AVATodo el mundo se derrumba sobre mis hombros, el alma se me cae a los pies en cuanto escucho aquellas palabras, no puede ser cierto, no puede… trago grueso e intento mantener la calma. —Me has drogado —afirmo con temor. —Solo tomé medidas necesarias pata hacerte mía. La rabia ebulle en mi sistema. —¡Me has obligado, mentido, yo no quiero esto! —exclamo con el pecho subiendo y bajando. Un disparo de adrenalina recorre ni torrente sanguíneo y siento el imperioso deseo que salir corriendo o de hundirme en el mar, solo que la imagen de mi pequeño hijo aparece en mi cabeza y todo cambia en menos de un segundo. —No puede ser legal —trago grueso tratando de no sonar como una mujer desquiciada, porque no lo soy. —Lo es, Rhys se ha encargado de que lo sea —la mirada de Kellen recorre mi cuerpo—. Además, fue su idea. Tiemblo. El saber que todo fue planeado por Rhys, mi hermano mayor, hace que desconfíe de él, claro, es por eso que estaba alegando con nuestra madre por teléfono, la e
AVA“Ella estará bien”“Es una mujer fuerte”“¡No te quiero cerca de mi hija!”“Es un problema, porque es mi esposa, mi mujer, así que no pueden hacer nada al respecto con eso” “Eres igual a tu padre” “Ella es mía” “Ava tiene que descansar, por el momento será mejor que lo dejemos como está”Todas las voces llegan a mis oídos, vienen de diferentes partes, reconozco entre todo el murmullo que escucho a lo lejos, la de Kellen, está enfadado, lo siento, lo presiento, también la de mamá y la de Levi, ambos se escuchan alterados, me remuevo inquieta tratando de reconectar mi mente con mi cuerpo, de que las piezas encajen en mi cabeza cuando me lanzan los últimos recuerdos que tengo. Lo recuerdo, me he desmayado, Kellen me atrapó antes de que pisara el suelo, y ahora, un olor a antiséptico que me es familiar, me pica la nariz, poco a poco abro los ojos, me siento algo perezosa, como si hubiera dormido una eternidad y aun así, me estuviera muriendo de sueño, estoy demasiado cansada, no l
AVA—Usted está embarazada —repite el doctor. Me congelo por un par de segundos, todo el mundo desaparece en ese lapso de tiempo, se siente como chasquear los dedos y saber que es una cuestión de magia, que no es real, pero lo es, y no lo puedo creer. —¿Me está escuchando, señora Farrel? —la voz del doctor me hace salir de mi ensimismamiento. Espabilo, levanto la mirada, todos siguen hablando y discutiendo, aprovecho el que Kellen esté diciéndole comentarios viperinos a su abuela, me alejo de todos y entro al despacho, cierro con pestillo, el corazón me late con demasiada fuerza y pienso muy bien en lo que voy a hacer, lo sabía, Melany está embarazada de Kellen, y ahora yo también, él me mintió, dijo que no era su hijo, por eso estaba tan raro estas últimas horas. —Lo siento —carraspeo caminando de un lado a otro—. Sí, entiendo, yo…—Le avisaremos al señor Kellen —me interrumpe. El miedo se dispara en mi sistema. —Quisiera que lo mantuviera en secreto, es decir, la noticia se la
KELLENHORAS ANTESEspacio. Eso es algo con lo que no estoy familiarizado, con lo que le veo más parecido a un tiempo para poder pensar en dejarme, eso es lo que me pidió Ava hace horas, cuando vi en su mirada la desazón, pero mezcla con algo más que no podría descifrar, supe que era el momento para dejar las cosas así, el no presionarla como lo he estado haciendo últimamente, todos la acorralan y al final temo que ella caiga en la desesperación. Pueden llamarme un hombre egoísta, puede que lo sea, pero no iba a perder más tiempo en esperar a que ella me deje, es por eso que la drogué para que aceptara casarse conmigo, no soy el único culpable, la idea fue de Rhys, y su mejor amiga Sky, fue quien nos apoyó, así que no, no soy el único a quien debe odiar en estos precisos momentos. Melany y mi abuela dicen que ella está esperando un hijo mío, que es real, las mentiras que lancé delante de Ava, solo fueron para tomar algo de tiempo, nada personal, pero el haber aceptado que existe un
