Después de que Arianne terminó de alimentar a Shelly. De repente, Shelly dijo: “Mark, me has estado cuidando incansablemente toda la noche. Deberías ir a casa y descansar un poco. Estaré bien aquí, pero necesitaré tu ayuda para conseguir que alguien me cuide durante los próximos días, ya que no puedo moverme sola”.

Mark le levantó la manta y la arropó. “Está bien, Tía Shelly. No puedo estar tranquilo si alguien más te cuida. Dejaré que Arianne te acompañe por el momento mientras voy a casa a cambiarme. Regreso más tarde”.

Arianne dijo de repente: “Si te preocupa que alguien más la cuide, ¿por qué no me dejas hacerlo entonces? Estoy segura de que se sentiría cómoda si fuera yo, ¿no es así? No puedes estar fuera de Empresas Tremont por mucho tiempo, así que deberías dejarme los recados en el hospital a mí”.

Mark escaneó rápidamente el rostro de Arianne y dijo casualmente: “Está bien, lo haré”.

Arianne tembló. ¿Estaba él a la defensiva por ella? ¿Él tenía miedo de que ella maltratara