Después de una emocionante sesión de buceo, Ariam y Derek decidieron recorrer la pintoresca isla de Bora Bora para explorar todo lo que tenía para ofrecer. El sol brillaba en lo alto, y la brisa del mar traía consigo un aroma a sal y flores tropicales. En el puerto, los barcos estaban amarrados y los turistas paseaban por la orilla del mar.Comenzaron por las calles del centro, repletas de pequeñas tiendas que vendían artesanías locales, como joyas de conchas, tapices de algodón y pareos de colores brillantes. También visitaron algunos restaurantes donde probaron la deliciosa gastronomía polinesia, como el famoso poisson cru (pescado crudo marinado en leche de coco y jugo de limón).Llegaron a una playa solitaria de arena blanca y las aguas cristalinas que se extendían ante sus ojos parecían sacados de un sueño. Sin pensarlo dos veces, Ariam decidió que quería bañarse allí mismo y comenzó a quitarse la ropa. Su traje de baño, una diminuta prenda que tenía toda la intención de seducir
Entraron por la puerta del bungalow fundido en un apasionado beso. Ella había estado esperándolo todo el día y estaba a punto de explotar de deseo. Necesitaba que él estuviera dentro de ella ya. Él le quitó el bolso del hombro y lo tiró al suelo, la cogió por la cintura y la levantó para que rodeara la suya con las piernas. Caminaron por el centro de la enorme habitación.—Te necesito con urgencia en la cama —Le dijo Derek en un tono ronco que excitó al máximo a Ariam, por el camino ella se iba quitando las sandalias, una vez llegaron a la cama la dejó a los pies de la cama.—Date la vuelta —le pidió él con ternura para que le diera acceso a la espalda de su vestido.—Dime que no llevas ropa interior.—No llevo absolutamente, estoy lista para ti —Él soltó un largo suspiro de alivio, le quitó el vestido por la cabeza y lo dejó caer al suelo.Ella se volvió para verle la cara. Él tenía la boca relajada y los ojos entrecerrados. Estaba tan desesperado como ella. Él acercó la mano y, des
Ariam y Derek pasaron unos días inolvidables días en Bora Bora, gran parte del tiempo la pasaron metidos en su bungalow haciendo el amor, casi que, sin parar, estaban adictos uno con el otro, pero cuando se lograban separar pudieron seguir disfrutando de la isla paradisiaca.Ariam estaba decidida a aprender a manejar un yate, y en Bora Bora tuvo la oportunidad de hacerlo. Después de unas lecciones rápidas, ella estaba lista para poner a prueba sus habilidades en el agua. Con Derek a su lado, navegó por las aguas turquesas, disfrutando de la brisa cálida y el sol en su piel.Pero el yate no era la única actividad emocionante en la isla. Ariam también tuvo la oportunidad de montar en motos acuáticas. Se lanzaron a través de las olas, sintiendo la adrenalina correr por sus venas mientras la velocidad aumentaba. Se detuvieron en una pequeña isla desierta para explorar, caminando por la playa de arena blanca y sumergiéndose en las aguas cristalinas.La pareja también disfrutó de la pesca e
Derek entró en la sede de los Hijos del Escorpión y fue recibido por los miembros de la sede, quienes al verlo no ocultaron su emoción y es que Derek era considerado casi como una celebridad dentro de la organización. Todos habían oído hablar de él y de sus habilidades. Su sangre fría y su astucia eran conocidas por todos y, por eso, era considerado un líder nato.Damian que ahora era el jefe de la organización en Florida, a diferencia del resto de los miembros, no disfrutaba de la atención que Derek estaba recibiendo. Al contrario, parecía enfurecerse ante la admiración que su hermano despertaba en los demás. Cuando Derek se acercó a él, Damian se puso a la defensiva y le habló con cierta hostilidad, mostrando su descontento con la situación. Su actitud denotaba un claro resentimiento hacia el éxito y la fama de Derek dentro de la organización.—¿Qué coño haces aquí, Derek? —preguntó Damian con desdén—. Yo te he invitado a mi nueva casa, dijo señalando el local.—Sabes muy bien que n
