Entonces miro a Zayn y ya me siento mucho mejor porque logré sacarme todo lo que tenía acumulado entre pecho y espalda todos estos días. Sé que debería decir que ha sido para ayudar con la causa y tal, porque lo que él le ha ocultado a todos o sus motivos o las consecuencias de todo lo que ha hecho es importante.
Sin embargo, esto lo hice por mí, porque siento que me ha visto la cara de tonta, al tratar de que haga su voluntad solo porque él lo dice, cuando en realidad estoy viendo que hay demasiadas cosas extrañas detrás de todo.
No actúo como autómata o porque los demás quieren, tampoco me gusta que me oculten cosas y mucho menos que me obliguen a hacer cosas que no quiero o en las cuales no estoy de acuerdo.
― Creo que has confesado todo lo que debes y te felicito por ello, Zayn―le digo con una sonrisa, aunque disto mucho de querer que él se ría conmigo, m
Dudo mucho que Zeira o Van hayan dado la clave de los vehículos a alguien más, porque son leales a sus manadas y a la causa, así que alguien más debe estar involucrado, quizás algún espía de Zafiro, aunque es raro, porque en vez de atacar al convoy en espacio abierto, prefirieron robarse un solo vial furtivamente.Algo tonto, porque hubiera tomado todo lo que con tanto esfuerzo trabajamos anoche y que es mucho más importante que un solo vial del elixir"¡Qué!", dice Aella exaltada, "¿tenemos a un espía de pacotilla por aquí?""Uno que no tiene idea de nada o que pareciera que se hubiera encontrado la clave por casualidad, por lo que veo", le respondo, pero no quiero seguir haciendo conjeturas.De pronto veo que entran en el despacho Melvin y Konor, quienes se dan miradas cómplices y luego posan sus ojos en Zayn y luego camina en dirección a Aike.―
Pero trato de contenerme y trago en seco, al tiempo que me siento vulnerable y desnuda ante su imponente presencia, que me desnuda el alma y la deja como si fuera un libro abierto e intenta derrumbar la poca dignidad que me queda. En definitiva, esta no es la manera de arreglar los problemas entre nosotros, los cuales él pretende ignorar al invadir de esta manera mi privacidad. Sin embargo, no se lo pretendo permitir. ―Tampoco es que me la he pasado rehuyendo de ti―le digo con sarcasmo―pero en este momento no tengo ganas, mi alfa―le respondo, mientras termino de enjuagar la espuma de mi cuerpo desnudo, para colocarme una toalla y salir de aquí, pero él se introduce en la ducha todavía vestido, tratando de echar por tierra todos mis planes de ignorarlo. ―Ese no es problema―me dice con una sonrisa, mientras acerca su cara a la mía y nuestros ojos se quedan mirando fijamente―porque sé que puedo cambiar eso―me dice y sus labios casi tocan los míos y estoy
Tener a Aike tan cerca de mí después de tantos días de conflictos y angustias en la manada Zafiro, se siente como una gran recompensa, a pesar de que parte de esa angustia fue el sentirme engañada por su parte, sinsabor que todavía no supero, pero que en este momento puedo pasar por alto.Aike es lo que necesito en este instante.―Lo siento―me dice al oído, mientras uno de sus brazos me sostiene por la cintura―no puedo creer que te hayan pasado tantas cosas en Zafiro en tan solo tres días―su voz se nota angustiada y taciturna, como si sus días no hubieran sido mejores que los míos.―Pensé que lo decías por haberme cerrado el teléfono, mi alfa―le digo, mientras acaricio su brazo y le doy un beso en la frente―eso fue de lo más grosero y me dejó pensando en todas las posibilidades, excepto una―entonces, él me mira con curiosidad, así que le aclaro―me refi
De pronto siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, a pesar de que el calor de Aike me cubre por completo. A lo mejor es porque me siento expuesta y eso pasa cada vez que tengo que ocultar verdades como esta. Por esta razón es que no me gusta mentir, porque llega un momento en que ya no recuerdo qué es lo que me han contado y qué lo que he averiguado a espaldas de otro, así que decido hacerme la inocente, ya que siempre me puedo salir con la excusa de que se me había olvidado. ― ¿Adrien tuvo una pareja destinada? ―le pregunto como una tonta, aunque en realidad sé la respuesta, ya que escuché una conversación entre él y Kala, también me sé la respuesta de mi próxima pregunta― ¿y por qué la rechazó? ―A ella ya la conoces, es Kala Wolf, quien se toma esa excusa para proclamar el derecho de querer ser la Luna de la manada, cosa que no le daré y esa es una promesa―comenta y me da un beso en la mejilla―y la rechazó por varias cosas―me dice y ahora hace círculos
