POV ARMANDO Me sentía tan feliz de tener a Sofía a mi lado, le habia pedido que se casara conmigo, pero aún no le habia dado un anillo, me misión ese día fue buscar el diamante perfecto para ella, no quería nada ostentoso, porque sabía que lo rechazaría. Encontré un anillo hermoso, de oro blanco, con un solo díamante en el centro, lo compré sin fijarme en el precio Queria invitarla a cenar y ahí se lo daría, era importante para mi hacer esto. Por la noche la llevé a un lugar muy romántico, le había pedido Sebastián y a su esposa que cuidara de Aidan unas horas, para que solo fuéramos ella y yo.Cenamos, hablamos, estaba muy nervioso, pedí unas copas de vino, para relajarnos.Estaba a punto de pedírselo, y vi a una persona acercarse a mi.-¡Armando que gusto verte de nuevo! - se acercó a mi y me besó en la mejilla con familiaridad - ¿que te has hecho que estas más atractivo?- me sonreia de forma sugerente - nunca más me volviste a llamar.Sofía se aclaró la garganta, mirandome con al
ARMANDO - No entiendo porqué no vendrá tu hermano a tu boda, creo que es importante que esté aquí, es tu familia además Sofia fue su asistente durante un tiempo, por lo menos es una cortesia.- Mamá, es algo complicado, Sofia dejó de trabajar para mi hermano porqué ya no se llevaban bien, quedaron en malos terminos, por eso decidimos no incluirlo, seria muy incómodo para ella.Su madre le arregló el nudo de la corbata para que estuviera impecable.- Bien, entiendo eso, y estoy muy molesta contigo, nunca me contaste que tengo un nieto, ya quiero conocerlo.Armando sonrió, el pequeño Aidan era un torbellino y seguramente se ganaría a su madre en cuanto lo viera.- Mamá, no debes molestarte, tampoco sabía de su existencia hasta hace poco, y nos estamos conociendo, te va a encantar Aidan.Armando ya estaba listo, nada le impediría unirse a la mujer que amaba, habían dispuesto todo en el jardín de su casa, tal como lo queria Sofia, porque solo unas pocas personas serian testigos de su uni
*-¡Amor, no puedo! tengo trabajo, no porque tú lo digas, mágicamente puedo ausentarme.- Claro Sofía, pero ayer si pudiste, ¿verdad?, saliste con tu jefe a almorzar.- ¡Fue por trabajo!¡ entiendelo!- No quiero entender, eres mi esposa y cada vez salgo menos contigo.*Terminó bruscamente la llamada, no sabía que Armando podia ser a veces tan frustrante, pero pensé que su motivación real eran los celos. Tenia un jefe nuevo, que era muy atractivo, todas las mujeres de la oficina suspiraban por él, menos yo, porque solo tenía ojos para mi adorable esposo, al que en este momento quería golpear si estuviera frente a mi.Lo dejé pasar, ya por la tarde busqué a Aidan como siempre, en la guardería bajé hasta la recepción y esta vez Armando no estaba para irnos a casa.- Vaya, ahora si que está molesto - me dije. - caminé unos pasos para buscar un taxi, y en eso me encontré a mi nuevo jefe, siempre era amable conmigo y muy atento, se agachó y saludó a Aidan, tomándo su mano.- Hola amigo - mi
SOFÍA - Abogado, tengo que salir un momento, mi hijo ha estado inquieto y necesito ir a verlo.- Claro Sofía, solo no tardes.- Muchas gracias.Bajé rápidamente hacia el piso de la guardería, resultó que Armando también estaba ahí.- Hola amor - él cargaba a Aidan- les dije que no te llamaran, ya venía en camino, está muy inquieto, y llora mucho, tal vez le duela algo.- Si, tal vez, ¿puedes llevarlo al doctor?- Claro, no te preocupes, yo me encargo de mi pequeño hombrecito - se acercó y me besó brevemente - te avisaré.Ya habian pasado un par de horas, y aún no tenia noticias de Armando, mi ansiedad crecía con cada minuto que pasaba.Mi jefe me llamó a su oficina, necesitaba unos documentos.-¿Cómo está tu hijo, Sofia?- Aún no lo sé, mi esposo se encargó de llevarlo al médico, espero noticias suyas.- Qué bien - se levantó de su asiento, rodeando el escritorio, se recargó y quedo muy cerca de mi, discretamente, retrocedí un paso.- Eres muy hermosa, Sofía, dime. . . que haces con