AVA Por un segundo creo haber escuchado mal, el piso tiembla debajo de mis pies con cada una de las palabras que salen de la boca de Denise Farrel, ella y Kellen comienzan a discutir sobre lo sucedido, mientras Melany permanece con un rostro pálido, ojos sin vida y labios agrietados, todo el intercambio de palabras altisonantes. Yo, por otra parte, estoy en mi propia lucha de liberación. —Ella tiene que quedarse aquí —espeta con firmeza Denise—. Acaba de tener un aborto, perdió a tu hijo, por lo que debes ser más ser humano, una persona amable, comprensiva, y dejar que ella se quede aquí. Kellen frunce el ceño, estoy segura de que su batalla interna es más densa que la mía en estos momentos. —No, puede hacerlo en alguna de nuestras propiedades, —da un paso adelante—. No entiendo por qué tiene que hacerlo aquí, en donde vivo con Ava, mi esposa, mi mujer. La cara de su abuela se torna de un color rojo tomate, ejerce fuerza en la mano con la que sostiene su bastón elegante con p
AVAEl ácido estomacal se me sube por la garganta y no hay nada que pueda hacer al respecto, Carlton, mi pequeño hijo sigue esperando una respuesta, mientras que al mismo tiempo, Sky maldice al padre de mis hijos, y al destino, por haberlo puesto en mi camino, las manos me tiemblan, las rodillas también, esto no lo tenía que saber nadie todavía, ni siquiera mi propia madre lo sabe, y contaba solo con Sky como cómplice de este secreto, al parecer, ahora Carlton es parte de esto. —Cariño —trago grueso. Mi pequeño entra y como lo hace educado, cierra la puerta a sus espaldas, sin borrar la sonrisa que se dibuja en sus pequeños labios rosados. —Mierda, joder —brama Sky al otro lado de la línea—. Esto pinta mal, los niños suelen decir los secretos más rápido. Me muerdo la mejilla interna, ella tiene razón, pero mantengo la esperanza de que no sea el caso de Carlton, una, porque es todo lo que necesito, y dos. Mi hijo no puede ser tan cruel como lo es su padre, al menos eso es lo que es
AVAMe quedo quieta en cuanto me dicen que Kellen sufrió un accidente, pero eso no es lo peor, sino, que me encuentro trastornada, ya que confundí la voz de Melany con la de una enfermera, ¿cómo pude haberle creído a mi mente? El piso se me mueve, no puedo respirar y cuelgo enseguida de que me dan la información que necesito en estos momentos. Las manos me tiemblan en cuanto le llamo a mamá, la única persona que me puede ayudar a cuidar a Carlton y que está cerca, algo me dice que Rhys estará ahí sin dudar, puede que sea su hermana, su sangre, pero él sigue siendo su mejor amigo y eso nadie lo va a poder cambiar, ni siquiera alguien como yo. Tenso el cuerpo, mi madre atiende al segundo timbre y se escucha alarmada al otro lado de la línea. —¿Cariño? ¿Sucede algo? Respiro con profundidad tratando de mantener la calma. —Sí, mamá —la voz me tiembla—. Kellen y Melany tuvieron un accidente. Tengo que sostenerme del barandal de las escaleras para no caerme, de hecho, me doy el lujo de
NARRADOR OMNISCIENTEEl día estaba nublado, como si este oliera el ambiente fúnebre que se estaba viviendo en el hospital Gold, Kellen quería correr detrás de Ava cuando ocurrió el accidente, sin embargo, al enterarse del estado de salud de Melany, tomó su decisión, quería estar con ella, se sentía responsable de lo sucedido y no deseaba dejar a la mujer que una vez amó. No importaban las mentiras en ese momento, tampoco lo que ella había hecho manipulada por su abuela Denise Farrel, porque él conocía bien a su familia y tenía claras las intenciones que tenían con ella, estaban usando el amor que le tenía a él, para convertirla en una pieza más de su juego, todo por la empresa y las apariencias que le daban al mundo entero cada uno de los miembros más importantes de estas. Ava había ido, estaba consciente de eso, no obstante, sentía que no debía estar ahí, que no le correspondía, ya que era un asunto que estaba fuera de sus manos y no deseaba arrastrarla al infierno por el que estab