Al igual que Raina, Lana, Brooklyn y... su bebé Everett...

Cuando Ninian pensó que el problema de Everett estaba resuelto, sonrió y rio. Ella estaba extremadamente feliz.

Se preguntó si vendría a proponerle matrimonio cuando sus padres estuvieran en casa.

Mientras pensaba en eso, su cara se puso roja.

—Tsk —Alden la miró y apenas pudo leer su mente. Suspiró emocionado, pensando que ahora que ella era adulta, se iba a casar.

Ninian se sonrojó en secreto.

—Regresaste. —Cuando Adina salió del invernadero y los vio, sonrió con amabilidad.

—Tu padre dice que nos encontraremos para la cena familiar esta noche. Hablaremos sobre los desarrollos actuales.

—Sí, mamá —dijo Alden con una sonrisa leve.

Ninian se abalanzó y agarró a Adina por la cintura.

—¡Mamá! ¡Te extraño mucho! ¡Estoy sollozando! ¡Quiero acurrucarme contigo en la cama esta noche! ¡Hay tantas cosas que quiero decirte!

La hija menor de Adina la agarró por la cintura con entusiasmo y se comportó con dulzura. Si