"¿Qué pasó?". Pregunté una vez que cerré la puerta detrás de mí. "Tengo que volver a casa". Parecía muy preocupada y temía que le hubiera pasado algo a su pareja."¿Qué pasó?", le pregunté con el corazón en un puño. "Cruzaron nuestras fronteras en casa. Me siento incómoda estando lejos de mi parej
"Si te atreves", respondí al número desconocido y guardé mi teléfono en el bolsillo."Celeste, tengo que encontrar a Jabari", le dije a mi amiga, poniéndome en pie. Ella se apresuró a ponerse en pie para detenerme. "No, espera. No puedes irte hasta que me prometas que perdonarás a mis padres", me a
"Valens, me estás asustando. ¿Por qué suenas así?"."Tengo miedo". Mi columna se enderezó. El corazón me dio un vuelco mientras me incorporaba. "Estoy jodidamente aterrorizado ahora mismo, Aysel"."¿Qué... qué está pasando? Vamos, no estoy tan indefenso como crees. ¿Estamos perdiendo? Dime qué está
"Tienes que venir con nosotros", dijo el más alto de los dos hombres. Estaba justo al lado de mi cama. Había armas apuntándome desde dos ángulos. Un movimiento en falso y moriría. "Me ordenaron que me quedara en casa". Me encogí de hombros.No haría ningún movimiento en falso. Sentí una profunda ca
"¿Qué demonios pasó?". Preguntó cuando sacaron a los hombres. "Podrías abrazarme, ¿sabes?", resoplé. "Casi me disparan en la cara". "Yo-". Se atragantó. "No digas eso", dijo, pero se acercó para rodearme los hombros con un brazo, sentándose a mi lado. "Puede que haya envejecido veinte años en los
"¿Qué quieres decir con que bajamos la seguridad? ¿Vamos a dejarla entrar sin más?". Casi me arrancó el pelo. No lo hice porque me abrazó, cortándome en seco. "Quédate quieta un rato. Tengo que irme pronto". Apretó su mejilla contra mi pelo. "Hoy te extrañé"."Valens, ¿es un buen plan?". Pregunté,
"¿Por qué nos detenemos?", le pregunté a Valens, que se estaba quitando el cinturón de seguridad y saliendo del coche. "Quédate aquí". Cerró la puerta tras de sí y entonces vi la causa de que nos detuviéramos. Tres personas corrieron hacia la carretera mientras conducíamos y, mientras observaba, má
"Iré a buscarlo", me ofrecí. Varios pares de ojos se volvieron hacia mí mientras hablaba. Durante toda la noche y hasta el día siguiente, seguí a Valens de un lado a otro, reuniendo a los guerreros y tratando de mantener alto su ánimo mientras Valens discutía estrategias con sus comandantes. No era