Unos meses después, los Ponce de León se habían instalado en un hermoso Penthouse en Upper East Side, se habían habituado tan bien a la vida allí que prácticamente parecían haber nacido allí. Ambos trabajaban junto a Frank, mientras Anna comenzaba a tomar decisiones importantes en la empresa porque Frank ya le delegaba muchas cosas a ella, Alonso comenzó a encargarse del área legal. Se sentían a gusto trabajando juntos. Muchas veces se encontraban, haciendo un parate en sus actividades para hacer el amor, eran como dos niños haciendo travesuras a escondidas de sus padres. _Ven aquí mi pequeña bribona _ le dijo apenas Anna entró a la oficina de él, mientras la apretaba contra su cuerpo _ te he extrañado toda la mañana y ahora te haré el amor aquí mismo. _ Alonso hay mucha gente por aquí hoy _ dijo la joven sonrojándose _ esperemos a llegar a casa... El sonrió de lado. _ Sabes muy bien que no lo haré _ le dijo mientras comenzaba a besarla. Cerró la puerta con llave. Cargó en braz
El día del cumpleaños de Alonso y Milena, todos habían podido reunirse. La pareja decidió celebrarlo en su ciudad natal, ya que en Nueva York era invierno y ellos querían que su hija tuviese una celebración al aire libre, junto a la familia y amigos. Allí estaban Clara transitando el sexto mes de embarazo junto a Victor, tendrían una niña a la que se llamarían Victoria. Diego estaba feliz de ser el hermano mayor, era un niño feliz e inteligente que estaba creciendo rodeado de amor y de una verdadera familia. Javier y Julia habían decidido casarse a mediados del año que se aproximaba, él ya se había encaminado en su profesión y ella había comenzado a dar clases. No veían la necesidad de tener que seguir esperando, eso sí lo de tener hijos lo dejarían para un poco más adelante primero querían disfrutar de su matrimonio.También estaban David y Lucy con su pequeño Liam quien ya estaba dando sus primeros pasos y palabras. Alonso adoraba a ese pequeño como si fuese suyo, iba de un lado
Desde la suite del hotel más lujoso de Nueva York James Lee Fenton, seguía con su vida como si nunca hubiese pasado nada. O al menos, era lo que demostraba. El no había tomado la actitud de Anna como un rechazo, siempre supo que amaba a otro hombre, intentó por todos los medios enamorarla, pero no lo había podido lograr así que simplemente lo aceptó y continúó adelante. No era una persona que llevara a cuestas situaciones que le habían sido adversas, así que desde aquel día de la boda de Anna, nunca más la había contactado. Ni siquiera cuando supo que Vanesa la había atacado. Si estaba al tanto, por Peter pero siempre se mantuvo al margen, ella ya era una mujer casada y eso él lo respetaba, aunque detestara a Alonso._¿ Señor, va a necesitar algo más por hoy? _ le dijo su asistente Alan _ sino me retiro para que pueda descansar. Miró hacia afuera, había comenzado a nevar. Su día terminó temprano y por el momento no tenía mucho más por hacer. _ No ve a descansar, te lo mereces_ le
Blanca y Fernando se casaron en Nueva York un día de semana en el ayuntamiento, en plena primavera. Anna fue su única testigo.Tanto la familia de Blanca como los demás tuvieran que esperar afuera para felicitar a los novios al momento de salir. Quizás para los demás era algo demasiado común, pero ellos no necesitaban mucho más para ser felices. Para Don Juan Martin y Carmen Olazabal esto era un regalo de la vida. ¡Por fin Blanca sentaba cabeza! _ Estoy tan feliz por ti hija mía _ le decía Carmen mientras le besaba la mejilla _ porque sé que eres feliz con Fernando, jamás te había visto así. _ Madre, descuida. No voy a arrepentirme _ bromeó ella _ No regresaré a casa, ni seré la solterona de la familia. Fernando también estaba feliz, al fin todo en su vida tenía sentido. Miró dulcemente a su esposa quien hablaba con su madre y luego miró hacia el cielo, como añorando la presencia de Dolores en ese momento.Anna lo tomó del brazo y también miró hacia arriba. _ ¿Crees que está org
