Parker Bennett.Mientras Emma está siendo acompañada por William, di el aviso a la guardia para que esté atento a Alberto. El maldito salió huyendo del lugar y nadie pudo localizarlo.Si Alberto fue capaz de estar aquí sin ser detectado, entonces cualquier espía de Harry podrá entrar a la universidad. Eso me tiene encabronado y asustado. Si Peter no puede detectar que la frontera está siendo violada, entonces estamos jodidos.Le conté a Peter todo lo que había sucedido y lo único que escuchaba eran sus rugidos. Ahora debería llegar en cualquier momento.Observo a los jóvenes pasar y veo también a las chicas sonreírme coquetamente. Es en realidad molesto tener que lidiar con mujeres haciendo eso. Solo espero que Emma no lo vea o se pondrá celosa.Mientras estoy pensando en todo eso, siento que Fenrir está sumamente inquieto. “¿Qué te pasa, Fenrir? Con tanto paseo, me estás dando un gran dolor de cabeza.”“No sé, hombre. Algo pasa, pero no puedo saber con exactitud qué es.”“¿A qué te r
Peter Bennett.Cuando vi a Parker y Emma en la mansión, tuve que ocultar mi ira. Siempre creí que sería yo quien la marcaría primero, pero no fue así. Me dolió no poder haber sido el primero. Pero más me duele que Emma no confíe en mí.Hace un rato, Parker me llamó y me dijo que Alberto había estado con Emma. Al escuchar eso, rompí dos sillas. No pude evitarlo. Detesto que cualquier hombre se le acerque y, más encima, el imbécil era un agente secreto enviado por Harry. Esto parece una película hollywoodense.Cuando pienso que tenemos un gran plan para vencer a Harry, el maldito nos lleva tres pasos adelantados. Nunca pensé que él era un gran estratega. Veo que estaba equivocado y mi error nos pudo costar caro.Me bajo del auto y camino hacia dentro de la universidad. Parker me dijo que debía dirigirme hacia el aula magna, ya que allí Emma daría su segunda clase. Mis hombres se despliegan por todo el recinto, asegurando el perímetro.Mientras camino, se me cruzan varias caras familiare
William Redd.Una vez que entendimos qué era lo que sucedía con Emma, Parker decidió que yo debía llevármela. Fenrir tomó el control y, antes de irnos, atacó y dejó malherido a quien intentó secuestrarla.Abrimos la puerta y salimos corriendo de la mano. Fenrir iba detrás de nosotros, cuidando nuestras espaldas. Una vez que llegamos al auto, aprieto el acelerador a fondo y salimos de ahí a toda velocidad.Cada minuto que pasa, hace que el olor de Emma se haga más fuerte, intoxicante y atrayente, haciéndome perder la cordura. Hermes tuvo que tomar el control porque mi mente y cuerpo lo único que quiere es tocar a Emma de todas las formas que he fantaseado hacerlo.Mientras conduzco, siento que Peter abre el enlace mental diciéndome que me la lleve a la mansión y la encierre allí. Dado que es Hermes quien tiene el control, él solo gruñe. Peter, al notarlo, nos pregunta cómo está Emma. Él solo se limita a decirle que ella se encuentra en la primera fase.Cuando llegamos a la mansión, veo
William Redd.Peter y Parker llegan justo en el momento en que Emma me reconoce como su pareja. Pero el grito que sale de sus labios, cuando pregunta qué fue lo que había dicho ella, me dejó nuevamente paralizado.Levanto la mirada y sé que no es una gran vista, ya que Emma tiene su falda levantada hasta la cintura. Yo estoy desnudo, sentado en el suelo mientras ella está acurrucada encima de mí con su cabeza en mi hombro.Emma lo mira y le dice: “William es mi pareja también, Peter. Aún no entro en trance y no sé cuántos minutos más tengo de cordura. Pero necesito que lo aceptes también, Peter. Ustedes tres son míos como yo soy suya.”Veo que Parker le coloca una mano en el hombro mientras dice: “No puedes negarle esto, Peter. Y William es como nuestro hermano. No hay nadie más con quien quisiera compartirla, que contigo y con él.”Peter baja la mirada y en un susurro dice: “¿Por qué no dijiste nada, William?”“Porque tú mismo me dijiste que no querías compartirla ni siquiera con Par
