"Se siente como en los viejos tiempos", me dice Leon detrás de mí. Estamos en la misma habitación donde nos conocimos. Suspiro, mirando más allá del bosque.

"Se siente como si fuera ayer, pero ya pasó más de un año". Leon me abraza desde atrás y nos quedamos en silencio.

De repente, se me viene a la cabeza Lily y Max Ross. Solicitaron una audiencia conmigo, pero los rechacé. No estoy lista para eso aún. Temo volver a experimentar el dolor, la miseria y la debilidad que sentía en ese entonces. No puedo olvidar todos los maltratos que recibí de ellos o de los demás miembros, a pesar de que les rogaba que pararan y me permitieran irme.

"Lo que pasó, pasó, mi amor", Leon debe haber sentido mis emociones a través de nuestro vínculo mental.

"La debilidad, el abuso y la porquería ya no existen. Superaste todo con gracia y demostraste de qué estás hecha. Ahora, es momento de que ellos paguen por lo que te hicieron", me consuela.

Me apoyo en su pecho y le digo: "Solo tengo un poco de miedo de