Silvia la esperaba con tantos nervios que apenas se podía contener, cuando vió llegar a Anna, salió a su encuentro.

_ Que pasó? nos quedamos sin trabajo las dos.?

Anna la miró atónita, como si recién cayera en lo que le acaba de pasar.

Camino un poco más y se desplomó sobre la silla.

_ No creerás lo que me acaba de suceder._ dijo Anna agitada._ si te lo cuento no me creerás

Silvia la agarró de los hombros y la sacudió.

_Habla ya! me matarás de la intriga!

_ El hombre con el que me topé hoy a la mañana era Ponce de León, me acaba de ofrecer el puesto para ser su asistente.._ dijo como en trance.

Silvia se llevó las manos a los labios.

_Oh por dios! sabes lo que significa eso?.. la gran oportunidad de tu vida? _ frunció el ceño._ y porque te lo ofreció? no entiendo...

Ella la miró a los ojos y movió la cabeza.

_ no tengo ni la menor idea.

Silvia levantó la ceja, era una mujer grande y enseguida sospechó que el hombre había visto la belleza de Anna y averiguó sobre ella...

"mmm, dos más dos es cuatro, no hay mucho que pensar" espero que no se comporte como un cretino como el marido._ pensó alarmada.

_ Anna escúchame, haste respetar... me entendiste? trabajas para él pero nada más._ quería tratar de advertirle a la muchacha pero sin asustarla, ya que eso era una gran oportunidad para ella._ ya suficientemente tienes con Fernando, me explico?

Anna había estado tan encerrada en su mundo y tan enamorada de Fernando que no era consciente de su belleza y de lo que podía provocar en los hombres, salvo en su esposo que era un completo idiota.

_ no te preocupes, Silvia, se cuidarme y respetar mi lugar._ tomó su mano._ sabes que nunca pasé límites con Fernando a pesar de haber estado enamorada de él, jamás me atreví a insuarme, tu lo sabes.

Ella la miró con cariño, su amiga había criado a una gran chica.

_Haydé estaría muy orgullosa de tí. _ dijo besando su mano._ ahora ve y haz lo que tengas que hacer.

Ella juntó sus cosas e hizo exactamente todo lo que Alonso le había indicado, en el departamento contable le abrieron una cuenta a su nombre y le depositaron veinte mil dólares para sus gastos.

Ella miró bien y se volvió a quien le había hecho el depósito.

_Espera, esto es un adelanto por mi trabajo? no entiendo.

La chica sonrió amablemente.

_ no, es solo para tus gastos él señor Ponce de León lo autorizó, disfrútalo._ le guiñó un ojo.

Ella salió de ahí sin mirar a nadie.

_ oh por dios, ahora van a pensar que soy la golfa del jefe._ puso los ojos en blanco._ no empecé y ya la mitad de los empleados estarán hablando de mi.

****

Tomó el autobús, hasta la universidad para asistir a una de sus clases, debía retirarse antes porque necesitaba comprarse algo para empezar al otro día, no quería que su jefe la regañara por vestirse

" tan informal".

_Anna que haces con tantas cosas encima? ._ Le dijo su compañero,agarrando los libros._ dame eso, son pesados para ti.

La realidad era que Javier Santoro estaba hasta las orejas por ella pero la chica nunca le había dado lugar a nada.

_ tengo que devolverlos._ dijo simplemente

_ los llevaré yo, son muy pesados para tí._ era muy caballero.

Anna agradeció y fue con el hasta la biblioteca.

_ Quieres tomar algo conmigo, después de clases?

Ella lo miró sonriente, normalmente iba con él y su amiga Blanca pero ese día no podía y los venideros seguramente tampoco.

_hoy no puedo... mañana empiezo a trabajar y necesito descansar un poco._ encogió sus hombros._ debo pagar muchas cosas.

Javier la miró detenidamente, si ella quisiera el podría ayudarla, pero siempre había sido tan reservada, apenas hablaba de su situación, siempre la veía vestida de manera muy austera y aún así era la más hermosa del lugar.

_ escúchame Anna, si necesitas dinero sabes que yo te lo puedo dar, porque no me dejas ayudarte?

Ella sonrió, no quería deberle nada a nadie, solo aceptaba el pago que Fernando hacía a la universidad porque ese era el trato que habían firmado: casa, comida y estudio ha cambio del matrimonio ficticio para mostrarle a Dolores que se había casado y era merecedor de la herencia de los Montero.

_ Gracias Javi, pero estaré bien.. Créeme, así como me ves, mañana empezaré a trabajar como asistente de Alonso Ponce de León._ se levantó y se señaló de cuerpo entero._ que piensas? felicita a tu amiga!

El no sabía si alegrarse o no, al lado de ese hombre Anna estaría aún más inalcanzable para él, conocería más hombres y obviamente se le acercarian y porqué no el mismo Alonso.

_ Felicidades, _dijo simplemente.

Anna estaba tan feliz que pasó por alto la apática felicitacion de su amigo.

_Vamos a clases, hoy tengo que retirarme antes debo comprar ropa para mañana._ dijo entusiasmada.

El vió la oportunidad para hacer algo con ella.

_Blanca no ha venido hoy, si quieres puedo llevarte al centro comercial y acompañarte, que opinas?

A ella le pareció buena idea, después de todo habría alguien que la acompañara.

Después de la clase Javier la invitó a subir a su lujoso auto, como casi todos los estudiantes de allí tenía mucho dinero y le gustaba mostrarlo.

Ella con la ayuda de él compró ropa y zapatos acordes a lo que necesitaría de ahora en adelante.

_ oh.. tendré que usar tacones y los odio! _ exclamó!

Mientras se los probaba, Javier pensó que esos zapatos la estilizaban aún más y su cuerpo curvilíneo quedaba aún más marcado, no quería amargarse pero ya se imaginaba una parva de rivales.

_ te llevaré a tu casa, no puedes con todo eso sola._ dijo cargando sus bolsas.

De pronto ella se dió cuenta que el sabría donde vivía, era tarde y sinceramente estaba cansada así que inventó una excusa por si llegaba a preguntar.

_ oh, si déjame en casa de mi tía, seguramente me está esperando! por unos días me quedaré con ella.

El la miró jamás le había preguntado nada.

Ella jamás había contado que estaba casada .

Llegaron a la lujosa residencia y como pudo agarró todo.

_déjame ayudarte a bajar las cosas, no seas terca Anna!_ rogaba el muchacho._ tu tía no se enfadará!

_Oh no conoces a mi tía! es insoportable! adiós te veo mañana.

Se fue sin mirar atrás abrió la puerta y entró.