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La Revancha de Anna
La Revancha de Anna
Por: Julia River
Capítulo 1 Divorcio

Fernando Montero observaba fijamente a su esposa mientras ella se peinaba su cabello cobrizo, sin emitir una palabra y con una actitud inmutable.

De pronto hizo una mueca de impaciencia, parándose.

_ Entiendes lo que te estoy diciendo o tengo que volver a explicarlo?._ dijo en tono autoritario.

Era un hombre de unos 30 años, alto, poseía un cuerpo atlético ya que practicaba natación su tiempo libre, su cabello castaño combinaba perfectamente con sus ojos color ámbar, era muy guapo, sino hubiese sido médico, podría tranquilamente ser un galán de telenovelas.

La mujer, dejó el cepillo en el tocador y giró para mirarlo, era realmente bella.

_ Será como tu digas Fernando, dame los papeles y los firmo, si quieres ya mismo me largo de aquí, este lugar es asfixiante.

Anna Berardi, se mantenía erguida ante aquel hombre que en un acto de supuesta bondad, prácticamente la había tenido de rehén durante tres años en un matrimonio sin amor.

Ella estaba deseosa de liberarse de él y de toda esa historia retorcida, que no había hecho otra cosa que dañar aún más su sufrida vida.

_ Veo que estas apurada por dejarme._ la miró fijamente._ será que ya tienes a otro en tu mente?

Ella lo miró con desprecio.

_ Eso a tí no te importa, nunca me has prestado atención ni siquiera me hablas, traes a tu amante aquí y me preguntas si tengo a otro hombre? Eres un descarado.

Le dió la espalda, ya no soportaba verlo.

Su cabello cobrizo que llegaba a su cintura, le cubría la espalda que la blusa con un corte atrás dejaba ver.

Fernando la tomó del brazo para detenerla, como si quisiera quebrantar la fría actitud de la muchacha, quien inmediatamente clavó sus ojos grisáceos en la mano de él.

_suéltame._ dijo tranquilamente. _ entendí todo perfectamente, siempre me has subestimado, crees que porque soy pobre y porque para salir adelante he trabajado en servicio doméstico, soy una tonta.

_ No quise decir eso... _ El la soltó lentamente.

_ Te firmaré el divorcio, no tengo nada que me ate aquí ya, tu madre ha muerto y la mía también. _ mantenía sus ojos fijos en el joven._ no te debo nada!... _suspiró._ ni tú a mí.

Tomó su cartera y sus libros, antes de irse, espetó.

_ Que tu abogado prepare los papeles, firmaré todo apenas los tenga.

El se quedó de espaldas como si no pudiera mirarla a los ojos.

_ créeme que no quedarás desamparada, como mi esposa te daré todo lo que te corresponde y más..

Lo miró furiosa, ya no soportaba el descaro de su marido.

_ No lo necesito, dáselo a la mujer que tanto amas! puedo seguir adelante sin tu maldito dinero!._ salió cerrando la puerta tras de sí.

El se mordió los labios.

Se sentía molesto por la actitud de la muchacha con la que llevaba tres años casado y con la que jamás había intimado.

Y no porque él no se hubiese sentido tentado, la chica era hermosa y atractiva, tenía un aura especial, solo que su matrimonio se había concretado bajo un acuerdo que él mismo redactó junto a su abogado.

Se acercó a la ventana, desde arriba veía como su esposa salía caminando con sus libros y se dirigía hacia la parada del autobús que quedaba a un par de cuadras.

_muchacha obstinada!._ dijo ofuscado. _ cómo es que no le importa nada? qué piensa irse así, sin tener siquiera dónde vivir?

Luego pensó que si en tres años no le había interesado lo que hacía ella, ahora no tendría porqué intervenir en sus decisiones.

Llamó a Luis Medina, su abogado.

_ Fernando.._ dijo de manera socarrona._ no pensé que me llamaras tan pronto por tu divorcio!

El muchacho ladeó la cabeza .

_ Que caso tiene, alargar más la situación? _ sonrío levemente._ ella está más apurada que yo!

Luis arrugó la frente sorprendido.

_ me sorprende! pensé que estaba a gusto allí o al menos eso parecía!

_ Mientras mi madre estaba viva, sí._ hizo una pausa._ sabes, que se querían mutuamente , ahora ya no le queda nada aquí.

Por alguna razón su pecho sintió una molestia al pronunciar esas palabras.

El abogado echó su espalda contra el sillón donde estaba sentado.

_ Quizás sea mejor así, ella podrá hacer su vida y tú la tuya, te casarás con la mujer que siempre has querido y ella con alguien de su edad._ hizo una pausa ._ no creo que pase mucho tiempo sola! Anna es una muchacha hermosa! sino tiene un enamorado, seguramente en poco tiempo lo tendrá.

Fernando quedó en silencio, le daba la sensación que su abogado estaba del lado de su esposa.

_ enamorado? _ dijo burlón._ te olvidas que ella firmó un contrato en donde no podía estar con nadie más?, además ella jamás se atrevería a engañarme.

Luis hizo una mueca, apreciaba a Fernando pero consideraba que en este caso se estaba comportando como un estúpido.

_ Bien, si lo que quieres es divorciarte, te ayudaré a que todo sea lo más rápido posible... supongo que Vanesa estará apurada por convertirse en la señora Montero.

Fernando puso cara de hastío, era como que todo aquello ya lo ahogaba, solo se limitó a decir:

_ prepara los papeles, ella no quiere nada pero no quiero dejarla desamparada, aunque no la ame y nunca fue mi esposa realmente, siento que debo ayudarla, además mi madre se levantaría de la tumba si viera que la dejo en la calle, tu sabes que la quería como a una hija.

Luis suspiró.

_ Todos los que conocemos a Anna la apreciamos, los únicos que no la quieren son tú y por supuesto Vanesa._ carraspeó._ haré todo cuanto me has pedido, pero créeme si ella te dijo que no quiere nada de tí, no lo aceptará.

Fernando se enfureció.

_ Pues tendrá que! sino morirá de hambre!

Luis pasó su mano por su calva cabeza.

_No entiendo porqué siempre la subestimas, ni siquiera sabes que hace ni lo que piensa._ respiró hondo.

Quería decirle:" eres un completo imbécil" , pero sé contuvo, después de todo era su abogado y debía acatar lo que él le pedía.

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