BIANCAHa pasado una semana desde que Nicola no me dirige la palabra, desde que no puedo evitar pensar en que lo estoy perdiendo y esta vez para siempre. No me he rendido, no he dejado que el juego acabe, ahora solo observo, Bea no ha hecho gran cosa, solo sé que piensa abrir una nueva galería aquí en Chicago. Milenka sigue con los preparativos de la boda, le costó un par de días, de desventaja, pero al final lo logró la muy inútil. En dos días se casan, camino de un lado a otro, esperando a que mis malditos nervios se tranquilicen, mamá no ha vuelto a llamar. El padre de Nicola no se separa de él, e incluso han tenido algunas juntas directivas sin mi presencia, es como si me estuvieran dejando fuera del juego, Nicola duda de mí, y es por eso que he estado actuando cautelosa. Lo que menos necesito en estos momentos es que me odie. Estoy en casa, llevo encerrada hasta que la puerta de mi habitación se abre abruptamente, dejándome ver a la persona con la que menos ganas tengo de tra
BEATRIZJamás había considerado un día como el peor de mi vida, en especial cuando se supone que he hecho las cosas bien, Vladimir sigue sin querer hablarme, me lanza una culpa que no me corresponde, una que carcome incluso ahora que está sentado frente a mí, comiendo cereal, mientras mi mente está en el hecho de que hoy se casa su padre con otra mujer. —No puedes seguir así —le digo rompiendo el silencio que nos envuelve—. Soy tu mamá, y tienes que hablarme, no es mi culpa el que tu padre saliera de viaje. Se detiene en seco justo cuando intenta meterse una cucharada de cereal a la boca. Sus ojos, idénticos a los de él, hacen que el pecho se me comprima y que trague grueso. —Eres una mentirosa —dice lentamente. Frunzo el ceño. —¿Qué? —inquiero con cautela. —Sé que papá se casa hoy con otra mujer —responde haciendo una pequeña mueca de dolor. Lo sabe. Y como si leyera mi mente responde. —Está en las noticias y en todo internet, se habla de la boda de uno de los Ceos más impor
NICOLAEl día no puede ser más funesto que esto, siento que el aire comprime mis pulmones, la ansiedad hace presencia en mi sistema y cuento los minutos para que Milenka llegue, no lo hace, miro la hora que marca mi reloj, lleva un retraso, le dije que no lo hiciera, en cuanto más rápido termine esto, mejor para nosotros, quería que fuera algo privado, en casa, pero no quiso, se aferró a que fuera la boda en una iglesia. Aunque el plan sigue siendo el mismo, el sacerdote es uno falso, la gente comienza a hablar por lo bajo, sacan sus celulares y checan noticias, algo que les pueda indicar qué mierda pasa. Por mi parte, Bianca se acerca a mí, no la odio, pero mantengo mis sospechas a flote. —Tienes que hacer algo —me dice con los brazos cruzados—. No llega, tal vez sea mejor que canceles la boda. No le respondo, en su lugar, la miro mal. —Ya lleva media hora —se queja. —Si no te parece puedes irte —le lanzo una última mirada cargada de advertencia. No me presta atención y se qu
BEATRIZLa lengua de Gary se pasea por la piel de mi cuello, es la segunda vez que intento mantenerme en calma, merezco esta oportunidad, pero cada que Gary intenta ir más allá, la imagen de Nicola aparece en mi cabeza, bloqueando todo. Como en estos momentos. Estoy con solo la ropa interior, sus manos viajan por mi cuerpo, se siente mal, me sabe horrible hacer esto estando pensando en otro hombre. Más cuando en el fondo una parte de mí desea que sea Nicola quien lo hace, pero no, él ya debe estar casado en estos momentos. Y eso me rompe el corazón de maneras que no puedo explicar. —Dios —gruñe cuando besa mi cuello—. Eres tan hermosa. Jadeo, no de excitación, sino, de miedo, al sentir que su mano se desliza para liberar mis pechos del sostén con poca tela. —Gary… Intento detenerlo al poner las manos sobre su pecho caliente, no me presta atención, sigue devorando mi cuerpo como si se tratara de su dulce favorito. Llega un momento en el que no me escucha, está a nada de quitarm
