BEATRIZLa lengua de Gary se pasea por la piel de mi cuello, es la segunda vez que intento mantenerme en calma, merezco esta oportunidad, pero cada que Gary intenta ir más allá, la imagen de Nicola aparece en mi cabeza, bloqueando todo. Como en estos momentos. Estoy con solo la ropa interior, sus manos viajan por mi cuerpo, se siente mal, me sabe horrible hacer esto estando pensando en otro hombre. Más cuando en el fondo una parte de mí desea que sea Nicola quien lo hace, pero no, él ya debe estar casado en estos momentos. Y eso me rompe el corazón de maneras que no puedo explicar. —Dios —gruñe cuando besa mi cuello—. Eres tan hermosa. Jadeo, no de excitación, sino, de miedo, al sentir que su mano se desliza para liberar mis pechos del sostén con poca tela. —Gary… Intento detenerlo al poner las manos sobre su pecho caliente, no me presta atención, sigue devorando mi cuerpo como si se tratara de su dulce favorito. Llega un momento en el que no me escucha, está a nada de quitarm
BIANCATodo ha salido conforme lo planeado, no puedo evitar sentirme como un Ángel de la muerte, Evan ya no es un problema, me acaban de avisar que todo está hecho, y Milenka no lo es tampoco, aunque hubiera querido que sufriera, es una lástima que el hijo que estaba esperando era de Baster y no de Nicola. Le doy un sorbo a mi bebida, las piernas me duelen del tiempo que he permanecido de pie, con la máscara de dolor fingido, haciéndole creer a Byron y al mundo entero, que como hermanastra menor de Nicola, estoy afligida e impactada con la amarga noticia que se está dando por todos los noticieros del mundo. Y era de esperarse, los Hill, son una familia muy influyente, de por sí, ya salió a la luz el hecho de que tenga un hijo con una de las pintoras más reconocidas en Italia, ahora, con esto, me temo que nos encontramos en medio del ojo del huracán. —No puedo creerlo —dice mi padrastro. Se deja caer en el asiento a mi lado, ha estado haciéndose cargo de todo desde que nos avisaro
NICOLAEscucho atento lo que me dicen, sin embargo, no dejo de pensar en el hecho de que ella estaba embarazada, real, tenía mis sospechas y llegué a un punto en el que pensé que estaba mintiendo, no lo pude evitar, sentí que estaba atado a ella por ese bebé, y ahora no están los dos. La culpa me carcome. Mi padre me avisa que Evan también está muerto, sus frenos fallaron, como los de Bea hace seis años, y no sé por qué, pero la imagen de Bianca aparece en mi cabeza, las horas pasan, Jared no se separa de mí en todo momento, de hecho, cuando Bianca intenta darme su apoyo, él se interpone y la manda por café o busca cualquier excusa para que se aleje de mí. Es mi hermano menor y no obstante, parece que es él quien me cuida y no al revés. Ahora estamos preparando todo para asistir al funeral de ambos, intento pensar en cuáles fueron las últimas palabras que le dije, o qué fue lo que hice por ella. No lo recuerdo, no sé dónde estoy parado, la puerta se abre y de soslayo me doy cuenta
BEATRIZMe siento adolorida, el tamaño de Nicola hace que el sexo sea tan placentero como doloroso. Y esta no es la excepción. Una sonrisa se ancla en mi rostro cuando me voy a dormir y a la mañana siguiente me quedo demasiado agotada como para levantarme temprano. No es lo correcto, eso lo sé, más cuando me siento como una zorra que juega con los sentimientos de Gary, él no se merece esto, no cuando decidí darle una oportunidad, pero es que es tan imposible, más cuando Nicola no sale de mi sistema. Me remuevo inquieta, quiero abrir los ojos, pero mis párpados no se abren, se sienten tan pesados que comienzo a caer en un profundo sueño hasta que siento como la cama a mi lado se hunde, luego un par de brazos fuertes me rodean mi cintura, entre mi fantasía y la realidad, pienso que puede tratarse de Nicola. La idea de que se haya colado en mi casa, hace que mi corazón lata con desenfreno, hasta que una voz masculina y más suave, hace que abra los ojos de golpe, en especial cuando me
