Capítulo 30: Los monstruos no son realmente monstruos.

-¡¿Dónde están los malditos chocolates?! -vociferó Riccardo asomando la cabeza en la puerta.

El capo parecía una bestia protegiendo a su mujer y a la bebita que recién había nacido.

-Riccardo por favor no grites, vas a asustar a la bebé. -pidió Sabrina acunando a Vittoria mientras que Nayla se reía de ver a Riccardo tal alterado.

Riccardo corrió hasta la cama donde estaban las tres, y besó la frente de Sabrina después de certificarse por milésima vez que la bebé se encontraba bien.

-Lo siento bella, pero necesito que estés cómoda. Te mereces toda la atención del mundo y todos los mimos. -contestó Riccardo con nerviosismo. Ahora mismo puedo poner toda Italia a tus pies. ¡¿Los chocolates de mi mujer?! -gritó Riccardo otra vez con impaciencia y Nayla se tapó los oídos corriendo.

Sabrina lo miró con ternura, por más gritaba Vittoria no se despertaba. La bebé dormía tranquila escuchando su voz, que al parecer la calmaba.

Era sobrecogedor y al mismo tiempo muy bonito ver las ojeras marcando
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo