BEATRIZSiento que el piso es removido por una fuerza sobrehumana cuando mis ojos se anclan en los de Nicola, ¿qué hace aquí? Dudo que el plan de Anastasia y Lizabetha haya sido que me encontrara con él, debido a que ellas siguen bailando como si nada. De pronto, algo explota en el techo y cae sobre todos una especie de brillos morados. La música sigue a todo volumen y las personas bailan, por un segundo pierdo de vista a Nicola, luego me doy cuenta de que no está solo, a su lado se encuentra nada más y nada menos que Jared, su hermano menor, con quien en el pasado siempre me llevé bien, éramos cómplices y siempre me ayudaba a darle las mejores sorpresas de cumpleaños Nicola. —¿Te sientes bien? Corto el contacto visual cuando Lizabetha me toca el brazo. La expresión de mis dos amigas es horrible, no quiero que se pasen un mal momento, por ello, niego con la cabeza y vuelvo a colocar en mi rostro la máscara de la sonrisa más fingida del mundo.—Sí, no es nada —miento.—Vayamos a la
NICOLANo puedo resistir el impulso de matar al imbécil que ha tocado a Bea, siempre he sido posesivo con ella, y eso es lo que me lleva a tirar de ella nuevamente y llevarla conmigo antes de que asesine al maldito, desde que la vi, no la he perdido de vista, ni siquiera cuando me di cuenta de que me estaba buscando con la mirada. La misma que me obligó a seguirle los pasos incluso cuando fue al área de los baños, siento que la sangre me hierve y que la manera en la que mi piel hace contacto con ella, es de un modo bullicioso. La llevo a la zona VIP, uno de los tipos al darse cuenta de que soy yo, nos da el paso y pido la suite privada del lugar. —Nicola —dice mi nombre. Intenta detenerme el paso, a estas alturas ya debería saber que eso es imposible, entramos a la habitación y la meto a la mala. —Déjame ir —pide.Coloco el pestillo y cierro con llave, mostrándoselas en señal de triunfo. —No —espeto con dureza. —¿Qué quieres de mí? No podemos hacer esto. —¿Hacer qué? —enarco u
LIZABETHABaster devora mis labios, nuestros dientes chocan y siento la necesidad de detener esto, anoche fue malo para mí, pese a que quise dejar sola a Bea para que tuviera la oportunidad de encontrarse con Nicola, porque ella no se dio cuenta, pero lo divisé buscándola entre la gente, la seguía con la mirada, Bea aunque era discreta, supe que hacía lo mismo. Encontraba la mínima oportunidad para localizarlo, no lo logró, por ello busqué la oportunidad y me fui con el chico que me estaba coqueteando de lejos, quise pasar un buen rato después de eso, no puede, resultó que mi amigo nuevo, era un gilipollas, uno que me quiso besar a la fuerza. Tocar estaba permitido y rompió las reglas, así que intenté alejarme, no quiso, se puso necio y no tuve más opciones que darle una patada en el trasero, después de eso le llamé a Milenka, pensando en que podía pasarme por su fiesta de soltera y echarla a perder con algún patético acto, Anastasia estaba hablando cómodamente con Jared, así que s
BIANCAHa pasado una semana desde que Nicola no me dirige la palabra, desde que no puedo evitar pensar en que lo estoy perdiendo y esta vez para siempre. No me he rendido, no he dejado que el juego acabe, ahora solo observo, Bea no ha hecho gran cosa, solo sé que piensa abrir una nueva galería aquí en Chicago. Milenka sigue con los preparativos de la boda, le costó un par de días, de desventaja, pero al final lo logró la muy inútil. En dos días se casan, camino de un lado a otro, esperando a que mis malditos nervios se tranquilicen, mamá no ha vuelto a llamar. El padre de Nicola no se separa de él, e incluso han tenido algunas juntas directivas sin mi presencia, es como si me estuvieran dejando fuera del juego, Nicola duda de mí, y es por eso que he estado actuando cautelosa. Lo que menos necesito en estos momentos es que me odie. Estoy en casa, llevo encerrada hasta que la puerta de mi habitación se abre abruptamente, dejándome ver a la persona con la que menos ganas tengo de tra
