AVA Me quedo sin aire, el corazón se me dispara del pecho y creo que estoy alucinando, hasta que su tacto quema en mi piel y espabilo al tiempo que me aparto y me suelto de su duro agarre. —¿Acaso me seguiste? —inquiero alterada. Levi parece contrariado, sus ojos me dicen que está lleno de arrepentimiento, pero no le creo, una parte de mí sigue a la defensiva, sigue pensando que en cualquier momento me va a defraudar de nuevo, además, lo que me ha propuesto mi padre es… una aberración. —¿Qué haces aquí? ¿Te sientes mal? —cambia el tema y me acribilla con sus preguntas sin sentido. —No me lo tomes a mal, Levi, pero no es de tu incumbencia —tomo una larga bocanada de aire—. Vete, por favor. Trato de hacer que se aleje de aquí, no puede saber que quien se encuentra detrás de esa puerta, es el padre de mi hijo, mucho menos que se trata de Kellen Farrel, el dueño de la empresa que ha aplastado a la suya a lo largo de los años, su competencia a derribar. Hacerlo, supondría un gol
KELLENMe dejo guiar por el impulso y el deseo irracional, desde que la besé por primera vez, hay un torbellino en mi cabeza. La odio, eso es lo que siento por ella, este beso solo es porque si fuera hombre, ya le hubiera golpeado, en cuanto noto lo que estoy haciendo, la aparto rápidamente, sus labios permanecen hinchados, su rostro, aunque se llena de una expresión llena de sorpresa, sus ojos representan confusión. La polla se me endurece con la imagen que representa, la que proyecta, noto que estoy desnudo, y debido a que entró ofreciéndome ayuda sincera, su blusa se ha mojado, estudio su rostro a detalle, me parece que no se ha dado cuenta de que sus pezones se notan a través de la blusa. —Vete —logro articular, no la quiero cerca de mí. —Yo solo estaba… —Ahora, Ava. Asiente y soy consciente del color rojo que tiñe sus mejillas. Parece apenada, pero no me fío de ella, ya cometí el error de confiar en ella una vez, no volverá a haber una segunda ocasión, de eso sí estoy seguro
AVAEl corazón no me deja de latir con fuerza descomunal, todos mis sentidos están al borde del colapso y solo espero a la respuesta o reacción de Colby Farrel, el hermano menor de Kellen, quien le ha contado que estamos casados desde hace cinco años y que tenemos un hijo. Cosa que es cierta, pero no ha mencionado que es solo por un año y que hay un contrato de por medio, en el que no hay sentimientos incluidos. Cuando Einere entró y dijo que quería que me mudara a la habitación de Kellen, al principio pensé que se trataba solo de un comentario lleno de broma, luego mandó llamar a las enfermeras y les pidió que me ayudaran a cambiar mis cosas de habitación, no me pude oponer, pese a que le dije que su hijo acababa de salir de una operación y que necesitaba de espacio. Solo hizo su voluntad, y ahora estoy aquí, en medio de un fuego cruzado que me deja sin aliento, en donde Colby está procesando lo que le acaba de decir su hermano, en especial por qué me mira con sorpresa. —No puede
AVA Estoy segura de que a ninguna mujer le parecería bonito, escuchar el nombre de otra mujer de los labios de quien es su marido. En este caso, compruebo lo que con tan poco tacto yo siempre cuestionaba, e incluso llegué a decir que se trataba solo de una exageración más, un drama y solo eso. —Kellen… —intento decir. Pero me es imposible a penas articular una sola palabra luego de eso, ya que aprisiona mis labios contra los suyos de manera que conforme van pasando los minutos, él va aumentando la fuerza, me sorprende que tenga tanta después de haberse sometido a una operación como esta, es increíble. Me pierdo un par de segundos hasta que sin lugar a dudas, empujo su cuerpo con las manos y le muerdo el labio inferior como último recurso. Es hasta entonces que abre los ojos como platos, saliendo por fin de su ensoñación, al principio, su mirada parece perdida, como si estuviera sometido al mismo trance que lo arrastró hasta mí, me asusto, sus ojos llenos de vacío me parecen más
