La joven accedió a hablar con el empresario para continuar la conversación sobre ella y así darle la oportunidad de sentirse seguro al contratarla. Todo esto le pareció extremadamente extraño; era muy sorprendente encontrarse repentinamente con la persona que estaba buscando una niñera en la calle, frente a frente. No era lo que esperaba: pensaba que sería un hombre mayor y nunca imaginó que fuese tan atractivo.El hecho de que fuera tan guapo la ponía nerviosa y sentía que no estaba manejando bien la situación. Se esforzaba por no demostrar que ese desconocido la hacía temblar de pies a cabeza. No sabía cómo explicar lo cerca que se sentía de ese hombre y la forma en que le afectaba.Su interior se estremeció de una manera desafiante, como si no pudiera controlarlo.La decisión del hombre de llevarla a un restaurante lujoso fue exagerada, y era la primera vez que Valeria se encontraba en un lugar así. Se sentía fuera de lugar, como si no encajara en ese ambiente. Observaba a todas la
Valeria regresó a casa y se encontró con un desastre y descubrió que su padre se había ido tras enterarse de la infidelidad de su madre. A pesar de sentirse en conflicto sobre qué hacer, decidió darse un tiempo y espacio para ella misma al final del día. Se quedó sola en su habitación, sin dejar de pensar sobre la situación mientras luchaba por conciliar el sueño.Un nuevo día había llegado, el sol se filtraba a través de la ventana y ella no quería levantarse de la cama. Decidió quedarse un poco más tiempo acostada, ya que no se sentía descansada a pesar de haber dormido varias horas. La razón era que no había podido conciliar el sueño debido a que su mente estaba preocupada por la discusión de sus padres. Se quedó sentada en la cama, pensando en todo lo sucedido, y recordó la discusión que había escuchado la noche anterior. Estaba convencida de que su madre seguía encerrada en su habitación, sin intenciones de salir ni de comer, pero antes de verificarlo, decidió ducharse. Rápidame
El empresario había permanecido sentado en la silla de su oficina mientras revisaba algunos papeles, tenía la cabeza en el asunto de la niñera. Hasta ese día no tenía información sobre ella, lo cual le provocaba un mal humor y la sensación de que había sido engañado por la joven que no se había presentado ni se había comunicado con él. Sus pensamientos se centraban en la importancia de encontrar a alguien adecuado para cuidar de su hija, Abril.Isaac irrumpió en la oficina sin previo aviso, lo que sorprendió al empresario. A pesar de que prefería ser informado sobre las visitas, estaba dispuesto a escuchar lo que su amigo tenía que decir.—Paul, necesito hablar contigo sobre un asunto importante —comenzó Isaac.—Si es tan relevante como para aparecer sin previo aviso, adelante. Estoy ocupado y algo estresado, así que espero que no sean malas noticias —respondió el empresario con impaciencia.Isaac mencionó a la abuela de Abril, lo que despertó la curiosidad del empresario. No tenían r
—Claro, sucede que te había dado la tarjeta de contacto equivocada, pero no pasa nada. En realidad estoy un poco sorprendido de que estés aquí, pero no tienes que irte. El empleo sigue disponible, si aún estás interesada en trabajar como niñera para mi pequeña Abril. Supongo que algo importante ha sucedido en tu vida para olvidar darme una respuesta. No te preocupes, puedes quedarte si así lo deseas.Valeria seguía mirando su mano que estaba en contacto con la piel de Paul, sintiendo un repentino escalofrío que la invadió. Se preguntaba si él también experimentaba esa sensación.—Yo... Puedo explicar por qué no me puse en contacto contigo antes. Me siento avergonzada por eso. Decidí venir porque creo que hablar en persona es lo correcto. Aunque ahora me siento insegura, siento mucho estar aquí.Paul le recordó que no pasaba nada y la invitó a entrar, a lo que Valeria accedió. Se sentía temblorosa y necesitaba medir cada palabra para no cometer ningún error.Una vez dentro de la lujosa
