Alonso se sentía perdido, Anna parecía una puerta infranqueable, como si nada de lo que él dijera le afectara. _ Anna, no quería inmiscuirte en toda esta situación, quería solucionarla sin tener que afectar lo nuestro_ le dijo él.Ella se cruzó de brazos y caminó por la sala. _ Lo que no entiendo es, porqué tomaste el caso si los odias tanto_ dijo ella de manera inquisitiva_ realmente Alonso, tus excusas son bastante contradictorias. El la seguía, tratando de tocarla pero ella no se lo permitía. _Creí que si los ayudaba, podría superar de una vez todo esto... no lo sé.Ella hizo una sonrisa leve._¿Todo esto? ¿Qué sería el "Todo esto"?. Realmente Alonso, sigues sin ser claro. Quisiera entenderte pero no puedo_ le dijo Anna, mirando por el ventanal, la iluminada ciudad.El hizo un ademán de manera violenta._ Todo Anna, lo que me sucedió con Thelma, mi sufrimiento, el negarme a sentir algo por alguien más...el no poder hablarlo contigo... Anna, te amo es lo único que sé, lo único q
Anna sonrió y le dió un leve beso en los labios, acarició suavemente el cabello de Alonso preguntándose cuando lo volvería a hacer, si es que en el futuro él decidía estar verdaderamente con ella. Se requería una gran fuerza de voluntad para alejarse de Alonso amandolo como lo amaba. Pero si se quedaba sabía que sufriría el doble de lo que ya lo estaba haciendo, porque él estaba muy confundido y con ella al lado nunca podría tomar la decisión correcta.Así que, por más que él le rogara que no se fuera, ella lo haría igual. Amaba a Alonso, pero también había aprendido a amarse y a cuidarse porque la vida le había enseñado que nadie la cuidaría como ella se cuidaba. Acarició el cabello de su amado hasta que él se quedó dormido. Le dió un beso en los labios, sintió por última vez ese perfume con notas amderadas que él usaba y que siempre impregnaba su cuerpo cada vez que hacían el amor. Una vez que se aseguró que Alonso estaba completamente dormido, tomó la valija que ya había prepara
Alonso parpadeó ya que la luz de la mañana se filtraba por la ventana. Instintivamente tocó el lado de la cama en el que dormía Anna, no sólo estaba vacío sino también frío._ Sé fue_ balbuceó e inmediatamente saltó de la cama, buscándola como un loco._¡Anna, Anna! _ gritaba mientras recorría el departamento. Cuando fue a su vestidor, vió que se había llevado varias cosas, él al verlo se tiró contra la pared y fue deslizándose lentamente hasta llegar al piso._ Mi amor...¿Porqué me haces esto? _ dijo tomándose la nuca con las manos_ ¡te rogué que no te fueras, te lo supliqué y lo hiciste igual!Había un cierto resentimiento en su voz, era evidente que no había entendido nada de lo que la joven le había dicho la noche anterior. Una gran angustia se apoderó de él. Su peor pesadilla se estaba haciendo realidad. Anna lo había abandonado.Se quedó por un buen rato en esa posición tratando de encastrar las piezas de lo vivido la noche anterior y viendo de que manera podía persuadir a la
Alonso no estaba para nada de acuerdo con alejarse y lo demostró con sus acciones. Habían pasado dos días y ante el silencio de Anna el decidió tomar cartas en el asunto.En la tarde el encargado del lugar le avisó a Anna que traían algo para ella. La joven abrió grande sus ojos del asombro, aceptando el envío.De repente el departamento de la chica se halló inundando de bellas y delicadas rosas rojas y rosas, tulipanes rojos y blancos y en medio de todas una imponente orquídea Cattleya en color rojo. _ Su novio debe estar muy enamorado de usted señorita _ le dijo sonriendo el joven de la florería_ ¡hace mucho no entregamos un pedido tan grande!Anna no dijo nada, solo firmó la entrega y lo despidió.Caminó por el camino que la cantidad de flores que había le habían dejado, miró a la orquidea roja que tenía una nota, escrita por el puño y letra de su amado. "Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá romperse el eje de la tierra; como un débil cristal. ¡Todo sucederá! Podrá la mue
