~~~Ana.― ¿Estás triste, mamá? ―me dicen mis hijos, al ver cómo he quedado de descompuesta, luego de que se ha ido Calel.―El tío Calel te comprará un helado y te sentirás mejor―me aseguran y yo respiro profundo.Pero, no puedo contestarle y me voy directo a la casa, para que no me vean llorar, y ahora estoy en la cocina, y mis lágrimas salen a raudales, pensando en el peligro que se encuentran mis hijos con Calel cerca."¡Venganza contra Casius, venganza contra Casius!", sus gritos retumban en mi cabeza, sabiendo que Calel les está enseñando a odiar, a unos niños que tan solo deben saber que son amados, en lugar de albergar un sentimiento que hasta para los adultos nos es difícil llevar.―Mamá, abre la puerta, por favor―me piden, cuando se acercan a la cocina―no queremos que estés triste―me dicen y yo enseguida me limpio las lágrimas, y trato de poner mi mejor sonrisa para disimular mis temores.Que ellos no se preocupen más por mí.―Lo siento, es que estaba revisando un pastel en e
~~~Ana.―No creo que esa sea la razón suficiente para que nos unamos en una relación para toda la vida―le indico, pero él me toma mi mano entre las suyas con mayor firmeza.― ¿Qué, Ana? ¿Piensas que no soy un buen candidato? ―me dice con una sonrisa y ahora recuerdo lo atractivo que es―por si no te has enterado, soy todo un doctor―me indica con aire satisfecho.―No es eso, Peyton, te lo aseguro, pero es que... ―intento decir, pero él ahora se ríe a carcajadas.―Descuida, Ana, tampoco estaba hablando en serio, sé que es una decisión que se debe tomar muy bien―me dice sin poder parar de reír―debiste haber visto tu cara cuando te lo dije―me señala y ahora me siento molesta― ¡vamos, relájate? ―me pide y yo resoplo con fuerza.―Por lo menos, uno de nosotros es feliz por aquí―le señalo y él se ríe aún más.―Lo cierto, Ana, es que podemos fingir que estamos casados, así mi primo se pensará dos veces, antes de meterse contigo o con los niños―asegura, sin embargo, yo sigo meditando sus palabr
~~~Levy.―Deberías considerar esto que te propongo, mi alfa―me dice Ezra, mientras tenemos una reunión privada en mi habitación, en donde estoy seguro de que ninguno vendrá a molestarnos.Desde que Ana murió hace tres años, todo el mundo me ha venido a molestar por una razón: la muerte de Ekaterina, justo antes de que decidiera acabar con nuestro compromiso, algo que enojó a su padre, quien todavía me culpa.Lo cierto es que ella murió repentinamente, algo que a todos nos sorprendió, pero quedó muy claro que no tuve nada que ver, aunque él no quiera creerlo.―Alfa Casius ha amenazado con llevarnos a una guerra, así que debemos hacer algo y pronto―me señala, pero es que él no me está entendiendo.― ¿Y quién me compensa a mí por la muerte de Ana, a ver? ―le digo muy ofuscado―si fue Luna Escarlata y sus alfas quienes tuvieron la culpa de la muerte de Ana―le recuerdo y lo veo tragar en seco―era tan grande su rabia hacia ella, que incluso luego de la muerte, querían profanar su cuerpo―le
~~~Ana.Sabía que todo esto era una trampa.En cuanto Calel y Peyton se enfrascaron en una pelea, fui directo a buscar a mis hijos, pero fue inútil, ya que los hombres de Calel me atraparon, al igual que a Peyton, a quien le dieron una paliza por orden de su primo."Si quieres que tus hijos y Peyton sigan viviendo, debes hacer todo lo que te diga", me amenazó Calel, mientras estaba tratando de ayudar a Peyton, quien quedó muy mal herido."¿Cómo pudiste?", le reclamé, con lágrimas en mis ojos, "es tu propia sangre", le recordé, algo que lo hizo reír más aún."Es para que veas la diferencia entre tú y yo, porque no me importa nada ni nadie, con tal de lograr lo que quiero, ni siquiera mi propia familia, así como deberías hacer tú", se mofaba de mí con una sonrisa cruel, algo que me heló la sangre, porque, si no le importa con su propio primo, qué le va a importar con mis hijos.Y es por eso por lo que accedí."Si quieres volver a ver a tus hijos, tienes que hacer todo lo que te diga, d