Después de una búsqueda infructuosa de la madre de Ariam, Derek y su hija regresaron a su vida cotidiana. Derek se concentró en sus negocios y en hacer crecer su imperio criminal, mientras que Ariam seguía trabajando arduamente en la escuela y en su pasión por la música. A pesar de su aparente tranquilidad, Derek aún tenía un problema pendiente con los hijos del escorpión. Pavel seguía enojado con él por lo sucedido con el capo Mexicano, pero Derek no tenía tiempo para lidiar con problemas del pasado.Una tarde mientras Derek coordinaba una entrega de armas en su oficina, una figura inesperada se materializó frente a él: era Jimena, una mujer morena y sensual. Ella era la amante actual de Pavel, pero también había sido la ex amante de Derek. Jimena acudió hasta él en ese instante porque estaba celosa de que Derek se hubiera casado con Ariam y había ido a reclamarle.—¿Qué coño es esto?—, espetó, lanzando su móvil sobre el escritorio de Derek con la foto de Derek y Ariam, besándose.De
Ariam subió lentamente los escalones que la conducirían a la oficina de su esposo, emocionada por darle una sorpresa. Pero, justo antes de abrir la puerta, escuchó la voz de Derek conversando con alguien más. Al escuchar su nombre, se detuvo en seco y decidió escuchar lo que estaban hablando sin anunciar su llegada.La conversación que escuchó no fue precisamente la que esperaba. Derek hablaba con una mujer de una forma cariñosa, algo que no parecía un simple intercambio de negocios. Ariam sintió que su corazón se partía en mil pedazos, ¿cómo Derek podía estar hablando con otra mujer de esa manera? Se preguntó.La conversación entre Derek y Jimena había llegado a un punto importante. Derek intentó explicarle a través del engaño a la mujer las condiciones de su matrimonio con Ariam.—Yo me casé con la chica meramente por negocios, ella tenía algo que a mí me interesaba y ella quería protección, eso es todo.—No te creo, por una cuestión de negocios, tú no ibas a enfrentarte a Ivan y m
Nilvia, después de haber consolado a su amiga Ariam, le aconsejó que se fuera a casa para relajarse y reflexionar. Le sugirió que disfrutara de un relajante baño de agua caliente, se metiera en la cama y reflexionara sobre las cosas que la estaban molestando. Ariam no estaba dispuesta a volver a la mansión, pues lo último que deseaba era ver a Derek y volver a recordar lo que le dijo a Jimena. No quería encontrarse con su esposo, porque recordaría sus besos, la manera en que esa misma mañana le hizo el amor y le susurró al oído que la amaba mientras ella alcanzaba el orgasmo.Ariam estaba luchando con sus emociones y sentimientos, quería dejar de pensar en Derek y su traición. Fue entonces cuando le pidió a Nilvia que la llevara a un club de striptease masculino, como una forma de distraerse. Quizás viendo a otros hombres y bebiendo, dejaría de pensar en Derek. Nilvia accedió, sabiendo que su amiga necesitaba distraerse y tener una noche diferente.Nilvia decidió llevar a Ariam a un c
Al bailarín le temblaron las piernas al reconocer a Derek, el hijo del Escorpión, a su jefe. Sin embargo, no le hizo falta esperar a que Derek le volviera a hablar, su semblante y su tono de voz lo decían todo. Con gestos bruscos, el hombre, soltó a Ariam y se disculpó antes de retirarse del lugar. La mirada de Derek seguía fija en el bailarín, que salió corriendo para no volver a cruzarse con su jefe.Ariam, por su parte, estaba sorprendida y, pero no le importó su reacción de Derek. Él la agarró del brazo con firmeza, casi tirando de ella, y la llevó a su oficina. El ambiente era tenso y silencioso mientras caminaban, y el agarre de Derek en el brazo de Ariam no disminuía.Cuando llegaron a la oficina, Derek soltó el brazo de Ariam y se apoyó en el escritorio, sin quitarle los ojos de encima. Su rostro estaba rojo de ira, las venas de su cuello se notaban hinchadas y su mandíbula estaba tensa. Ariam se le quedó mirando, pero no se excusó ni tampoco dijo ni una sola palabra.—¿Qué de