BASILLos engranajes en mi cabeza no dejan de girar, me quedo en silencio cuando Portia termina de contarme su verdad, cuando la vi en el balcón, pensé que era producto de mi imaginación, un sucio juego de mi mente, como había estado acostumbrado durante estos años en los que la creí muerta, pero cuando tuvo el atrevimiento de besarme, comprobé que era real.Aun así, correspondí a su beso porque lo necesitaba, porque me lo debía a mí mismo, solo que algo cambió, no sentí esa chispa que me calienta la sangre, no había fuego, solo una costumbre gélida que me caló hasta los huesos.Luego me pidió que habláramos a solas sin que Donovan ni nadie se enterara, por ello estamos aquí, en una de las propiedades de los Sokolov, una vieja cabaña en medio del bosque, en donde solíamos jugar cuando éramos niños.—Hace mucho que no venía a este sitio —rompe el silencio.Los segundos pasan, muchas noches desee esto, quería que ella estuviera con vida, ¿por qué no se siente igual al pasado?—Basil.—¿
MÍA—Mía.Ángelo viene detrás de mí, me quedo poco a poco sin aire, con la confesión que me acaba de hacer, mueve mi mundo y el alma se me cae a los pies.—Lo siento, no puede pasar —me dice uno de los hombres que custodian la entrada del despacho de mi padre.—A un lado —espeto con fiereza, cerrando los puños—. Tengo que hablar con mi padre.—El capo ha ordenado que no se le interrumpa —insiste el hombre.—Vamos, Mía —Ángelo tira de mi brazo con fuerza—. No hay nada que puedas hacer, de cualquier manera, ella ya debe estar en Rusia.Volteo a verlo mal.—¿Y se supone que eso debe dejarme tranquila? —siento cómo los latidos de mi corazón están a punto del desenfreno—. ¡Se trata de mi amiga, no de una muñeca a la que todo el mundo ha desechado!Puedo ver cómo Ángelo tensa el cuerpo.—Ese es el destino de un traidor de la mafia, Mía, tal vez no estés enterada de eso, porque no creciste bajo nuestras leyes, pero esa es la realidad…No dejo que termine de hablar, en menos de un parpadeo, l
EMMAHay dos cosas que me duelen en estos momentos, las costillas, y el corazón, acepté mi destino en Italia, no me arrepiento de nada de lo que hice para salvarle la vida a mi hermano de vida; Basil, a mí Boss, aunque haya pensado que quizás tendría una oportunidad de cambiar mi destino, aunque él me fallara al pedirle a Donovan que se follara a María, nada cambia el hecho de que lo quiero como el hermano mayor que nunca tuve y que él no dudó en tomar ese papel.Ahora, estoy a punto de morir, Lucian no se va con medias tintas, él es un ser malévolo, nada que ver con la descripción que dijo Mía cuando me habló de él, supongo que al final es cierto, las personas cambian cuando entran al mundo de la mafia, es algo que no se puede negar.De lo único que me arrepiento en la vida, es de haberle dado mi corazón al hombre equivocado, Donovan Stillv, alguien que no puede amar, que nunca lo hará, todo el tiempo me trató como basura, como una muñeca a la que solo acudía cuando necesitaba follar
EMMASiento el filo de la daga cortar mi piel, estoy lista para partir de este mundo, para estar sola una eternidad, no cierro los ojos, solo me enfoco en los ojos grises de Basil, de la persona que, pese a todo, amo como mi hermano mayor, una lágrima se resbala por mi mejilla, estaré bien, lo sé.El problema es que antes de que el filo termine de tajarme por completo, o de que me corte con más profundidad, es cuestión de solo dos segundos, para que alguien le dispare en la cabeza al mismo hombre que me sostenía, alcanzo a ver que Basil palidece, pero reacciona tomando su arma y disparando a los italianos que comienzan a atacar.Por instinto de supervivencia, me inclino y comienzo a correr, esquivando las balas que me rozan los pies, los brazos y la cabeza.—¡Abran la maldita reja! —escucho la voz de Basil, desesperada, ronca, dura, cruel.Hacen lo que les pide y enseguida corro hacia allá, Basil me lanza una pistola y la agarro, disparando a los italianos que quedan, cuando todo term
