Mark caminó hacia Shelly y se detuvo frente a ella antes de arrodillarse. Él tomó su mano y dijo: “Tía Shelly, ¿cuánto has sufrido en el pasado? ¿Ese hombre te puso un dedo encima? ¿Por qué no lo abandonaste?”.

La cara de Shelly se puso pálida al instante, como si tuviera recuerdos del pasado. Un indicio de horror pasó por sus ojos. “¿De qué estás hablando…?”.

El agarre de Mark en la mano de Shelly se apretó ligeramente. “Tía Shelly, somos tu familia, así que no hay nada que no puedas decirme. Solo quiero entender tu pasado y saber por qué tienes una enfermedad mental cuando, en cambio, deberías vivir una vida normal y feliz”.

Shelly entró en pánico y luchó por quitarle la mano. “¡No sé de qué estás hablando! ¡Para de preguntar! Estoy bien ahora... de verdad... por favor deja de preguntar…”.

Mark hizo una pausa por un momento. Arianne, sabiendo que estaba siendo bondadoso, apretó los dientes antes de decir: “Tía Shelly, ¿qué nos estás ocultando? Solo estamos nosotros aquí, así que