Emiliam se acercaba a Sol poco a poco. La besaba con mucha prisa y pasión; Emiliam estaba ansioso por quitarle la ropa a Sol, mientras que ella solo se abrazaba muy fuerte a él. La adrenalina de que los descubriera crecía mucho más, parecía que eso era lo que en verdad los excitaba.
Sol no podía evitarlo, era tanto el deseo que sentía por Emiliam que únicamente quería volver a repetir lo de la oficina, y entendía que Emiliam deseaba más esto. Empezaron a quitarse la ropa y a darse caricias por zonas que la ropa no lo permitía. Realmente querían continuar y no detenerse nunca, la pasión los consumía cada vez más. Para su desgracia, no podían entretenerse mucho, así que en cuanto recobraron la razón, se vistieron.
— Emiliam, deberíamos parar esto. De verdad yo quiero a Daniel y a Violeta.
Emiliam no la miro, nada m
—Veo que se relajaban un poco—. Violeta se acercaba a la piscina donde están Emiliam y Sol. —Si, le dije a Solange que viniéramos un poco en lo que terminabas —comento Emiliam. —Me encanta que convivan más, ¿no les gustaría una boda doble? —decía Violeta emocionada. Solange y Emiliam se miraron, sabían que eso no estaba realmente en sus planes y menos ahora después de todo lo que ha pasado. No sabían que pasaría después, pero lo de la boda doble sería un verdadero cinismo. —Creo que no le simpatizó mucho a Daniel —dijo Emiliam mientras miraba a Solange. Ella entendía muy bien a lo que se refería. —No digas eso, de seguro falta que convivan más y bueno estoy segura de que lo harán —afirmo Violeta. —¿Ya nos vamos a ir? —pregunto cambiando de tema Sol. —Sí, vamos a despedirnos de Kika. Sol y Emiliam se pusieron los zapatos para acompañar a Violeta a despedirse de Kika. Sol tenía miedo de
Sol terminaba de arreglarse, ya tendría que salir y tocar como todas las noches. Habían pasado tres días desde que el investigador empezó a buscar a la familia de Martín. Solange tenía que decirle que ya encontraron a su familia y debían buscarla. —Estás muy lenta—. Entraba Martín para apresurar a Sol. —Necesito contarte algo antes de otra cosa —le dijo Solange. Martín podía ver la seriedad de Sol. Podía tratarse de muchas cosas sobre Emiliam. —Dime, me espantas. —Bueno, lo que pasa es que el investigador de Daniel encontró a tu familia. —¿Qué? —pregunto Martín. Se sentó aún lado de Sol esperando una respuesta, quería saber más. —Si, casualmente tu madre trabaja en la casa de una de las compañeras de la Universidad y fue muy fácil dar con ella. —No sé qué hacer, mi padre se muere si me ve llegar. —No lo creo, se murió a inicios de año y desde entonces tu mamá decidió buscar trabajo y dio a esa casa
Sol llegaba al salón de clases, de nuevo se le había hecho tarde. Tuvo videollamada con su abuela, ya que quería mostrarle la ofrenda que había hecho por el día de muertos. Agradecía que Daniel estuviera con ella para ayudarla, su abuela insistía que no dejaría de poner la ofrenda a pesar de que pudiera sentirse mal. También Daniel le dijo que Martín ya había llegado a la ciudad y que en estos días buscaría a su madre.Entraba al salón y se daba cuenta de que la regañarían, el profesor Alfred era muy estricto, sabía que corría el riesgo de que no pudiera pasar a clase. Abrió la puerta y descubrió que no estaba el profesor, bueno si estaba, pero no era el viejo Alfred.—Señorita Urriaga —dijo Emiliam.Sol no dijo nada y entro al salón, todo indicaba que Emiliam ya sabía que sería el ree