MÍAPuedo ver el dolor en los ojos de Emma, es el mismo que sentí cuando vi a Basil besándose con Portia en aquel balcón, la única razón por la que me atreví a venir hasta Rusia, fue por ella, por mi amiga, ver y sentir tan cerca al hombre que se hace llamar Boss, solo incrementa el dolor y la rabia que siento por mí misma.Una cosa que tenemos Emma y yo en común, es que confiamos en los hombres equivocados, y al final, somos nosotras las únicas que salimos lastimadas.—Emma —intento darme la media vuelta, hasta que alguien tira de mi brazo—. ¿Y ahora qué?Miro por encima del hombro, se trata de Basil, quien ajusta su agarre.—No te metas en eso —demanda.Abro la boca para decir algo, justo veo cómo es Ángelo quien va detrás de Emma, mientras Donovan hace lo mismo.—Le pido que me suelte —susurro, sintiendo un escalofrío recorrer mi espina dorsal.—Eso sigue siendo un no —espeta con firmeza.No me atrevo a verlo a la cara, no quiero.—¿Qué cree que hace Donovan? —la pelirroja camina a
MÍA—Mientes.Retrocedo del hombre que me mira con ojos tan fríos como el invierno, no, me niego a creer lo que me está diciendo.—¿Crees que no me doy cuenta de lo que estás haciendo? —cierro los puños, al tiempo que me quedo casi sin aire—. Me dices esto solo porque quieres que sea tuya, pero sabes una cosa, Basil, jamás lo seré, no importa lo que hagas, lo que digas, lo que intentes, no volveré a tu lado, primero muerta.Mi pecho sube y baja debido al subidón de adrenalina que siento. Es que lo que dice, simplemente no tiene ningún sentido, se siente tan irreal el significado de cada de una de sus palabras. —Ya tuve suficiente de ti, Basil Sokolov, iré a ver a Emma y después, cuando ella se sienta preparada, nos iremos —aclaro, reuniendo todo o el poco valor que me queda. —Tienes razón, es broma lo de tu padre. Tenso el cuerpo. —Eso es lo que pensamos cuando hace una hora, nos llegó la información, tengo algunos contactos que se están asegurando de ello, pero quería que lo supi
BASILDesde que conozco a Mía Bennett, mi mundo se ha puesto de cabeza, pero esto es más que un simple capricho, han pasado demasiadas cosas con las que tengo que lidiar, y ahora una de ellas, es hacer que ella vuelva a verme de la misma manera que al principio, lo reconozco, pude ver en su mirada muerta, la rabia y el dolor que el regreso de mi pasado, le ha causado.Portia es la mujer que amé, eso siempre será una verdad que no puedo negar, pero ella es la mujer que me enloquece y que ahora amo, es mi presente, no mi pasado, mi móvil no ha dejado de vibrar dentro de mis bolsillos, sé que a estas alturas se debe tratar de Dimitri o de Viktoria.Mi estúpido tío a cometidos demasiados errores, comenzando con el acabar con la vida de la madre de Mía, solo porque pensó que mi padre estaba enamorado de ella, y eso había lastimado a mi madre, cosa que no es cierta, Anna Bennett, solo era una buena amiga de Bill, mi padre. Luego está su asunto de la trata de blancas que tiene con Danilo Cam
MÍAEn cuanto llegamos al hospital, soy la primera en bajar del auto, lo que menos necesito en estos momentos, es estar en un espacio tan pequeño, en compañía de Basil, Portia le habló por teléfono, vi la preocupación excesiva en su mirada, no sé de lo que hablaron o qué le dijo, pero sé reconocer a un hombre enamorado, y él lo sigue estando de Portia.—Ángelo —me acerco hasta mi amigo.—Los doctores la atenderán, tenemos que esperar.Asiento lento.Viendo cómo de lejos, Akin, uno de los chicos que está enamorado de Emma, se acerca a nosotros, Emma me habló algunas cosas privadas sobre él, y lo que sé con certeza, es que lo considera alguien importante.—El Boss me pidió que me quedara cuidando de usted —me dice.Miro a mi alrededor, tratando de localizarlo, no está.—¿Se fue?—Sí.—Vaya, no le importa ni siquiera que su mejor amiga esté casi desangrándose.No me responde, imagino que debe tener la respuesta, pero su lealtad a su Boss, le impide decirme algo más. Portia viene a mi men