Sam me habia explicado todo lo que pasaría al demandar a mi ex jefe, no habia pensado en que seria muy doloroso y también humillante para mí, el tener que exponer esa parte de mi vida, Armando no se apartó nunca de mí, me mostró su apoyo en todo momento.El abogado de Ricardo trato de hacerme ver como una cualquiera y que yo le ofrecí favores sexuales a cambio de avanzar en mi puesto. Sam no pudo representarme, por ser mi hermano, pero había puesto a uno de sus mejores socios, para defenderme, y finalmente, echó abajo el argumento de Ricardo.Lo despidieron de la firma y le quitaron su licencia para ejercer abogacía por un largo tiempo y pasaria 2 años en la cárcel. Me sentía tranquila, pero ya no estaría cómoda trabajando en la firma, porque se habia sabido todo con respecto a Alejandro, asi que me di a la tarea de encontrar un nuevo empleo.-¿Estás segura que quieres hacerlo?- preguntó Armando. - Si , ya no voy a estar a gusto ahi, solo tengo unos pocos amigos, que quizá comprend
Habian pasado ya dos meses desde la decisión de tener otro hijo y aún no habia señales de un embarazo, Armando estaba un poco decepcionado, porque a pesar de su empeño, no lo habiamos logrado, y empezaba a sentirse frustrado.- Amor, ¿me amas?- dije viéndolo a los ojos.- Claro que te amo, eso no lo dudes nunca - acarició mi rostro suavemente. - Entonces no pienses en nada más y solo hazme el amor.Sonrió y me besó, y simplemente disfrutamos de la unión de nuestros cuerpos, una y otra vez, hasta que nos encontró el amanecer.Desperté cansada, pero completamente satisfecha, Armando se había levantado y duchado.- Preciosa, tengo que irme, descansa un poco más. Fué a despedirse de Aidan.- Te llamaré más tarde, preciosa - besó mi frente y volví a dormirme.Me despertó el llanto de Aidan por el monitor, aunque ya estaba más grande siempre estaba al pendiente de él. Me vestí rápidamente y fui a verlo. - Hola cariño, ven conmigo.- ¿Mami, dónde esta papi?- Papi fue a trabajar.Asi paso
Sentía cada vez más dolor y eso hacía que aumentara mi angustia. *Amor, voy al hospital, la doctora me vera ahí, por favor, llámame.*Guarde todo lo que necesitaba en una maleta, y decidí que tomaría un taxi, tomé de la mano a Aidan y salí de la casa.Como siempre el destino te prepara algo inesperado, recibí ayuda de quien menos pensaba.-¿ Sofia? - dijo deteniendo su auto - ¿estás bien?- No, tengo que ir al hospital, Armando está de viaje y no puedo conducir. - una ola de dolor me invadió. Ella se bajó de su auto y abrió la puerta.- Frida, ¿porqué me ayudas? entiendo que si fuera tu, me odiarías.- Lo sé, no lo hago por ti, es por tu bebé, porque es sobrino de Alejandro, sube, te llevaré a donde me digas.- Gracias - me llevó rápidamente al hospital, la doctora ya me esperaba.- Cariño - hablé con Aidan- te quedarás un rato con tu tía Frida, mami ira a que la revisen.- Si, mami. - miré a Frida agradecida - sé que te hice daño y te pido perdón, y . . . gracias por ayudarme.***
Los meses pasaron volando, las niñas estaban creciendo cada vez más, Aidan, a pesar de su edad, estaba encantando con sus hermanas.- Hola preciosa, ¿cómo están?- dijo Armando al llegar a casa.- Cansada, no puede ser de otra forma- aunque sonreí me sentía agotada. Me dió un beso suave en los labios, y me abrazó fuertemente. - Deberías ducharte y descansar un rato, yo me haré cargo mientras duermes, te despertare en un par de horas ¿te parece?Yo estaba más que encantada, Armando me apoyaba constantemente con las niñas, siempre que llegaba del trabajo.***Pasó todo un año, yo queria regresar a trabajar, me habían ofrecido nuevamente el puesto que tenía en la firma legal, gracias a Sebastián.- Sofía, nuestras hijas aún son pequeñas, necesitan de su madre y Aidan también.- Pero yo quiero trabajar, amor, siempre he trabajado, no quiero estar todo el dia jugando a la casita, es muy cansado. - ¿¡Jugando a la casita!? ¿Eso es lo que crees que haces?- replicó molesto.- No quise decirl