no puedo rendirme ahora", me digo, al tiempo que obligo a mis piernas a seguir, a pesar del dolor.Y pronto veo lo que Leandra me acaba de decir, que el puente que unía a la montaña está totalmente destrozado, como si hubieran usado explosivos para que se cayera.Así que trato de olisquear el aire, porque ni Leandra ni sus hombres están aquí, por lo que deben haber encontrado algún otro camino por donde pasar.Mi camino se v
~~~Ana.Entonces, lo escucho hacer un bufido, como si mi presencia le incomodara, y si no tuviera que quedarme a esperar a que llegue el otro vehículo con Cinthia y Lennon, me hubiera ido a esperar a Peyton a cualquier otro sitio.Es cuando lo veo meterse la mano en el bolsillo y sacar unas fotos las cuales me muestra de inmediato.En los retratos aparecemos Lennon y yo a lo largo de los últimos años, como si este hombre fuera una especie de voyerista o algo peor, lo cual me hace temer por mi pequeño.Así que lo miro muy bien a la cara y me paralizo por un momento.― ¿Amadeo? ―le digo anonadada, ante la última persona que estuvo a cargo de mi hijo mayor, Levan― pensé que tú y todos habían muerto―le digo aún estupefacta.―Pues, ya ve que no es así―me contesta, resoplando con fuerza.― ¿En dónde está mi hijo Levan? ―le digo, mirando a uno y otro lado, por si puedo verlo en alguna de las columnas del gran salón a él... y a su padre.Y me llevo una gran decepción.―Dime por favor, cómo h
~~~Ana.―Es un placer volver a verte, Ezra―le digo con una sonrisa y él me la devuelve―me gustaría saber en dónde está Levan, si me puedes ayudar―le pregunto directamente, quien tiene mejor actitud que el tonto de Amadeo.―En seguida lo mando a llamar―me dice y de inmediato le ordena a sus hombres.Entonces, lo veo.Está más alto que Lennon, y ahora que es mayor, se parece más a su padre.Y me lleno de nostalgia, al recordar a mi pequeño cuando todos vivíamos en Luna Creciente, así que me acerco a él para comprobar que es cierto, que está frente a mí y que no es otro de esos sueños que me torturan sin cesar, preguntándome en dónde se encuentra― ¡Mi Levan! ―le digo toda emocionada y por un momento, el titubea.― ¿Mamá? ―me dice aún anonadado y luego mira a mi lado― ¿Lennon? ―lo llama, aún desconcertado.―Pero ¿Cómo has estado, mi dulce niño? ―le pido saber, luego de que nos separamos y él respira profundo― ¿te han tratado bien? ―le digo.―Sí, mamá―me contesta casi como si fuera un mi
~~~Peyton.―Pero, si se suponía que solo recibiría las credenciales hoy―les digo a los miembros del concejo, quienes parecen tener todavía dudas acerca de mi linaje―no creí que tendría todo este interrogatorio―les señalo y ellos me siguen mirando como si nunca me hubieran visto.Es cierto, ni siquiera me crié en esta manada, pero no ha sido mi culpa, sino de las circunstancias en las que nací, cuando mi madre tuvo que ocultarse para que alfa Casius no la encontrara.―No nos malinterprete, señor Peyton, es solo que nuestro nuevo alfa tiene que ser una persona muy capacitada, o toda la manada se verá afectada―me señala uno de los concejeros.―Y no encontrarán mejor candidato que Peyton, por supuesto―dice mi madre, que viene entrando al salón del concejo. haciendo que algunos murmuren "Luna Diana", al tiempo que otros le hacen una reverencia, ―porque no solo es hijo del legítimo alfa de la manada, el alfa Cayius, sino que es mi hijo, que soy una sangre alfa, además―les recuerda, algo qu
~~~Ana.Siento mi corazón muy pesado, al saber que todo este tiempo Levy ha estado vivo, escondiéndose de mí, mientras estaba disfrutando su vida con la que siempre fue su Luna, la primera y la única.La mujer por la cual me despreció y jamás quiso unirse conmigo, salvo cuando se sintió amenazado.Ahora ambos deben estar muy felices, disfrutando de su amor y de mi hijo como si fuera aquel que nunca pudieron tener.―Le ruego, mi Luna, que me permita irme con mis hijos, aunque sea por un día, si está dentro de su generosidad―le digo con una reverencia, sin pretender mirarla a los ojos.No, no me voy a preguntar absolutamente nada, solo quiero de vuelta a mis bebés y si ella y Levy quieren ser felices juntos, después de todo este tiempo, que lo sean, no quiero saber."Pues, yo creo saber de quién se trata", me dice Ateba muy preocupada, "ella tiene algo maligno… aunque no estoy muy segura de lo que se trata", me señala, y ahora trago en seco, solo de pensar que mis niños están amenazado
~~~Ana.― ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil contigo, Ana? ―me dice la Luna con sorna, al tiempo que suelta a Levan, bajando el puñal y pasándole la mano por la cara con ternura, y él le corresponde, como si no hubiera amenazado su vida hace un minuto, algo que rompe mi corazón.Ella ha usurpado mi puesto por tanto tiempo como su tutora, que mi hijo ya la quiere y confía en ella, como si fuera su madre.―Solo permite que tus hijos reciban la instrucción que necesitan y ya―me indica, con una sonrisa de satisfacción―tienes que ser menos egoísta y permitirle algo a lo que tienen derecho―señala, tratando de hacerme sentir mal.Pero no lo conseguirá.―Si fuera por mí... ―le digo, pero se me cortan las palabras por el dolor, y trato de reprimir las lágrimas―si estuviera en mis manos, me hubiera quedado toda la vida en Luna Creciente, en donde mis hijos y yo éramos felices y en donde la herencia de su padre nunca los hubiera alcanzado―le respondo y miro a Levan, quien parece asustado―d
~~~Ana.En este momento siento como mi cuerpo comienza a temblar, ante la presencia del padre de mis hijos.Uno al que creí perdido, que fui a buscar mil veces a la montaña, al igual que a mi pequeño Levan, a pesar de que el puente estaba irremediablemente destruido.¿Y ahora se presenta así ante mí, como si nada?¿Sin una explicación o una disculpa?¿Cómo pudo escapar de la bestia?― Todo este tiempo... ― le digo, aun temblando― ¿tuviste a mi bebé y no fuiste capaz de darme una tranquilidad como madre? ― le reclamo, llena de ira― ¿y ahora envías a esta mujer para quitarme a mi otro bebé? ― le espeto, a pesar de todas las cosas que quisiera decirle.― ¿Papá? ― dice ahora Lennon, quien está luchando con la protección de Peyton― por favor, padrino, déjame ir con papá― le pide, pero Peyton mueve su cabeza de lado a lado.― Ya habrá tiempo para eso―le indica, al tiempo que me da una mirada cómplice, la cual le devuelvo.Porque ni loca le permitiré a mi bebé irse con su padre.Ya he perdi