El sábado en la tarde Julia y Anna se encontraron en el paseo de compras donde grandes marcas y diseñadores reconocidos tenían sus locales exclusivos.

_ Escucha mira ese vestido.. entramos? _ la animó Julia.

Entraron y Anna se probó todo lo que la otra le sugirió, perdieron la cuenta de cuantos vestidos y zapatos se probó la chica, entre risas y charlas.

Eligieron varios, aunque Anna no quería gastar, para ella los precios era obscenos pero Julia no quería entrar en razón, tenía la orden de Alonso de que gastar sin ningún tipo de restricción.

_ Anna, gastaremos lo que sea necesario..! pero dejo de llamarme Julia Ponce de León sino hago que quedes como una princesa.

Julia la ayudó a elegir los colores y los modelos que mejor se ajustaban al armonioso cuerpo de Anna, también tenía una la secreta intención de que se volviera totalmente irresistible para su hermano, deseaba que él se enamorara de ella ya que la creía perfecta para él.

Julia no sabía de la relación de ambos, pero intuía