Ocho años después, la familia Ponce de León había crecido bastante. Milena ya tenía diez años, su hermano Mateo siete y la pequeña Emma cuatro. Fernando y Blanca habían adoptado a un niño que en la actualidad, tenía cinco años y se llamaba Lucas , pero después varios tratamientos al fin había podido quedar embarazada de Fernando y esperaba mellizos: un niño y una niña. Lucas y Emma siempre estaban juntos , eran muy amigo y compañeros. _ Estos niños algún día pueden terminar casándose_ dijo bromeando Frank. Pero nadie dijo más nada ante la mirada asesina de Alonso. _ Es mi niñita... dejen de hablar tonterías.Todos sabían lo celoso que era Alonso con sus hijas. Como había dicho alguna vez David, su amigo sería un suegro bastante complicado. Claro, no contaban con el carácter de sus hijas sobre todo el de la hermosa Milena, que aunque amaba a su papá entrañablemente y lo obedecía, no dejaría que su padre influyera en decisiones tan importantes como esas. Clara y Víctor, después d
Fernando Montero observaba fijamente a su esposa mientras ella se peinaba su cabello cobrizo, sin emitir una palabra y con una actitud inmutable.De pronto hizo una mueca de impaciencia, parándose._ Entiendes lo que te estoy diciendo o tengo que volver a explicarlo?._ dijo en tono autoritario.Era un hombre de unos 30 años, alto, poseía un cuerpo atlético ya que practicaba natación su tiempo libre, su cabello castaño combinaba perfectamente con sus ojos color ámbar, era muy guapo, sino hubiese sido médico, podría tranquilamente ser un galán de telenovelas.La mujer, dejó el cepillo en el tocador y giró para mirarlo, era realmente bella._ Será como tu digas Fernando, dame los papeles y los firmo, si quieres ya mismo me largo de aquí, este lugar es asfixiante.Anna Berardi, se mantenía erguida ante aquel hombre que en un acto de supuesta bondad, prácticamente la había tenido de rehén durante tres años en un matrimonio sin amor.Ella estaba deseosa de liberarse de él y de toda esa hist
Vió que lamentablemente el autobús pasaba antes de que llegara y no tuvo más remedio que esperar un taxi.Se quedó ensimismada, debatiéndose entre lo que acababa de decirle su esposo y lo que ella sentía realmente con toda esa situación que estaba viviendo.Hubo un tiempo en el que Fernando había sido considerado y bueno con ella, ahora era un completo bastardo.El día que lo conoció pensó que era un hombre amable y compasivo que sólo quería ayudarla con su situación.Hacia un poco más de tres años su madre adoptiva se había descompensado, no tenían mucho dinero así que encontrar un lugar donde la atendieran rápido, era complicado.Haydé, su madre se sentía cada vez peor así que ella tomó la decisión de meterse más allá de la puerta de la guardia médica y buscar a cualquier doctor que la ayudara.Al primero que encontró fue a Fernando._Por favor doctor._ suplicó de rodillas, agarrando su bata._ atienda a mi madre, se está muriendo._ lloraba sin parar.El joven médico la ayudó a levant
Ella miraba el reloj continuamente y movía la pierna sin cesar, no quería llegar tarde el primer día y mucho menos hacer quedar mal a Silvia._ Ay Fernando en buena hora se te ocurrió hablar! _espetó nerviosa.El chófer viendo la actitud ansiosa de la joven, trató de calmarla._ Tranquila señorita! llegará a tiempo! Además._ la miró por el retrovisor._ con lo bonita que es, su jefe la perdonará. _ soltó su risa.El desubicado comentario del hombre, merecía límite pero no quería discutir y que la dejara antes de llegar.Se bajó del auto, muy apresurada tanto que ni siquiera quiso esperar el cambio, no podía gastar mucho dinero,pero le preocupaba más llegar el primer día a horario, pues de ese trabajo pronto dependería su subsistencia.Iba con libros y algunos apuntes ya que después debia ir a la facultad, eran tantos que sus pequeños brazos casi no podían con todo, apresurada no vió al hombre que estaba entrando y lo chocó desparramando todo lo que llevaba por el sitio._ Oh, disculpe