《EIZA》Estaba sentada, meditando sobre la propuesta de Laurien de mudarme con ella mientras encontraba un departamento cómodo. No dudé en aceptar. Aunque tenía algo de dinero ahorrado, sabía que no era suficiente por ahora.—Qué bueno que hayas decidido venirte conmigo, ahi estarás mas tranquila y podremos apoyarnos mutuamente —dijo Laurien, sonriendo.—Gracias, espero no ser una molestia. Te ayudaré con los gastos.—No te preocupes, serán compartidos. Además, supongo que ya no trabajarás más aquí.—No, ya no es necesario. Ahora tengo un empleo que me permitirá cuidar de mi embarazo. De hecho, debemos irnos pronto, necesito prepararme para mañana, el señor Emir es muy exigente y si no cumplo con sus reglas, podría despedirme, —respondí mientras me frotaba el cuello, sintiendo un poco de nerviosismo.—¡Qué bien, me alegro por ti! Espérame un momento, voy al camerino —menciono Laurien, mientras yo asentía y la veía alejarse.Aproveché para acercarme a doña Berenice. Al verme, ella me s
《EMIR 》El suave tintineo del cristal resonó en el despacho mientras giraba la copa de vino entre mis dedos. Desde la ventana, la ciudad se extendía como un océano de luces, y yo me sumergía en el confort de mi oficina, observando las cifras que desfilaban en la pantalla de mi computadora. Las ventas de estos últimos días habían superado mis expectativas, y todo gracias a la audaz incorporación de Eiza como rostro principal de nuestra nueva línea. Mientras saboreaba el aroma robusto del vino, mi mente se llenaba de ideas para la próxima pasarela. Imaginaba a Eiza desfilando con la elegancia que la caracterizaba, luciendo los trajes de embarazo y pantalones de oficina que nuestros diseñadores habían perfeccionado. Una fiesta de bienvenida sería el preludio perfecto para mostrar al mundo esta nueva faceta de la marca de mi empresa.Justo cuando consideraba los detalles del evento, la puerta del despacho se abrió suavemente. Melivia entró con paso firme, portando un informe de ventas. S
《EMIR》Llegó el momento esperado. Ya estamos listos para iniciar la gran fiesta de gala en beneficio de la empresa. Me encontraba preparando mi traje para contrastar con mi apariencia cuando el mayordomo entró en mi habitación con la caja de zapatos nuevos de marca. Los dejó sobre la mesa de cristal. —Necesitara, algo mas Señor.—No, Puedes retirarte —Ordene—Sí, señor —respondió, inclinando ligeramente la cabeza.Al irse el mayordomo, entré al cuarto donde estaba mi armario. Divisaba todo lo que tenía: cientos de trajes en colores oscuros, camisas, pantalones, todo acorde a mi estilo. Busqué una corbata a juego para la ocasión y dejé todo listo sobre la cama. Luego, me dirigí a la bañera, llena de flores aromáticas, para tomar una ducha. Mi mente viajó a mi madre; seguramente ella estaría más que feliz al ver mi progreso, hasta dónde he llegado y mis avances. De repente, sentí una inmensa tristeza al pensar en la manera en que falleció.Moví la cabeza, tratando de borrar cada detalle
《EIZA》Sentada en el sofá del apartamento de mi amiga, en mi acostumbrada soledad, no logro dejar de pensar en Emir. Ultimadamente estoy sintiendo algo por mi jefe, y sé que no está bien. ¿Quién podría sentir algo por mí, especialmente estando embarazada? Un hombre rico, bien vestido, ni siquiera, me presta atención, no me imagino estar a su altura, además las chicas han murmurando cosas de mi y de él, incluso me han humillado cuando estamos solas, en fin, que podría esperar, no a todo mundo le puedo caer bien, por otro lado no debería estar pensando en él. Es difícil imaginar que se fijaría en mí si me conoció en un club; probablemente pensaría lo peor de mí, era una prostituta, me vendí por necesidad, y solo fue una vez, no obstante nada cambia el hecho de ser lo que fui hace unas semanas. Por otra parte no estoy para relaciones en este momento, especialmente en mi estado de embarazo.En la mañana opté por vestirme con un pantalón de Palazzo color negro para maternidad y los convine