Aike me mira y se relame, mostrándome su cara más lasciva y eso me encanta. En realidad, él no se equivoca cuando dice que somos tal para cual, y mucho más cuando se trata de nuestros momento a solas, cuando nos enredamos en uno solo. Claro que hay más que eso, porque no solo somos placer puro, porque es con quien me siento más a gusto para conversar, porque es mi par, como si uno fuera la extensión del otro. ―Me parece lo justo―me responde y me levanta aún de cuclillas en la cama y me carga hasta el cuarto de baño, hasta la ducha y más allá, hasta el jacuzzi, el cual empieza a llenar, mientras nos tomamos un tiempo en la ducha. Entonces él empieza a tallarme con la esponja enjabonada y yo hago lo mismo con él deteniéndome en su cabello para alborotarlo y colocarle champú, mientras ambos jugueteamos en los chorros de agua. Él decide acorralarme en una pared con sus brazos a cada lado de mi cabeza, mientras busca mi boca desesperado y me besa y nuestro
― ¿Te he dicho alguna vez que tu primo es un idiota? ―le digo toda cabreada y él reprime las ganas que tiene de reírse. ―Pues, qué te puedo decir, es mi primo―me contesta encogiéndose de hombros―creo que es su talento innato―señala y yo pongo los ojos en blanco. ―Pues él y sus tonterías vienen en un momento―le digo y él pone los ojos en blanco―también viene Barbie con él―le comento y él arquea las cejas. ―Vaya que eres persuasiva a la hora de querer algo―me responde y suspira―espero que no los hayas interrumpido, así como nos lo has hecho con nosotros―me reclama, pero se acerca y me toma por la cintura y me planta un beso en la frente―ahora, terminemos con esto de una buena vez, para volver a nuestro tema favorito, ¿te parece? ―me pide y trato de contestarle, cuando se escucha un repiqueteo en la puerta. ―Señorita Sia, el alfa Valentine viene con su Luna―me dice Daniel cuando asoma su cabeza por la puerta y Aike se sorprende y se oculta en el cuarto d
―Cariño, eso suena a que podemos manipular a todo el mundo con la mente y sé que tengo mucha influencia en Hale Enterprise, donde puedo hacer y deshacer a mi antojo―me responde mi mejor amiga con una ceja levantada―pero, de ahí a que una miserable manipuladora y extorsionadora como Kala Wolf haga lo que yo quiero, está muy lejos de ser el caso.― ¿Que no puedes manipular a Kala Wolf? ―la cuestiono y hago un bufido―pero si tú y yo sabemos manejar a cualquiera a nuestro antojo―le aseguro y pongo los ojos en blanco―nacimos manipulando servidumbre, amenazamos a gente a nuestro alrededor a cada rato, así que no me digas que no lo podemos hacer―me burlo de ella―y si eso fuera poco nuestros padres nos enseñaron influenciar y convencer a socios, con tal de lograr lo que queremos―le aseguro y ella me mira con el ceño fruncido, al tiempo que traga en seco, así que continúo―solo debemos tratar a Kala Wolf como
Valentine traga en seco, pero enseguida frunce el ceño y respira profundo, como si de alguna manera se sintiera ofendido. ―Y yo quiero que se acabe esta guerra pronto―señala Valentine un poco más calmado, mitad divertido, mientras que la otra mitad está sumamente cabreada―porque tengo que ir a encantar a un suegro o eso creo―agrega y es Aike quien se ríe por lo bajo. ―Suena como a que nadie puede resistirse a tus encantos, cariño―le señala Barbie, pero en realidad se está riendo. ―Lo has dicho tú―le responde y le da un beso en la sien―pero todos sabemos que es así. "Creo que hemos despertado a un gigante dormido por aquí", me dice Aella. "Tal parece que de ese lado también han hablado acerca de la marca", le contesto con una sonrisa, "y tal parece que no soy la única que no pretende ser marcada como un símbolo de pertenencia o algo así". "¡Ay, por la diosa!", me dice Aella, "¿qué es una pequeña mordida, comparada con saberse en los bra