Después de la cena, ya eran las ocho de la tarde, así que Adina se llevó a sus hijos a casa.

Duke también salió. "Los llevaré a casa".

"No hace falta". Adina le miró y le dijo secamente. "Espero que puedas considerar mi sugerencia, señor Winters".

Después de decir eso, llevó a los niños al coche.

Duke se quedó fuera de la mansión. Solo cuando el coche desapareció de la carretera, apartó lentamente la mirada.

¿Debería ser su novio?

Pero solo tenía que fingir que era su novio.

Si la palabra "fingir" no existiera, tal vez habría aceptado inmediatamente.

"¡Papá!". Harold arrastró el dobladillo de su traje. "Papá, ¿te resistes a que la tía Adina se vaya?".

Duke se volvió y miró a su hijo. Frunció los labios y pareció poner cara de desprecio. "¿Qué tonterías dices?".

"¡Eso es lo que hacen en la televisión! Cuando te resistes a dejar ir a alguien, lo ves irse". Harold le guiñó un ojo. "Papá, no estés tan decaído. La tía Adina volverá a venir mañana. Dijo que vendría a acompañarme to