"Mi madre me los regaló para mi boda". Me miró con dureza. "Aunque valían más que el hombre con el que me iba a casar. Limpia eso y sirve otra tanda para los hombres". Se llevó a Clover tras una última mirada malvada."Es tan bonita". Una chica suspiró una vez que la puerta se cerró detrás de Astrid
*VALENS*"¿Por qué estás aquí?". No era propio de Clover faltarme al respeto.Había sido mi buena amiga desde la adolescencia, solo superada por Jabari, que había nacido para ser mi mejor amigo y beta. Nunca me faltó al respeto ni desobedeció mis órdenes y le dije explícitamente que se quedara en la
Yo no era tonta. No esperaba compañía de nadie excepto de aquellos que llevaban mi maldición conmigo. No necesitaba una pareja. Solo necesitaba una rompedora de maldiciones. Desafortunadamente para ella, estaba atascada conmigo, quisiera o no. Nunca podría estar con otro hombre. Su cuerpo no disfrut
*LUCIEN*"Estás hecho una mierda. ¿Qué te pasó?", dijo Skylar, cerrando la puerta de su habitación detrás de ella."¿Tú qué crees?". Le gruñí, desplomándome en uno de sus asientos por el cansancio."¡Levántate!", gritó. Su repentina voz fuerte me sobresaltó como un soldado respondiendo a una orden.
Dijo algo en voz baja que no pude oír y luego se echó a reír; una carcajada rápida que sonó molesta y perturbadora a la vez."Sigues siendo tonto, Lucien. Quieres recuperar a Aylse pero ella está apareada con el conquistador. No solo eso, ella no quiere tener nada que ver contigo". Volvió a reír, es
La suite del ático de la manada que ahora habitaba el príncipe tenía un espejo de cuerpo entero. Las únicas veces que vi un espejo de cuerpo entero fueron las pocas veces que fui de compras con Celeste.Me tomé un momento para contemplarme en el espejo, evaluando cada detalle. Mi ropa parecía más bl
"Entonces... entonces, ¿por qué no lo haces?", tartamudeé, sintiéndome abrumada y caliente por todas partes."Porque así habla el vínculo de pareja". Sentí como si alguien me hubiera echado un cubo de agua helada encima, empapándome de pies a cabeza. Sus frías palabras me hicieron llorar. Sus ojos v
Cuando me presenté en la cocina a la mañana siguiente, Astrid me dijo con tono rígido que ya no podía trabajar en la cocina."Siento lo de tus antigüedades. No tenía...". Intenté disculparme, pero ella gritó antes de que terminara la frase."¡Fuera de esta cocina, tonta incompetente! Tu actitud disp