Después de un rato, Shelly recuperó la compostura. Mark la llevó escaleras abajo sobre su espalda y cenaron como si nada hubiera pasado.

Mary evitó intencionalmente a Shelly y no cenó con ellos en la mesa. También se quejó en secreto con Arianne y le dijo que Shelly definitivamente estaba loca. Arianne se sintió impotente y no tenía idea de cómo podría resolver la situación.

Durante la cena, Shelly respondió una llamada telefónica pero no se levantó de la mesa debido a su pierna. Cuando contestó el teléfono, la expresión de su rostro cambió de inmediato y tanto Arianne como Mark pudieron ver claramente los cambios. La pareja se miró y respiró hondo, acababan de pasar por una discusión; cualquiera en su sano juicio se derrumbaría si se produjera otra discusión.

Se desconocía quién había llamado a Shelly o qué se había discutido. Todo lo que se sabía era que Shelly había colgado el teléfono a toda prisa sin decir una palabra.

Muy pronto, esa persona volvió a llamar, pero Shelly inmed