Anna se quedó petrificada. Ahí estaba él, imponente, con el semblante sombrío pero extremadamente hermoso y su postura seductora. Estaba visto que el Alonso angustiado y suplicante de los días anteriores se había ido para transformarse en el que la había conquistado en los primeros tiempos._ No..._ balbuceó ella_ no te acerques. Había cierto recelo en su mirada, por no decir pánico, verlo de esa manera a Alonso le derribaba toda la seguridad que tenia._ Tenemos que hablar_ le dijo él tomándola del brazo_ esto no lo vas a solucionar huyendo de mí.Ella pasó de la desvalidez a la furia. Se soltó del agarre de él y lo increpó._ ¡Tampoco lo vamos a solucionar con flores Alonso! !Podrás escribir un libro de poemas pero esto seguirá sin solucion!_ dijo y siguió caminando, esta vez más rápido.El corrió tras ella y la agarró por detrás haciendo que Anna soltara el paraguas y casi se cayera.Alonso la tomó con tal fuerza que la levantó en sus brazos cargandola como si fuese una niña peque
Fernando Montero se quedó perplejo. Escuchaba atentamente todo lo que Anna le estaba explicando detalladamente y asentía con la cabeza mientras ella lo miraba seria. Cuando ella terminó de hablar, él la miró un momento y carraspeó._¿Estás totalmente segura de lo que quieres hacer Anna? Tomar una decisión tan radical puede tener sus consecuencias, por lo que me dices, Alonso es bastante vísceral_ suspiró hondo_ pero si es realmente lo que quieres, te ayudaré.Anna, trataba de mantener la compostura pero temblaba como si estuviese muriendo de frío por los nervios. _ Lo sé Fernando, soy consciente de la decisión que estoy tomando, pero si me conoces un poco sabés bien que cuando tomo una decisión no vuelvo atrás. Lo sabía muy bien, por eso había perdido toda esperanza de que ella volviera con él hacía mucho tiempo._Bien, haremos lo siguiente: Pediremos ayuda a Clara y desde allí, iremos hasta la frontera, tomaremos un avión hasta Nueva York. Es lo más lejos que puedo ofrecerte_ le d
Antes de salir a la carretera, Alonso le envió un mensaje. Eran las 10 de la noche aproximadamente y no podía dormir." Te extraño mucho, te necesito a mi lado. ¿Porqué no regresas ahora? " Anna entró en pánico. ¿Y sí él en su habitual ataque de espontaneidad se le ocurría ir a buscarla? Solo había una oportunidad de alejarse y era esa, no la podía desaprovechar.Fernando vió la palidez de su rostro. _¿Qué sucede? Ella le mostró el mensaje, el joven se sintió algo incómodo con leerlo, pues no acostumbraba a hacer eso, pero obedeció._ mmm, respóndele que tú también, pero que no sea ansioso que mañana se verán _ dijo Fernando sonriendo_ eso le decía yo a Vanesa, cuando se ponía insistente.Ella lo miró incrédula._ ¡Realmente te superas Fernando! Y yo que siempre pensé que vivías con ella prácticamente en su casa_ rió Anna.El se tiró contra el respaldo del asiento del auto._¡Ay Anna, Hay tantas cosas que no sabes! Pero por lo pronto, deja tranquilo a ese hombre. Reitero:¿Estás seg
Alonso se había levantado muy temprano para prepararse para un juicio muy importante que comenzaba ese día. Un grupo de abogados lo esperaba temprano en la sala de juntas. Cuando ocurrían situaciones así, él se enfocaba solo en su trabajo y en nada más que su trabajo. Porque él, nunca perdía. Nunca. Su ferocidad en tribunales era tal, que enfrentarse a él era prácticamente terminar sepultado.Le había escrito un mensaje temprano yendo a la oficina a Anna, recordándole que Carlos pasaría por ella cerca del mediodía, pero no puso atención en si ella recibía el mensaje o no.En su mente, ya tenía a Anna nuevamente con él. Cuando bajó del auto, miró al chófer levemente._ Recuerda ir a buscar a la señorita Anna a su departamento._ le ordenó.Carlos asintió. _ ¡Si señor! no se preocupe_ respondió diligente el muchacho. Al cabo de varias horas el salió del juicio con una sonrisa tranquila y la mirada arrogante de siempre. La primera etapa del juicio en la que él defendía a una farmacéu