Sol llegaba al departamento, había sido un día muy largo. Aunque aún tenía que hablar con Violeta y saber si ella sabía de la relación de amistad entre Paula y Kika.—Hasta que llegas, tenía planeado que viéramos películas el día de hoy para charlar un poco, entre que tú estás trabajando y yo con Kika —le decía Violeta con una bolsa de palomitas en la mano.—De eso quiero hablarte.—¿Qué?, ¿quieres trabajar con Kika?—No, ¿tú sabías de la amistad de Kika con Paula?Violeta guardó silencio y evito mirar a Sol.—Yo...—Lo sabías y no me dijiste nada.—Bueno, es que Paula le hablo a mí de Kika y pues no podía rechazar la oportunidad de trabajar con ella.—También sabes que Paula siempre ha querido separarm
Sol llegaba a su departamento, se sentía realmente cansada. El trabajo había sido realmente pesado y los pies le dolían.—Estaba preocupada por ti, le marqué a Emiliam y me dijo que ya habías salido hace mucho —dijo Violeta,—Tenía un trabajo que hacer, de la escuela.—Me enteré de que Emiliam es tu profesor.—Si, apenas. Me siento un poco presionada por eso, es mucha responsabilidad.—Pero Emiliam te estima mucho y sabes que no te regañara.—No quiero abusar de su confianza —contesto Solange.—Sabes que no, confiamos en ti —sonrió.—¿Vas a salir?—Sí, iré a cenar con Emiliam. Dijo que tenía algo muy importante que decirme.Sol sabía que probablemente le comentaría sobre la fiesta, sintió mucho enojo, no quería que su amiga se
—¿Qué piensas hacer? —pregunto Agnes.Sol no tenía otra opción más que decirle a Agnes lo que pasaba, necesitaba ayuda. No sabía cuáles eran los verdaderos planes de Ava, quien ya estaba en una mesa cenando.—No lo sé, por eso te llamé. Ya tengo que salir a tocar y no tengo idea de que hacer.Agnes le quito a Sol los maquillajes que tenía en la mano y empezó a maquillarla ella.—No tenemos de otra más que decirle la verdad. Es mi amiga y la conozco de mucho tiempo, sé que es medio berrinchuda y necia, pero no es mala como lo supones.—Te haré caso, ya que yo no sé ni que hacer.Sol se terminaba de concentrar para salir a cantar, estaba realmente nerviosa y tenía mucho miedo. Pero tenía que afrontar a todo esto, que eran consecuencias de sus propias mentiras. Subía al escenario, ráp
Sol despertaba ya que estaban tocando la puerta de su cuarto. Era Violeta, que no paraba de tocar.—¿Qué pasa? —pregunto Sol.—Quiero que me abras, necesito platicar contigo —dijo Violeta.Sol suspiró y abrió la puerta. Vio que su amiga traía una charola con desayuno, que era poco saludable, según su régimen nutricional. Sabía que, en efecto, quería hablar de algo muy serio y que no se iría de ahí sin hacerlo.—Apuesto que te dará flojera hacer el desayuno y por eso lo hice —dijo Violeta mostrando la charola.—¿Me vas a comprar con comida? —pregunto Sol tratando de romper el hielo.—No.Sol le indico a Violeta que pasara, las dos se sentaron en la cama y empezaron a desayunar.—Mañana habrá una fiesta y quiero que estés conmigo, estarán los padres de E
—Pensé que no llegarías, estaba asustada—, Violeta terminaba de maquillar a Sol.—Disculpa, cosas de la escuela.—Lo bueno es que llegaste. Emiliam mandará a alguien para que pase por nosotras.—¿Irán sus amigos?—No lo sé y espero que no. Sé que te empiezas a llevar bien con ellos, pero a mí siguen sin quererme.—No creo que sea para tanto, tú siempre has sido muy social. Me extraña un poco que no te lleves muy bien con ellos.—Pues ya ves que no.Sol se dirigía a su cuarto a ponerse el vestido que había mandado Emiliam para ellas, pensaba que hasta el más mínimo detalle quería controlar él. Deseaba tanto conocer a sus padres, saber si realmente eran tan duros con él. Se miraba en el espejo y le encantaba como se le veía el vestido, parecía que estab