"Horneé galletas. ¿Quieres probarlas?", le pregunto. Él asiente con la cabeza, toma una del plato, y se la come con una mueca. Sé que no le gustan los dulces. Nos sentamos en silencio y él me abraza.

Nos sentimos en paz y él sigue oliendo mi aroma. "Tu olor está excitando a mi Lycan", susurra, y comienza a besar mi cuello. Mi pecho se levanta cada vez más mientras él continúa, sus dedos tocan dentro de mi tanga y abro mis piernas ampliamente.

"Estás mojada", susurra. Sonrío y me giro para tomarle el rostro y mirarlo a sus ojos llenos de lujuria. Gimo suavemente cuando rasga mi tanga y me penetra con sus dedos. Muevo mis caderas contra él mientras continúa y le beso en el cuello, sintiendo su enorme erección contra mi muslo.

"Aaah", gimo, rasga mi vestido por la mitad, dejando mis pechos al descubierto. Él acaricia la piel alrededor de ellos suavemente antes de chuparlos, haciéndome gemir.

"Mueve los dedos", le sostengo la muñeca, y él se ríe mientras lame mi piel. Sus movimientos son