BEATRIZJamás había considerado un día como el peor de mi vida, en especial cuando se supone que he hecho las cosas bien, Vladimir sigue sin querer hablarme, me lanza una culpa que no me corresponde, una que carcome incluso ahora que está sentado frente a mí, comiendo cereal, mientras mi mente está en el hecho de que hoy se casa su padre con otra mujer. —No puedes seguir así —le digo rompiendo el silencio que nos envuelve—. Soy tu mamá, y tienes que hablarme, no es mi culpa el que tu padre saliera de viaje. Se detiene en seco justo cuando intenta meterse una cucharada de cereal a la boca. Sus ojos, idénticos a los de él, hacen que el pecho se me comprima y que trague grueso. —Eres una mentirosa —dice lentamente. Frunzo el ceño. —¿Qué? —inquiero con cautela. —Sé que papá se casa hoy con otra mujer —responde haciendo una pequeña mueca de dolor. Lo sabe. Y como si leyera mi mente responde. —Está en las noticias y en todo internet, se habla de la boda de uno de los Ceos más impor
NICOLAEl día no puede ser más funesto que esto, siento que el aire comprime mis pulmones, la ansiedad hace presencia en mi sistema y cuento los minutos para que Milenka llegue, no lo hace, miro la hora que marca mi reloj, lleva un retraso, le dije que no lo hiciera, en cuanto más rápido termine esto, mejor para nosotros, quería que fuera algo privado, en casa, pero no quiso, se aferró a que fuera la boda en una iglesia. Aunque el plan sigue siendo el mismo, el sacerdote es uno falso, la gente comienza a hablar por lo bajo, sacan sus celulares y checan noticias, algo que les pueda indicar qué mierda pasa. Por mi parte, Bianca se acerca a mí, no la odio, pero mantengo mis sospechas a flote. —Tienes que hacer algo —me dice con los brazos cruzados—. No llega, tal vez sea mejor que canceles la boda. No le respondo, en su lugar, la miro mal. —Ya lleva media hora —se queja. —Si no te parece puedes irte —le lanzo una última mirada cargada de advertencia. No me presta atención y se qu
BEATRIZLa lengua de Gary se pasea por la piel de mi cuello, es la segunda vez que intento mantenerme en calma, merezco esta oportunidad, pero cada que Gary intenta ir más allá, la imagen de Nicola aparece en mi cabeza, bloqueando todo. Como en estos momentos. Estoy con solo la ropa interior, sus manos viajan por mi cuerpo, se siente mal, me sabe horrible hacer esto estando pensando en otro hombre. Más cuando en el fondo una parte de mí desea que sea Nicola quien lo hace, pero no, él ya debe estar casado en estos momentos. Y eso me rompe el corazón de maneras que no puedo explicar. —Dios —gruñe cuando besa mi cuello—. Eres tan hermosa. Jadeo, no de excitación, sino, de miedo, al sentir que su mano se desliza para liberar mis pechos del sostén con poca tela. —Gary… Intento detenerlo al poner las manos sobre su pecho caliente, no me presta atención, sigue devorando mi cuerpo como si se tratara de su dulce favorito. Llega un momento en el que no me escucha, está a nada de quitarm
BIANCATodo ha salido conforme lo planeado, no puedo evitar sentirme como un Ángel de la muerte, Evan ya no es un problema, me acaban de avisar que todo está hecho, y Milenka no lo es tampoco, aunque hubiera querido que sufriera, es una lástima que el hijo que estaba esperando era de Baster y no de Nicola. Le doy un sorbo a mi bebida, las piernas me duelen del tiempo que he permanecido de pie, con la máscara de dolor fingido, haciéndole creer a Byron y al mundo entero, que como hermanastra menor de Nicola, estoy afligida e impactada con la amarga noticia que se está dando por todos los noticieros del mundo. Y era de esperarse, los Hill, son una familia muy influyente, de por sí, ya salió a la luz el hecho de que tenga un hijo con una de las pintoras más reconocidas en Italia, ahora, con esto, me temo que nos encontramos en medio del ojo del huracán. —No puedo creerlo —dice mi padrastro. Se deja caer en el asiento a mi lado, ha estado haciéndose cargo de todo desde que nos avisaro