BEATRIZTodo me da vueltas, un olor fuerte a alcohol, pica mi nariz y hace que poco a poco recobre la conciencia. La boca la tengo seca, estoy tan mareada como si me hubiera bebido una botella entera de alcohol, nunca he sido buena para los tragos, Debby suele decir con orgullo que no tengo el cuerpo para soportar grandes cantidades de alcohol. Es cierto, muevo mis manos, las abro y cierro, dándome cuenta de que no están atadas, poco a poco abro los ojos, a lo lejos, un par de voces llegan a mis oídos, todas son masculinas y parece que están discutiendo. Me lamo los labios, hago un nuevo intento por abrirlos. Mi cabeza me manda las imágenes de lo sucedido, recuerdo estar en el estacionamiento subterráneo, luego me cubrieron la boca y es todo lo que sé, trago grueso, el ácido estomacal se me sube por la garganta. Lo primero que veo cuando por fin abro los ojos, es un techo parecido a una bodega. Me recuerda a las que se llenan con cargas de textiles de otro país, un olor nauseabund
BYRONTermino de firmar los papeles de la empresa, hace dos horas que recibí la noticia por parte de Bianca, de que la empresa por la que ha trabajado tanto mi familia, ha regresado a mis manos, bueno, a las de mi hijo Nicola, mi único orgullo. Él no es como su hermano Jared, nunca lo fue. Ambos son polos opuestos, pero al mismo tiempo tan idénticos. Evan Yasori está muerto, igual que Milenka, y es una lástima, estoy a nada de levantarme de mi despacho para irme, cuando la puerta se abre y es Bianca quien entra. La ahora mujer que adopté como si fuera mi propia hija, cuando me enamoré de su madre, no es sangre de mi sangre ni carne de mi carne, pero la adoro, Jared tiene la loca idea de que ella es mala y que planea algo, pero no lo creo. Tiene una cara de Ángel y eso es lo que es para mí, un ser inocente que está en medio de tiburones como nosotros. —Hola papá —me saluda. Me llama así desde el primer momento en el que su madre nos presentó. —Bianca —saludo alegre cuando se ace
BEATRIZLa cabeza me da vueltas, cuando despierto, me doy cuenta de que sigo en medio de la misma pesadilla, no sé en donde estoy, ellos hablaron algo sobre Gary, piensan que soy su novia y quieren pedirle tres millones de dólares para que me dejen libre, al principio creí que eran mandados por Bianca, pero al parecer no la conocen. Y por su acento, deduzco que tampoco son de aquí. Trato de incorporarme, me siento demasiado mal, recuerdo haber salido del baño y desmayarme enseguida. Mi estado no ha mejorado desde ese momento. Las rejas se abren y entra el mismo tipo moreno que me ha estado ayudando, lleva consigo una botella de agua nueva, y un cubo de metal. —Te ves muy mal —dice con el ceño fruncido. —Me siento mal, tal vez necesite ir al médico —susurro.—Buen intento, pero no vas a ir a ningún lugar hasta que nos entreguen el dinero —me tiende la botella y el cubo. —Gracias.Las náuseas vuelven, pero las retengo, me enjuago la boca y luego vuelvo a beber agua. —O te hizo al
NICOLALlevo más de dos horas en el hospital, o puede que incluso más, la cabeza está a punto de estallarme y no sé qué más hacer para salvar la vida de la única mujer que amo, en cuanto me enteré de lo sucedido, Luca me mandó llamar. Llegamos a la casa de Bea, donde Gary, ese mal nacido, estaba nervioso hasta la médula, no hizo falta que me explicara nada, ya que mi hermano menor, Jared, lo investigó y me dijo que tenía una prometida en Italia, nadie sabía de su relación, por eso es que Bea nunca lo intuyó. Los secuestradores querían tres millones de dólares por ella, bueno, yo les di más de lo que pedían y al final aceptaron, al principio pensé que Bianca tuvo algo que ver, me equivoqué, porque esto era cosa y problema del idiota que ahora está delante de mí, sentado, fingiendo que le preocupa. Parece que siente mi mirada porque levanta la suya y frunce el ceño. —No deberías estar aquí —espeta con firmeza. —¿Volverás con lo mismo? —enarco una ceja con incredulidad.—Yo soy el