Incluso cuando Valeria no solía ser una chica que tomaba té, había aceptado para no despreciar nuevamente algo que le estuviera ofreciendo como al principio al llegar a su piso. Otra vez Paul estaba ausente y ella a solas aprovechó para leer todos esos papeles y darse cuenta de que nada estaba fuera de lugar. Lo más sorprendente de todo había sido ver lo que estaba pagando aquel hombre, todo eso era demasiado dinero y no lo podía creer. Jamás en su vida había pensado que podría ganar tanto dinero, especialmente en su primer empleo. Se dio cuenta de que no se trataba de cualquier pequeña a la que tenía que cuidar, era hija de un millonario, una persona que tenía mucha influencia en el país y era reconocido como uno de los más importantes empresarios, incluso reconocido en el extranjero. Valeria había podido averiguar algo de información en la web, y se sentía un poco asustada porque no quería cometer errores y hacer las cosas mal.El miedo a fallar se convirtía en algo gigantesco que p
Una vez más, Valeria sentía como si esa noche se hubiera convertido en un momento irreal con todo lo que había pasado, especialmente por la amabilidad que había mostrado Paul con ella y por ese abrazo que aún seguía sintiendo, a pesar de estar separados por la distancia.Ese abrazo había sido reconfortante para ella, y no sabía cómo expresar lo que había sentido en ese momento. Nunca antes había experimentado algo así, y estaba empezando a sentir sensaciones nuevas que la aterrorizaban en el fondo de su ser, ya que estaban siendo despertadas por un desconocido. Aunque sabía que Paul parecía ser una buena persona, todavía lo consideraba un desconocido, ya que no lo conocía lo suficiente. La idea de que podría ser un buen actor y estar fingiendo todas sus acciones la invadía, pero decidió apartar esos pensamientos absurdos de su mente.Tumbada en la cama boca arriba, mirando al techo, Valeria se preguntaba por qué tenía una sonrisa tonta en su rostro y suspiraba como una tonta. Quizás l
La muchacha sabía que su padre aún continuaba con el vicio y sabía que tenía que detenerlo. Realmente quería ayudarlo, ya que sabía que el alcohol no sería bueno para su salud a largo plazo y también podría afectarlo laboralmente. Valeria deseaba sinceramente que su padre reflexionara y se diera cuenta de que el alcohol no resolvería nada. Solo lo llevaría hacia un nuevo vicio que podría convertirse en un gran problema. Sabía que nada en exceso era bueno, y el alcohol podría ser algo que lo llevara a la ruina.Esa noche de domingo, Valeria había estado preparando un pastel y esperaba la llegada de Amanda, quien había prometido traer las bebidas y algunas golosinas para disfrutar mientras veían una película. Sin embargo, todo podría arruinarse por el estado de su padre, que parecía embriagado y deprimido. Valeria tuvo que detenerse en la preparación del pastel para acercarse a su padre y tratar de calmarlo, dándole su apoyo. Le dolía ver a su padre destrozado y quería que dejara de cae
—Papá —apareció en pijama, con Abril aferrada a un peluche en forma de perrito. ¿En qué momento había dejado de ser su favorito el oso? —Supongo que ya has cambiado a tu peluche. —Este es el señor Tony. —¿Tony? Ese parece ser un nombre divertido para un perrito. Pero está bien, llévalo contigo. —¿Le puedo decir a la abuela que me lleve al parque? —No estoy seguro si la abuela puede llevarte al parque, así que mejor pregúntale. Y si no puede, quédate tranquila y no te enfades, ¿de acuerdo? —le pidió, y la pequeña asintió como una buena niña. —Papi, yo sé que estás ocupado. ¿Trabajas mucho para darme de comer? Porque puedo comer menos y así no tendrás que trabajar tanto.—¿Eh? No deberías decir eso, cariño, pero... —suspiró, sorprendido por el comentario de Abril. No sabía qué responderle. —Así podrás estar más conmigo, papi —le dijo ella, acercándose. Él se inclinó y la acarició dulcemente la mejilla. —Vale, entiendo lo que quieres, y te prometo que voy a estar más tiempo contig