~~~Ana.El miserable de Calel está logrando lo que quiere con Levy, incluso usándome como si yo fuera su moneda de cambio, como él mismo me llamó, un trofeo, y yo no me quiero ni imaginar hasta dónde llegará su ambición, tal y como me había dicho Peyton.―Por lo que sé, Casius podrá estar enfermo por mucho tiempo más―le responde Levy con sorna―él ha estado enfermo por más de un año y nadie podría asegurar cuando la Diosa lo llamará―le recuerda y Calel mueve su cabeza de lado a lado.―No he dejado nada a la suerte, créeme―le asegura con una sonrisa que me da ganas de vomitar―ni siquiera que tú estés aquí justo ahora y, por supuesto, no dejaría a la fortuna que mi tío muera―señala, declarando su delito.Pero justo cuando Levy está a punto de hablar, la puerta se abre y Peyton aparece.Con uno solo de mis hijos.Y ahora estoy más angustiada que antes.Calel está ahora rabioso, porque tal parece que no se veía venir que su primo pudiera rescatar a uno de mis hijos.― ¡Ana! ―me dice Peyto
~~~Levy.Ella no está con él, y cómo podría estarlo, si es un miserable canalla, quien ahora la está inculpando de todas sus locuras.―Intenta hacerle algo a Ana y será lo último que hagas, te lo prometo―le aseguro a Calel, mientras lo tomo por el cuello, a punto de quebrárselo, y él empieza a reírse como el cobarde que es.― ¿Crees que tienes controlada la situación, ahora que me tienes tomado por el cuello? ―me dice todavía riendo―pero, te entiendo mi muy estimado alfa, también estaría frustrado si veo que he sido engañado por años por una mujer que solo quería usarte para vengarse de mi tío―me asevera y yo aprieto aún más mi mano―por supuesto, si tú todo lo arreglas por la fuerza, pero voy a ayudarte a ejercitar el cerebro―se burla de mí―supongamos que me matas, que te vengas de mí y al fin logras quedarte con Ana, ¿crees que mis primos la van a perdonar? Porque todos sabrán que fue Ana la asesina, que la intenté capturar, lo cual me hará un héroe y a ti un canalla, por intentar r
~~~Ana.― ¡No! ―grito, en cuanto veo lo que está a punto de hacer Levy― ¡te lo ruego, por favor, no le hagas daño! ―le suplico muerta de angustia, llorando por el temor que cala mis huesos, solamente de imaginarme en dónde puede estar Lennon y que su vida dependa de este miserable que solo la Diosa podría perdonar.―Te aseguro que nadie va a extrañar a este miserable perro―me gruñe Levy, en medio de su transformación, y mirándome con desconcierto.― ¡Por favor, Levy, si aún te importo en algo, te lo ruego, no lo toques! ―le digo asqueada por tener que pedir clemencia por la vida de este asesino despiadado, mientras miro de soslayo el cadáver del único hombre que ha sido gentil conmigo desde que lo conocí.― ¿Cómo eres capaz de rogar todavía por este tipo, Ana? ―me espeta, aún con Calel tomado por el cuello―libraremos a todos de esta basura, si lo termino aquí y ahora―me dice y me mira con rabia, todavía esperando a que reflexione.―Tal parece que eres una mujer inteligente, Ana, sabe
~~~Ana.― ¡Calla, mujer! ―me espeta ahora Calel, mirándome fijamente―deja que el hombre tome su decisión, después de todo, ¿no ha dicho que le duele que te hayas ido? Veremos si realmente ha sufrido lo suficiente, o si te dejará aquí sola, sabiendo que te morirás por segunda vez―se mofa muy ufano, mientras Levy lo está mirando fijamente muerto de rabia y aun con la amenaza de querer despedazarlo personalmente.―Abdicaré―le responde finalmente y ahora me mira a mí con ojos esperanzados―pero eso no te garantiza absolutamente nada―le indica y Calel lo mira con el ceño fruncido―solo le puedo sugerir al concejo que te nombren mi sucesor, pero la decisión es enteramente suya―le aclara y él se nota satisfecho.―Bueno, por lo menos ya tendría la primera parte ganada―le responde con una sonrisa satisfecha―lo demás no me preocupa, porque, pongan a quien pongan, mi manada será más fuerte y yo, mejor que cualquiera de tu familia―asegura y yo ahora siento cómo me duele todo lo que ha pasado y me