Salí volando del coche y corrí hacia la casa, pero Jabari me atrapó antes de que pudiera dar cinco pasos, tirando de mí hacia atrás."Mi amiga está ahí dentro. Tu pareja está ahí", le grité cuando me detuvo. "¿Sabes lo que está haciendo ahí dentro?". Pregunté pero su expresión era ilegible. "Quédat
"¿Crees que soy estúpido? ¿Quieres que me lleve tu tarjeta para que puedas rastrearme?". "No necesitamos...". Le di un codazo a Jabari para que dejara de agraviar a Lucien. "Yo... ¿qué podemos hacer entonces? Puedo - ¿quieres que vaya a hacer un retiro?". Miré a mi alrededor. "Ni se te ocurra, pu
Celeste no paraba de vomitar. Tuvimos que parar dos veces para que vomitara. Su tez estaba pálida y su cara tenía un feo color verde. No vi a Jabari desde que llegamos a casa. Se excusó en cuanto entramos en la casa. Podía sentirlo por los alrededores, pero no se acercaba a la parte de la casa en l
"¿Qué pasó?". Pregunté una vez que cerré la puerta detrás de mí. "Tengo que volver a casa". Parecía muy preocupada y temía que le hubiera pasado algo a su pareja."¿Qué pasó?", le pregunté con el corazón en un puño. "Cruzaron nuestras fronteras en casa. Me siento incómoda estando lejos de mi parej
"Si te atreves", respondí al número desconocido y guardé mi teléfono en el bolsillo."Celeste, tengo que encontrar a Jabari", le dije a mi amiga, poniéndome en pie. Ella se apresuró a ponerse en pie para detenerme. "No, espera. No puedes irte hasta que me prometas que perdonarás a mis padres", me a
"Valens, me estás asustando. ¿Por qué suenas así?"."Tengo miedo". Mi columna se enderezó. El corazón me dio un vuelco mientras me incorporaba. "Estoy jodidamente aterrorizado ahora mismo, Aysel"."¿Qué... qué está pasando? Vamos, no estoy tan indefenso como crees. ¿Estamos perdiendo? Dime qué está
"Tienes que venir con nosotros", dijo el más alto de los dos hombres. Estaba justo al lado de mi cama. Había armas apuntándome desde dos ángulos. Un movimiento en falso y moriría. "Me ordenaron que me quedara en casa". Me encogí de hombros.No haría ningún movimiento en falso. Sentí una profunda ca
"¿Qué demonios pasó?". Preguntó cuando sacaron a los hombres. "Podrías abrazarme, ¿sabes?", resoplé. "Casi me disparan en la cara". "Yo-". Se atragantó. "No digas eso", dijo, pero se acercó para rodearme los hombros con un brazo, sentándose a mi lado. "Puede que haya envejecido veinte años en los