Sentía su cuerpo demasiado liviano, había pasado mucho tiempo desde que sus ojos se cerraron y la infinita noche la invitó a desaparecer sin límites o salidas visibles.

Era de noche cuando un relámpago la despertó, una lluvia en demasia interrumpió su descanso obligado.

Observó sus alrededores,una hermosa cabaña de ensueños se alzaba ante su vista, no tenía idea en dónde estaba y un temor la acecho al instante, otra vez estaba en un peligro que la envolvía por su absoluta inconsciencia.

Un hombre de ojos turquesa ingreso al lugar donde una chimenea de fuego de color violeta mantenía cálido el lugar,era un lugar tranquilo y apacible a simple vista.

La princesa sabía que ese hombre no era el rey demonio que la tenía cautiva,más si era un demonio,sus ojos lo delataban.

—¡Por fin despertó!—exclamo asombrado viendo cómo Kira intentaba levantarse, estaba por caer al suelo cuando él se acercó a ayudarla.

—Tranquila,no sé apure, no hace mucho casi agonizaba.—su ayuda fue rechazada de inmediato