AVA MINUTOS ANTES Cuando entro, el olor a antiséptico pica mi nariz y no puedo evitar arrugarla en un intento por alejar el olor, ver a mi padre, postrado en una cama, delicado, débil, estando en esa barrera invisible que separa la vida de la muerte, hace que piense por un segundo que nunca fue aquel hombre de carácter duro que, desde la muerte de mamá, me hizo a un lado. Me abandonó, y ahora, me parece que la vida le ha cobrado la factura por todo lo que hizo en el pasado, bien dice la gente que todo lo que hagas, sea bueno o malo, lo terminas pagando en vida, no en muerte, y yo soy la consecuencia de mi padre. Según el doctor que me vio antes de entrar, y que ha estado a cargo del caso de mi padre por orden expresa de Levi, él tenía leucemia, lo que pasó es que nunca quiso someterse a un tratamiento, mucho menos a pedir ayuda cuando lo necesitara, quise hacer esto sola, haciendo caso omiso de las palabras llenas de veneno de mi madrastra, y por supuesto, de las miradas fulminant
AVANo tenía porque saberlo, no quería decirle nada, ¿cómo es que este hombre se entera de todo aun estando en cama y sin tener que mover un solo dedo? Supongo que debe tener gente, detectives, el asunto es… ¿por qué me ha mandado vigilar? La única razón por la que se ha enterado de todo esto, es porque no quiero que piense que estoy teniendo una aventura con Levi, y de ese modo quitarme a mi hijo, como acaba de mencionar. Y es por eso que en cuanto las palabras brotan de mi boca, me arrepiento enseguida al ver que su mirada se oscurece y sus pupilas se dilatan, tensa la mandíbula y la acción me parece dolorosa en extremo, seguro piensa que lo estoy dejando como un cornudo. —¿Qué relación tienes con Levi Scott? —sus ojos son sentencia cuando menciona esas simples palabras. Mi cuerpo se pone tan rígido como una roca, que no puedo respirar, hasta ahora no había tenido tiempo de decirle nada a nadie acerca de la relación pasada que teníamos, una estrecha y ahora que hago un recuento d
AVAMe quedo sin aliento, por un segundo, creo que soy la única que se ha quedado prendada de la imagen arrolladora de Alicia Ocampo, su imagen me parecía familiar, pero al escuchar su nombre, se siente como una verdadera patada en el estómago que te acaba de sacar el aire, y es que sin duda, es una modelo que trabaja para la empresa de modelaje más importante del mundo entero, su rostro ha sido la portada de innumerables revistas de renombre de todo Estados Unidos. También se le considera una miembro importante de las Naciones Unidas, ella es sin duda altruista, hermosa, millonaria, es… perfecta para alguien como Kellen Farrel, de pronto, no puedo evitar sentirme pequeña ante la idea de que a su lado, yo soy nadie, no me considero hermosa, y aunque conservo mi figura delgada, tengo buen cuerpo debido a las horas extras que tomaba en el gimnasio, no puedo evitar algunas marcas que quedaron en mi vientre plano, consecuencia del embarazo. Mi cabello rubio es opaco en comparación del s
AVA"La prometida de mi hijo"Esas son las palabras que resuenan en mi cabeza con cada palpitar que se une a los segundos, es como si todo pasara en cámara lenta, no comprendo nada, Kellan es quien me dijo que siguiera con la mentira de este matrimonio, pero si piensa casarse, ¿por qué no solo me deja ir? Ya no tengo nada que hacer en San Francisco, debería regresar a ese pequeño pueblo al que llamo hogar. Mi hijo y yo tenemos una vida, y aunque él sea su padre y no tenga la intensión de apartarlo de él, no tiene ningún derecho a irrumpir en nuestras vidas o manejarlas como le plazca. Si de algo estoy completar segura, es de que no voy a permitirle que nos maneje a su antojo, ser sus títeres como lo es él de su inestable familia. —¿Acaso estás sorda? —Oliver Farrel comienza a ponerse rojo del coraje—. ¡Si no te marchas, juro que llamaré a seguridad. Salgo de mi ensimismamiento, estoy despedida, he tomado una decisión. —Pero antes —sisea Alicia Ocampo, sorbiendo su nariz—. Quiero q