Emma Spencer.Al sentir el agudo dolor de la mordida de William, caí rendida en la cama, jadeando fuertemente. Intenté abrir los ojos, pero algo me lo impidió. Sentí que mi conciencia fue arrebatada de mi cuerpo y fue enviada a otro lugar. Todo se sintió muy familiar, similar a la vez que Parker me marcó.Cuando por fin logré abrir los ojos, observé solo oscuridad a mi alrededor. Fría oscuridad, que solo me recordó a la soledad. Estaba sola. Ni siquiera Mia estaba conmigo.Me senté en el frío suelo y abracé mis piernas con mi cabeza pegada a ellas, mientras regulaba mi respiración. Intentaba evitar que mi ansiedad se disparara y me dispusiera a gritar enloquecida por no saber que era lo que vendría.Una brisa tenue recorrió mi espalda, la cual envió un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. Fruncí el ceño y levanté la mirada. La oscuridad lentamente cedió y dio pie a algo que no había visto anteriormente. Un bosque.Confundida, me levanté de golpe. Al comienzo me asusté porque no sab
Emma Spencer. Me quedo viéndola fijamente ahora y sin esperar a que me diga otra cosa, me abalanzo sobre ella abrazándola fuertemente. Mis lágrimas caen mientras le digo, “gracias por dar tu vida por mí, mamá.” Ella, por un momento, se queda inmóvil, pero cuando me escucha hablarle, me devuelve el abrazo aún más fuerte. Siento sus lágrimas caer mientras dice, “Te extrañé tanto, mi niña. Sabía que mientras no te volviera a ver, significaba que estarías a salvo, pero ahora que estás aquí, debes prepararte.” Nos separamos mientras ambas nos secamos las lágrimas. A mi lado derecho escucho decir, “Clarissa tiene razón, Emma. Debes prepararte. El futuro de todos los Lycan está en tus manos.” Giro mi cabeza y veo a Artemis caminando hacia nosotras junto a Hécate. Una vez que llegan donde estamos, Hécate me dice, “Ya ves lo que la magia de tu familia puede hacer. Pero tu herencia es aún más poderosa que la de Clarissa.” Artemis sonríe satisfecha al verme mientras me dice, “Veo que tienes
Peter Bennett. Emma abre mucho los ojos y se sienta rápidamente, jadeando sin cesar, mirando para todos lados. Nos observa mientras nosotros la miramos fijamente y sé que nuestras caras solo demuestran… Miedo. Sí. Los tres estábamos aterrados de perder a Emma. Ahora, en cualquier momento volverá a entrar en trance y quizás cuanto dure esta vez. “¡Joder! ¡Emma! ¡No vuelvas a hacer una m****a así! ¡Casi nos matas a los tres del susto!" —le grito enfurecido mientras coloco una mano sobre mi cara. “¿Qué pasó?” Nos dice frunciendo el ceño, visiblemente confundida. "¡Te moriste! ¡Eso pasó!" —le grita enfurecido William. “No es posible, solo estaba dormida, como lo que pasó cuando Parker me marcó.” En un suspiro, Parker le toma las manos y le dice, “No, nena. No estabas respirando.” Pestañea muchas veces mientras intenta regular su respiración al escucharnos tan angustiados por ella. “Estoy bien, chicos. De verdad, estoy bien. ¡Pero hace mucho calor!” Le levanto una ceja mientras paso
Emma Spencer. Abro los ojos lentamente y la tenue luz que se cuela por la ventana me lo dificulta. No sé qué día ni qué hora es. Solo sé que hasta la última fibra de mi pelo, duele. Nunca creí que respirar podría doler tanto. Intento moverme, pero me encuentro enredada entre diversas extremidades que no son mías. Miro hacia mi derecha y veo que está William. Detrás de él está Parker, y a mi izquierda está durmiendo plácidamente, Peter. El hedor a sangre y fluidos corporales irrita mi nariz. ¿Qué demonios pasó? Siento como si me hubiera atropellado un tren. Con mucha dificultad, me siento en la cama. Miro a mi alrededor y veo que la habitación está destruida. Es como si hubiera habido una pelea de cantina aquí dentro. “Buenos días, cariño.” Miro a Peter y le digo, “¿Qué demonios pasó?” William coloca su mano en mi cintura y con los ojos cerrados me dice, “Tu celo. Eso fue lo que nos pasó, muñeca.” “¡Shh! Cállense, por favor, ¡se los imploro!” Llora Parker queriendo seguir durmien