《EMIR》Llegó el momento esperado. Ya estamos listos para iniciar la gran fiesta de gala en beneficio de la empresa. Me encontraba preparando mi traje para contrastar con mi apariencia cuando el mayordomo entró en mi habitación con la caja de zapatos nuevos de marca. Los dejó sobre la mesa de cristal. —Necesitara, algo mas Señor.—No, Puedes retirarte —Ordene—Sí, señor —respondió, inclinando ligeramente la cabeza.Al irse el mayordomo, entré al cuarto donde estaba mi armario. Divisaba todo lo que tenía: cientos de trajes en colores oscuros, camisas, pantalones, todo acorde a mi estilo. Busqué una corbata a juego para la ocasión y dejé todo listo sobre la cama. Luego, me dirigí a la bañera, llena de flores aromáticas, para tomar una ducha. Mi mente viajó a mi madre; seguramente ella estaría más que feliz al ver mi progreso, hasta dónde he llegado y mis avances. De repente, sentí una inmensa tristeza al pensar en la manera en que falleció.Moví la cabeza, tratando de borrar cada detall
Eiza.La pasarela había sido un éxito rotundo. La adrenalina aún corría por mis venas, y una sonrisa se dibujaba en mi rostro mientras veía a Emir observar satisfecho el resultado de nuestro arduo trabajo. Me sentía increíblemente emocionada y llena de confianza. Las luces de los reporteros y las cámaras de los periodistas me envolvían en un torbellino de preguntas. Me saludaban y felicitaban, y yo respondía con una mezcla de humildad y orgullo.Después de la última entrevista, decidí dar un paseo por las tiendas cercanas. Me gustó ver a la gente emocionada comprando prendas de la nueva colección, y un grupo de mujeres se acercó para admirar la ropa de maternidad. Todo parecía perfecto.Mientras estaba allí, conversando animadamente con algunos colegas, un hombre desconocido se acercó. Era alto, con un traje caro y un reloj que brillaba con elegancia.—Hermosa y elegante —Expreso acercándose a mi— Eres una de las mejores modelos que han visto mis ojos. Mi nombre es Isaac Orlov— Mencio
《Emir》Ya listos en mi avión privado, nos acomodamos en nuestros asientos mientras nos colocábamos el cinturón. La azafata se acercó preguntando si necesitaríamos alguna bebida.—Vino y frutas —ordené sin quitar la mirada de Eiza, quien lucía nerviosa.—¿Y usted, señorita? —preguntó la azafata, dirigiéndose a Eiza con una sonrisa.—Un café, con galletas, por favor. Gracias —respondió con un leve asentimiento y una sonrisa cortés.—Enseguida regreso —respondió la azafata, devolviendo la sonrisa antes de retirarse.Observé a Eiza detenidamente. Su comportamiento educado y su manera de agradecer, incluso en esta situación, despertaron mi curiosidad.—Veo que eres agradecida. ¿Así eres con todos? —pregunté, deseando conocer más de ella.—Sí, lo he sido desde que aprendí a vivir sola, lejos de mi familia —respondió, su tono era tranquilo pero había una nota de melancolía en su voz. Ella me sonrió, aunque había algo de tristeza detrás de esa sonrisa. —Sin embargo, Emir, agradezco lo que la v
Eiza.Abrí los ojos con nervios a flor de piel. Emir se apartó al ver la llegada de varios invitados al jardín.—Vamos a entrar a la fiesta —sugirió con su habitual impasibilidad. Asentí y caminé detrás de él.El murmullo de anticipación recorrió la sala antes de que un haz de luz iluminara el escenario.El espectáculo que se presentó fue deslumbrante, exhibiendo los más recientes calzados de la compañía Elegance & Stride. Era un despliegue brillante y sofisticado de diseños que capturaba la esencia de la empresa de Alexander. Cada par de zapatos parecía cobrar vida con los movimientos de los modelos que desfilaban con ímpetu, realzando la innovación y el estilo que él había implementado para su marca exclusiva.Admiraba la manera en que las modelos se coordinaban al caminar tan fluidos y elegantes que parecían ángeles.Al finalizar el emocionante desfile, los reporteros se acercaron al CEO Alexander para entrevistarlo. Él, con una sonrisa, respondía a las preguntas de los periodistas