BIANCATodo ha salido conforme lo planeado, no puedo evitar sentirme como un Ángel de la muerte, Evan ya no es un problema, me acaban de avisar que todo está hecho, y Milenka no lo es tampoco, aunque hubiera querido que sufriera, es una lástima que el hijo que estaba esperando era de Baster y no de Nicola. Le doy un sorbo a mi bebida, las piernas me duelen del tiempo que he permanecido de pie, con la máscara de dolor fingido, haciéndole creer a Byron y al mundo entero, que como hermanastra menor de Nicola, estoy afligida e impactada con la amarga noticia que se está dando por todos los noticieros del mundo. Y era de esperarse, los Hill, son una familia muy influyente, de por sí, ya salió a la luz el hecho de que tenga un hijo con una de las pintoras más reconocidas en Italia, ahora, con esto, me temo que nos encontramos en medio del ojo del huracán. —No puedo creerlo —dice mi padrastro. Se deja caer en el asiento a mi lado, ha estado haciéndose cargo de todo desde que nos avisaro
NICOLAEscucho atento lo que me dicen, sin embargo, no dejo de pensar en el hecho de que ella estaba embarazada, real, tenía mis sospechas y llegué a un punto en el que pensé que estaba mintiendo, no lo pude evitar, sentí que estaba atado a ella por ese bebé, y ahora no están los dos. La culpa me carcome. Mi padre me avisa que Evan también está muerto, sus frenos fallaron, como los de Bea hace seis años, y no sé por qué, pero la imagen de Bianca aparece en mi cabeza, las horas pasan, Jared no se separa de mí en todo momento, de hecho, cuando Bianca intenta darme su apoyo, él se interpone y la manda por café o busca cualquier excusa para que se aleje de mí. Es mi hermano menor y no obstante, parece que es él quien me cuida y no al revés. Ahora estamos preparando todo para asistir al funeral de ambos, intento pensar en cuáles fueron las últimas palabras que le dije, o qué fue lo que hice por ella. No lo recuerdo, no sé dónde estoy parado, la puerta se abre y de soslayo me doy cuenta
BEATRIZMe siento adolorida, el tamaño de Nicola hace que el sexo sea tan placentero como doloroso. Y esta no es la excepción. Una sonrisa se ancla en mi rostro cuando me voy a dormir y a la mañana siguiente me quedo demasiado agotada como para levantarme temprano. No es lo correcto, eso lo sé, más cuando me siento como una zorra que juega con los sentimientos de Gary, él no se merece esto, no cuando decidí darle una oportunidad, pero es que es tan imposible, más cuando Nicola no sale de mi sistema. Me remuevo inquieta, quiero abrir los ojos, pero mis párpados no se abren, se sienten tan pesados que comienzo a caer en un profundo sueño hasta que siento como la cama a mi lado se hunde, luego un par de brazos fuertes me rodean mi cintura, entre mi fantasía y la realidad, pienso que puede tratarse de Nicola. La idea de que se haya colado en mi casa, hace que mi corazón lata con desenfreno, hasta que una voz masculina y más suave, hace que abra los ojos de golpe, en especial cuando me
BEATRIZTodo me da vueltas, un olor fuerte a alcohol, pica mi nariz y hace que poco a poco recobre la conciencia. La boca la tengo seca, estoy tan mareada como si me hubiera bebido una botella entera de alcohol, nunca he sido buena para los tragos, Debby suele decir con orgullo que no tengo el cuerpo para soportar grandes cantidades de alcohol. Es cierto, muevo mis manos, las abro y cierro, dándome cuenta de que no están atadas, poco a poco abro los ojos, a lo lejos, un par de voces llegan a mis oídos, todas son masculinas y parece que están discutiendo. Me lamo los labios, hago un nuevo intento por abrirlos. Mi cabeza me manda las imágenes de lo sucedido, recuerdo estar en el estacionamiento subterráneo, luego me cubrieron la boca y es todo lo que sé, trago grueso, el ácido estomacal se me sube por la garganta. Lo primero que veo cuando por fin abro los ojos, es un techo parecido a una bodega. Me recuerda a las que se llenan con cargas de textiles de otro país, un olor nauseabund